Habrá muchas personas que te quieran convencer de cambiar para que mejores, algunas con sinceridad y con un verdadero interés en ti, algunas más preocupadas por conseguir que seas o hagas como ellas quieren. Y tal vez en alguna ocasión ocurra que sí hagas algún cambio en tu conducta, tu manera de vestir, de hablar o no hablar, de elegir tus opciones o de cualquier otra cosa de esas "que se ven" porque alguien te lo pidió.
El verdadero cambio no te llega de afuera, si bien es cierto que las opiniones y el ejemplo de la gente importante (para ti) influye mucho, la verdad es que el cambio real, el permanente, solo se da cuando dentro de ti asimilas todas esas sugerencias, consejos, experiencias y vivencias de acuerdo a tu personalidad. Entonces es como agregar una nueva capa a tu piel para adoptar, con total naturalidad, un nuevo toque muy tuyo a tu forma de ser.
Así creces, así evolucionas: abierto o abierta a recibir lo que la vida te ofrece a través de tu gente cercana y a dejar salir eso mismo en una versión muy tuya.
Hasta luego.
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