martes, 19 de abril de 2022

Imaginación

 

Fábrica autosuficiente

productora de sueños,

motivos, chistes y cosas

que no existen más

que en ese lugar

hasta que el dueño del cuerpo

decide dejarlas salir con palabras

o actos que llegan a los demás

y ayuda a crear mundos

mejores o peores

según sea la intención

de lo que cada persona

se inventa en su interior

lo mejor es dejar que fluya

todo lo imaginable y lo inimaginable

solo así se descubren

nuevas puertas

a lugares conocidos

y a nuevos destinos

creativos que nadie ha visitado.

A veces la fábrica de la imaginación

destruye en vez de crear

en esos casos su dueño

debe educarse y convertirla

en productora y no

en campo de concentración.

Como todas las partes de tu cuerpo

tu imaginación es tuya

No le puedes ordenar qué hacer

pero puedes orientar

el camino que va a seguir.


miércoles, 13 de abril de 2022

Cuento. La nueva Tierra. Parte 11

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Pobreza y olvido. Corre la voz.

La nueva Tierra. Parte 11


- Pero entonces, ¿esa enfermedad no existe? ¿Nunca existió? ¿A poco estamos tan mensos como para creer en algo así, solamente porque nos dicen que es real? Bueno... también hay que ver que todos los "noticieros serios" estuvieron repitiendo noche y día que era real. Todavía ahorita que ya tenemos pruebas a veces me hacen dudar y creo que sí es real, ¡qué fácil nos convencen!

Jade se queda pensativa por un momento y después de pensar, me dice:

- No, la gente sí se enferma en realidad, la gente hasta se muere, tú lo has visto, pero no es por lo que nos están diciendo. La gente se enferma de pobreza y de olvido, se enferma de hambre y de indiferencia. Se enferma de la angustia por no tener trabajo y tener que estarse moviendo de un lugar a otro… Dicen que esta enfermedad es como un resfriado mortal, pero no es eso, son las defensas cada vez más bajas por la falta de interés de las autoridades en la gente y de la gente en sí misma. Ahora va a terminar esta enfermedad como la conocemos, como nos la han presentado en las “noticias”, pero ¿de verdad va a terminar? No, solo terminará hasta que se acabe esta crisis de pobreza.

De pobreza material y espiritual, me quedé pensando sin decir ya nada, un poco avergonzado por ver lo fácil que es engañarnos a todo el mundo repitiendo una mentira todos los días, a todas horas, por todos los canales…

En la mochila que Nico le entregó a Jade cuando nos subimos a la camioneta allá en el Popo había una laptop, un celular, algunos sobres, tarjetas de banco, un aparato que no conozco, unos lentes de sol y un pedazo de papel donde estaba mal garabateada la palabra “Cuídate”. Jade revisó la laptop y los otros aparatos y encontró varias carpetas con muchas fotos y documentos que detallaban las negociaciones de Nico con el grupo que se fue a Marte, incluyendo las instrucciones directas de cómo intervenir transportes, desde vagonetas hasta barcos y aviones, desestabilizar algún país en especial e incrementar la violencia en otros, además se explicaba detalladamente cómo iban a esparcir por todo el mundo la “noticia” de la nueva enfermedad. Había material suficiente para hacer todo un documental. En una carpeta de videos encontró un mensaje grabado para ella, en el que Nico le pedía disculpas, le explicaba que realmente no sabía a qué se estaba enfrentando, reconocía que la tecnología de los traidores a la Tierra era muy superior y no sabía si iba a sobrevivir, pero si lo lograba, estaría en contacto con ella para enviarle más evidencias de lo que sea que encontrara en Marte. Me conmovió ver este mensaje.

- Nico tiene un lado bueno. Ojalá esté bien.

- No te engañes, Jacobo. ¡Nico es un monstruo! Ojalá se quedé allá en el espacio y que lo aguanten en Marte, porque si regresa a la Tierra va a querer que lo tratemos como el súper héroe salvador y se va a convertir en el peor dictador de todos los tiempos.

No sé qué decir, me da un poco de vergüenza haberme dejado llevar por mi entusiasmo.

- Estás reaccionando como él quiere. Actuando así se va a ganar a toda la gente porque eso es lo que él hace: sabe ser encantador y parecer muy preocupado por todos. Es un excelente manipulador.

Afuera todo sigue igual. Tal vez peor, porque ahora sabemos que no hay líderes y la gente está dudando de esa enfermedad. En La Colmena nadie sabe dónde quedaron los científicos que podrían explicar lo que ha pasado… o al menos eso nos dicen en los noticieros, personalmente, creo que los deben estar interrogando en algún lugar muy, muy privado. Pero tenemos este material y habrá que darlo a conocer. Muchas de las gigantescas pantallas en las plazas y lugares públicos siguen transmitiendo los mensajes alentadores de los líderes “enfermos”, pero hay algunos lugares que ya protestan y se sabe que varias de estas pantallas han sido destruidas por grupos de inconformes con corta visión: las pantallas no son las que idearon esos mensajes.

Los noticieros han creado la historia de que un grupo terrorista atacó el Popocatépetl, y que en ese lugar en realidad estaba un centro de investigación con un mega laboratorio de cooperación internacional, donde se estaría desarrollando la cura para la extraña enfermedad... el viejo truco de convertir en mártires buenos y sacrificados a los verdaderos delincuentes que operaban con fuertes apoyos de quienes pueden pagar hasta las noticias que se dan a conocer. Pero en las redes circula el video que transmitió Nico y cada vez que lo borran, alguien más lo vuelve a subir y rápidamente rebasa el millón de visitas, después los cinco millones, los diez millones, y así continúa... sin embargo, sabemos que con el tiempo, tanto el video como la historia de lo ocurrido en la Colmena se volverán leyenda y se irá perdiendo el mensaje de lo que en realidad ocurre aquí, en nuestra Tierra.

Necesitamos hacer algo pronto, y no sabemos en quién confiar, pero me acuerdo de Zac y a Jade le parece buena idea buscarlo.

- Zac, mi amigo, ¡qué bueno que te encontramos!

- ¿Qué onda, muchachos?, ¡qué gusto verlos! ¿Qué han hecho? Hace mucho que no los veía.

- Tuvimos que irnos por un tiempo, ¿tú sigues en eso de la informática?

- Sí, aquí todo sigue igual, soy un bicho raro: ¡hasta trabajo en el mismo lugar! Ya ven que ahora la gente dura muy poquito tiempo trabajando y luego la corren, pero yo no he tenido problemas en la empresa. Hago programas de multimedia para cine, televisión y publicidad, en mis ratos de ocio también he hecho otros programas de efectos especiales para algunas series y películas. ¿Tú qué haces, Jacobo?

- Ahorita no estoy trabajando, Zac, renuncié hace unas semanas. Pero todo bien.

Después de los saludos de rigor se abre el refrigerador y pasamos a tomar unas cervezas al estudio de nuestro amigo, como fondo se estaba escuchando un blues tranquilo, creo que era Joe Bonamassa, pero Zac detiene esa playlist y se dirige a un tornamesa arrinconado entre otro montón de “cosas” electrónicas, toma un disco de acetato y con todo cuidado enciende el aparato, coloca la aguja de diamante sobre el primer surco del disco y comienzan a escucharse los Conciertos de Brandenburgo, de Bach. Entonces mi amigo empieza a hacer una de sus larguísimas reflexiones:

- Antes así se escuchaba la música, en discos o en cassettes, para que funcionara tenía que haber fricción, contacto físico, y eso causaba ruido, metía impureza al sonido. Miren: la aguja tiene que tocar al disco mientras gira para que se escuche la música, en los casettes es aún más fricción, la cinta tiene que rozar un dispositivo magnético para que la podamos escuchar y además, se daña fácilmente. Después a alguien se le ocurrió inventar la música digital y los discos compactos sustituyeron la aguja de diamante por un delgado rayo láser, seguía habiendo fricción, pero mucho más sutil. Entonces apareció el “estado sólido”, como éste, miren: en esta USB tengo muchísima música guardada y para escucharla solamente la coloco en el puerto de mi reproductor ¡y listo! Sin agujas, sin láser, sin magnetismo: la música pasa directamente al aparato sin que haya fricción. ¡Ah, pero aún hay contacto, es cierto! Justo ahí aparece la nube y el bluetooth, la música está en el aire y no necesitas cables, lásers ni nada visible para transmitirla al reproductor y escucharla. ¿No es una maravilla lo mucho que ha cambiado nuestra forma de guardar y reproducir música?

- Sí, claro que lo es… y lo mismo ha ocurrido con otras formas de transmitir información, ¿verdad?

- Así es, cuando los descubrimientos de la ciencia avanzan en un área, es inevitable que afecten a otras. Además, todo es información.

- Oye, Zac, necesitamos tu ayuda, no sé si quieras hacer algo por nosotros, y para empezar, no sé si vas a creer lo que te vamos a decir. Verás…

Zac escucha con atención la historia que le vamos relatando Jade y yo, sin interrumpirnos, después de un rato se termina el lado “A” del acetato y mejor apaga la música para escucharnos con más concentración. Es algo tardado, pero e cuanto terminamos, lanza un grito de emoción.

- ¡Ujúuuu! ¡Qué buena historia! Esto es ciencia ficción de a deveras.

- Pero nos crees, ¿verdad, Zac?

- Por supuesto que sí. Todo suena tan lógico que debe ser cierto. Solo hay algo que no me cuadra en su historia: entiendo que hay un grupo de personas que se distinguen por su postura racista y pertenecen a grupos de ultraderecha, pronazis y otros así de discriminadores, para ellos es totalmente lógico que se alejen de la “chusma” porque se consideran a sí mismos como una especie superior y todos los demás solamente debemos servirles sin hacer preguntas. Por lo que he visto en los videos que transmiten todo el tiempo, allá en Marte están todos ellos y me parece lo más normal. Lo que no logro entender es ¿qué hacen allá esas otras gentes que son más humanistas, que predican la tolerancia, el respeto y la igualdad?, porque también aparecen en los videos de la gente “contagiada” por esa supuesta enfermedad.

Intervengo haciendo un comentario casi sin pensar:

- Es cierto, tal vez lo que dicen no coincide totalmente con lo que hacen, hay personas así de incongruentes.

Jade es más prudente al opinar:

- Puede ser, pero también pudiera ser que los hubieran llevado a Marte con engaños, si no les dijeron la verdad no pudieron decidir.

Zac retoma el comentario de Jade. Me tiene sorprendido lo rápido que ha asimilado estos hechos y su claridad para hilar las ideas.

- Correcto, y todavía puede haber otra opción: no se fueron a Marte, siguen aquí en la Tierra y de verdad creen que están desahuciados por culpa de esa rara enfermedad. Pienso que, si en verdad son personas íntegras y estuvieran en Marte, al descubrir las intenciones reales de esa colonia extraterrestre no se prestarían a mentirle a la humanidad y pondrían en riesgo a quienes sí lo han hecho.

- ¡Zac, me sorprendes! Se escucha bastante creíble eso que dices, ¡qué listo!

Zac no se inmuta con los comentarios de Jade, sigue pensando en la historia que le acabamos de contar y atando los cabos que le parecen sueltos.

- Creo que sí les voy a poder ayudar, chavos, y también creo que no estamos solos en esto, habrá que localizar a los líderes íntegros que deben estar en la Tierra, ¿se les ocurre alguno? Con ellos podríamos hacer una red virtual y si funciona, podremos hacer llegar información a todo el planeta sin necesidad de causar fricciones innecesarias, ya saben, como con la música.

- ¿Les parece si empezamos con los líderes religiosos, como el Papa o el Dalai Lama? ¿O primero buscamos a los premios Nobel de la paz?

- También hay varios artistas que están asociados en organizaciones a favor de los derechos humanos… creo que ellos no huirían de este planeta.

Y resulta que, al empezar a buscar, van apareciendo los nombres de muchos hombres y mujeres que nosotros creemos íntegros y con respeto hacia sus semejantes. Así inicia la búsqueda, Zac es el responsable de asegurarnos el anonimato y de establecer contacto con esas personalidades, apoyado en la magia informática que sabe hacer. Efectivamente, la mayoría se quedaron en la Tierra e invariablemente escuchan con interés nuestro relato, se sorprenden, pasan por una etapa de incredulidad y reciben con grandes esperanzas el material que Jade ha copiado y respaldado con todo el cuidado posible. Invariablemente también, cada líder que contactamos nos pide que tengamos cuidado, porque también debe haber más aliados del grupo de nazistas aquí en la Tierra, apoyando sus planes.

Lo tenemos en cuenta, y antes de un mes hay varios canales y cuentas en las redes sociales transmitiendo de manera oficial el documental que elaboró este gran grupo de personas a partir del material que les proporcionamos. Mucha más gente de la que esperábamos se ha sumado voluntariamente a las tareas para difundir todo el material, y Zac está feliz por el gran despliegue tecnológico del que forma parte. Esta red virtual le permite hacer contacto con muchas personas como él, aquí participan todos los que apoyan a los líderes honestos en todo el mundo.

Por primera vez desde que “apareció la enfermedad”, algunos lugares dejan de transmitir los videos “alentadores” y en su lugar se puede ver a las grandes personalidades que quedan en nuestro planeta acompañados por su familia, regresando a sus lugares de trabajo o caminando entre la gente en lugares públicos, en estos nuevos videos se les puede escuchar explicando cómo fueron engañados para formar parte de esta gran mentira que aún está atormentando a la humanidad, también aclaran que si ya no existe La Colmena, no se pueden enviar productos, alimentos ni medicinas a Marte, y por lo tanto ya no hay razón para no invertir en mejorar las condiciones de los que vivimos aquí.

Es fácil identificar a las cadenas de noticias que se vendieron a los traidores de Marte, insisten en que todo es un plan terrorista para dominar el mundo y que los líderes que prometen mejorar a la Tierra enloquecieron con la enfermedad, pero sus notas van perdiendo credibilidad rápidamente, ¿seguirán inventando noticias falsas cuando pase el tiempo y dejen de recibir su paga? Porque en Marte tienen que administrar diferente el dinero y sus recursos.

Yo me siento mejor, tan solo por entender lo que está pasando, recuerdo cuando simplemente descubría que cada vez era más difícil vivir y era casi imposible convivir sin saber por qué y eran días desesperantes, ansiosos. Aún no hay un cambio real, pero estoy seguro de que se va a dar. Se necesita crear empleos suficientes, volver a apoyar al campo y erradicar a todas esas personas que se han dedicado a la delincuencia y ya no quieren trabajar. Son problemas bastante grandes y graves, pero confío en que se podrán solucionar. Ahora la gente de nuestro planeta trabaja para nuestro planeta, con un espíritu de solidaridad que yo no había visto nunca antes, más que en esas películas sentimentaloides o motivadoras.

Mientras tanto, sigo viviendo en casa de mis tíos, que ya están bastante grandes y necesitan que los cuide. Mi vida va regresando poco a poco a su ritmo normal y comencé a buscar trabajo, pero la verdad es que la mayor parte del tiempo estoy al pendiente de todo lo que ocurre con lo que hemos dado a conocer. Ahora quien lleva la mayor actividad en todo esto es Zac, y claro, Jade está detrás de todo lo que ocurre, con un entusiasmo que nunca termina.

Así van mis días, es curioso cómo hasta lo más maravilloso se va volviendo normal cuando se envuelve en la rutina.

Es temprano cuando tocan a la puerta y al abrir me encuentro una Jade feliz y radiante, apenas me ve y empieza a hablar sin parar mientras me entrega un paquete con comida que compró por el camino, ella sostiene una charola con cafés que huelen muy rico y sigue hablando, pero no comprendo lo que dice, parlotea bastante y tengo que pedirle que se detenga un momento para entenderla. Ella calla, me observa en silencio e inmóvil y enseguida estalla en risas.

- No viste mi mensaje, ¿verdad? ¡Revisa tu celular!

Es cierto, ella me envió un mensaje esta madrugada, pero ni siquiera había visto mi celular: “Nico me envió materiales desde Marte. Fotos, videos, documentos y hasta números de cuentas bancarias. Ahorita te cuento, voy a tu casa”. Ahora entiendo por qué está tan contenta, me siento junto a la mesa tratando de asimilar todo esto y también me lleno de júbilo. Jade, que ya ha asimilado un poco más lo que está pasando, saca unos sabrosos tamales del paquete que trajo, los calienta y comparte conmigo y con mis tíos, mientras desayunamos sigue hablando sin parar: Ellos, los de Marte, destruyeron La Colmena en su intento por detener a Nico porque no esperaban que él fuera capaz de defenderse tan bien de su ataque y perdieron el control. Tardaron casi 15 años en construir ese centro y para volverlo a hacer tendrán muchos problemas, primero necesitan volverse a organizar. En el material que acaba de recibir hay nombres y fotos de los aliados de Marte que están aquí en la Tierra, y también hay fotos y videos de los habitantes de aquel planeta y sus fantásticas ciudades. Tienen recursos de sobra y pueden vivir sin problemas mucho tiempo, fácilmente se mantendrán con toda comodidad más de quince años, todos se ven sanos y relajados.

- ¡Más de 15 años! ¡y sin trabajar ni producir nada! ¿Con tanta riqueza y nos siguen robando?

- Así es la gente que solo piensa en el poder, Jacobo: ¡no tienen llenadera! –de pronto Jade estalla en carcajadas y casi se atraganta, pero no deja de reir- ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Pobres! No saben lo que les espera ahora que tienen a Nico allá, van a saber lo que es vivir sin libertad y con miedo, ¡y qué bueno! ¡se lo merecen!

- Sí. Por supuesto que se lo merecen.

Dentro de mi alegría, estoy pensativo. Me queda el pendiente de reencontrar a los míos y si todo resulta bien, podré caminar de nuevo en el pueblo y localizaré a mi papá, hoy creo que todo puede ser posible si me enfoco en conseguirlo. Tal vez me estoy pasando de optimista, pero me gusta esta sensación y también me ayuda a mantener despierta mi memoria.

La plática continúa durante mucho tiempo, contactamos a Zac y quedamos de vernos más tarde, ¡tiene que ver todo este nuevo material! Y después de la euforia, viene un momento de paz, es tiempo de estar solos y también es un momento de silencio. No del silencio incómodo, no. Al contrario, ese silencio que viene de sentirte a gusto con alguien que te entiende sin necesidad de hablar todo el tiempo. Así estamos por unos instantes, en un estado parecido a la nada que buscan los meditadores trascendentales y enseguida empiezo a divagar. Creo que nadie se ha dado cuenta, pero hay ocasiones en que me cuesta trabajo recordar y eso me preocupa. No siempre, pero me preocupa.

- ¿Y cómo va tu colección de momentos, Jacobo? ¿A poco te acuerdas de todos? No me imagino cómo le haces… ¿Es como si los tuvieras etiquetados para localizarlos cuando los necesitas?

La pregunta de Jade me sorprende, parece que me estuviera leyendo el pensamiento, ¡qué susto! Pasa un momento, dos, muchos más y yo no atino a contestarle mientras ella me mira, seria. Se levanta de la mesa sin dejar de mirarme y después voltea hacia la ventana, camina despacio hasta quedar frente a ella y avienta su mirada hacia la calle, que a cambio le arroja sol, mucha luz del sol que la hace brillar. No dice nada, solamente agacha un poco la cabeza y sus ojos siguen fijos en la ventana. Yo tampoco digo nada, me siento incómodo y tonto por haber desconfiado de ella… pero no puedo evitarlo, tal vez fue una casualidad. Sí, eso pudo ser. Me levanto de la mesa y me paro a su lado con intención de abrazarla, pero ella se mueve un poco y apoya su mano en el marco de la ventana. Entonces levanta el rostro y me deja verme en la claridad de sus espejos negros, en ese océano de noche profunda solo hay serenidad y el reflejo de mi cara compungida. No sé qué decir, su seriedad me abruma.

- ¿Estás molesto, Jacobo? ¿Fue algo que dije?

- No, para nada, Jade. -pero no puedo sostener mi mentira y termino confesándole que a veces desconfío de ella y me da miedo pensar que está dentro de mi cabeza sin que yo me entere.

- ¡Ay, Jacobo tan tonto! Perdóname por todo lo que pasó allá en la isla. Yo sé que la confianza es muy frágil y cuando se rompe nunca vuelve a quedar igual, aunque se repare, porque quedará la huella de esa rotura. También sé que no puedo obligarte a confiar en mí: la confianza se debe ganar. Y el cariño. Y el respeto. Si tú quieres, voy a tratar de ganarme todo eso dándote mi confianza, mi cariño y mi respeto, no hay otra forma.

- Pero no he dejado de quererte, Jade, ni tengo intención de faltarte al respeto cuando te digo cómo me siento…

- Ya lo sé. Yo siento tu cariño y también te quiero. Te amo, Jacobo. Pero amarnos no es suficiente. Sin confianza no podrá crecer nuestra relación. ¡Ojalá no hubieras estado ahí, Jacobo! No tendrías que guardar esos momentos tan complicados en tu colección.

Sus palabras me calan. No por mí, al escucharla me viene a la memoria todo que ella pasó con Nico en su adolescencia y me imagino la cantidad de recuerdos que ha tenido que superar en su historia. Y yo me metí a esa historia para adueñarme de algunos momentos mientras ella revivía cosas de su pasado.

- ¿Sabes? Yo no me había dado cuenta, pero también tengo una colección de momentos, Jacobo, lo malo es que no soy tan organizada como tú y a veces se me salen cuando no deben, en los momentos más inoportunos. Voy a necesitar que me ayudes a domesticarlos, ja, ja, ja.

- Bueno, la verdad es que últimamente también mi colección está muy alocada. También se me aparece algún momento cuando no debe hacerlo, y me sabotea otros momentos más padres…

- Eso es lo que pasó ahorita, ¿verdad?

- Sí, eso pasó. Estábamos bien, yo me siento muy a gusto contigo y de pronto ¡zas! ¡ahí está! Un momento indeseable del pasado se aparece y se sobrepone al momento que estaba disfrutando en el presente. Creo que no soy el más adecuado para enseñarte a manejar tu colección de momentos.

Ella toma una de mis manos entre las suyas y la besa. Yo llevo esa misma mano a su rostro y lo acaricio hasta que ella la usa como almohada para recargar su mejilla. Estos gestos dicen más de nuestra confianza que cualquier palabra que pueda surgir de nuestras bocas.

- Al contrario. No habrá nadie mejor que tú para valorar y organizar los momentos valiosos de la vida. Aunque algunos no sean muy agradables…

- ¿Sabes, Jade? En estos días de confusión me he dado cuenta de que mi colección de momentos tiene varios huecos, hay algunas cosas que en ocasiones no recuerdo… nombres, lugares, personas, fechas, colores, no sé, a veces un solo detalle hace que pierda por completo el momento que estaba recordando.

- ¿Y no te había pasado eso antes?

- Nop. Bueno, de repente sí, pero no tan seguido como en estos días.

- No te preocupes. Ahí está toda tu colección -me dice señalando a mi cabeza, como si de verdad la memoria habitara en ese lugar dentro de mi cuerpo-, tal vez solamente necesites recuperar la paz para reorganizarte.

Esta vez yo sonrío y eso me da gusto, sobre todo porque veo a Jade con la misma confianza de siempre. La confianza está en mí y poco a poco la voy compartiendo con ella nuevamente. Creo que llegará un momento en que nos demos tanta confianza como lo hacíamos antes, no importa que quede la huella de que aluna vez se rompió.

- ¡Ya sé qué voy a hacer! Voy a hacer una colección de olvidos, Jade. ¡Ya está! Todo lo que no recuerde lo paso a mi colección de olvidos y así no me voy a perder de nada, ¿qué tal?

- Oye, eso está padre, ¿y si se te olvida que tienes una colección de olvidos?

- Pues meto toda mi colección a la colección de olvidos, je, je. Y si encuentro momentos que no me gusten o que no me sirvan, también los voy a pasar, aunque sea por un rato, a mi colección de olvidos. ¡Adiós angustias! ¿Qué no recuerdo tal fecha o tal lugar? No hay problema, están en la colección de olvidos, pero después los regreso a su lugar en mi colección de momentos…

Y con estas reflexiones tontas, nos vamos perdiendo nuevamente en nosotros, escapando por breves instantes de la realidad que nos exige estar presentes, cada vez más presentes.


martes, 12 de abril de 2022

Voluntad

 

Actitud de querer ser quién eres y

no solo quien crees que eres

o peor aún, quien los demás creen

únicamente funciona si conoces

tus propios deseos e intenciones

el límite de esta actitud

es tu propio conocimiento

de lo que quieres hacer o conseguir

tus propios deseos e intenciones

y sobre todo la fé ciega que tengas

en tu libertad y tus recursos.

Para que actúes con esta actitud

es requisito saber lo que quieres

sin dudar cuándo, cómo o con quién

de lo contrario terminas siguiendo

a una voluntad ajena y eso también se vale

cuando sabes que esa es tu decisión

pero primero sigue a la tuya, ahí la tienes

para bien y para mal, lo que sea tu voluntad


domingo, 10 de abril de 2022

Paz

 

Estado ideal, punto cero, equilibrio

donde vive tu claridad disponible

para observar tu vida y tu mundo

sin prisas ni presiones

para crear el mejor momento

para tomar decisiones

por ser ideal es escurridizo

y no dura mucho a tu alcance

tal como sucede con la paz

en la historia del mundo

también sucede en la historia

de cada persona

hay más momentos de conflicto

que de paz y aun así la paz

es decisiva, es un oasis

al que entramos para refrescar

pensamientos y emociones

para descansar y seguir la ruta

más seguros del camino a seguir.

la paz vuela, paloma

déjate ir.


jueves, 7 de abril de 2022

Complicarse

 

No creo que en nuestra galaxia exista otra especie capaz de complicarse la vida tanto como lo hacemos los humanos.

Tal vez tampoco exista una especie así en ninguna otra galaxia. 

Nos organizamos para atacarnos unos a otros, para trabajar y ganar una paga desigual y crear más diferencias entre nosotros; aprendemos a esconder lo natural y presentar todo sintético, desde la comida hasta la apariencia y las relaciones con los demás y con uno mismo.

Crecemos como virus compartiendo pensamientos muy evolucionados junto a acciones muy destructivas y autodestructivas.

Entonces, ¿por qué seguimos aquí?

Tal vez porque detrás de todo eso que hacemos hay una buena intención, a veces muy pequeña o dirigida a un grupito muy reducido de la humanidad, y si bien es cierto que la buena intención no es suficiente, si es evidencia de que hay amor en lo que hacemos. 

El amor, en sus muchas presentaciones, es la motivación más fuerte que tenemos los humanos.

Y creo que esa fuerza existe en ésta y en todas las galaxias.

martes, 5 de abril de 2022

Apoyo interno, apoyo externo

 

Amarse uno mismo

es indispensable

pero no es suficiente

también necesitamos

estar abiertos a dar

y recibir apoyo

en cualquiera de sus formas

y de cualquier persona

viernes, 1 de abril de 2022

Cuento: La nueva Tierra, parte 10

    Ver Parte 1

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Ver parte 9


Dividir o sumar

La nueva Tierra, parte 10


Divide y vencerás”, dice Jade como si estuviera pensando en voz alta, retomando ese refrán tan conocido y cierto como la mayoría de los refranes y que se ma ha grabado porque, además, se lo dijo Nico en la reunión que tuvieron en la isla que al final no era isla. Veo su silueta rodeada por un halo dorado, formado por la luz del sol que la ilumina con tonos naranjas desde el otro lado de la ventanilla del avión, se ve cansada y las nubes que flotan más allá de ella le dan un aspecto etéreo, casi onírico, ¿o seré yo, que todavía no salgo de este sopor? Creo que los dos tenemos bastante sueño.

- La mejor forma de dividirnos fue inventando esta enfermedad que puede consumir nuestras energías en poco tiempo y que se contagia fácil y rápidamente. Nos mataron las ganas de convivir, de salir, de reunirnos y hasta de estar cerca de la gente que queremos. Y por si acaso, para los que no se tragaron ese cuento, se atrevieron a sembrar el terror a través de la delincuencia, al principio organizada y después totalmente fuera de control. Y sí nos dividieron, nos dejamos de ver como semejantes y ahora unos vivimos aislados y otros al acecho, todos con los nervios de punta y el estrés a flor de piel, en alerta permanente contra cualquiera que pueda acercarse, no vaya a ser que esté enfermo o que sea uno de esos desgraciados capaces de matar, robar o secuestrar…

La escucho, lleno de coraje y nostalgia, y aunque quiero ponerle atención, poco a poco mis pensamientos se van yendo a lugares oscuros, lejos, y lejos quedaron también los días en que mi casa era un lugar disfrutable y la compañía de mi familia me daba una seguridad infinita, es como si eso hubiera ocurrido en otra vida… Cuando era niño tuve la fortuna de levantarme cada día con la certeza de que la vida era buena, que estaba seguro viviendo con mis padres y hermanos, y sobre todo con la infantil confianza de que nada de eso iba a cambiar. Ahora me gustaría saber dónde están los que quiero y desaparecieron, y en algo me sigo pareciendo al niño que fui: no me importa cómo, solamente quiero saber dónde están.

Después recapacito y me vuelvo a poner exigente: deseo saber dónde están y verlos vivos. Saber que están bien. El monótono ambiente del avión se rompe con el paso de las azafatas ofreciendo algo de beber, pero en este momento no apetezco nada, ¡hombre! Ni siquiera me quiero mover…

Antes pensaba que extrañaba a alguien simplemente porque no me hablaba durante unos días o porque no me contestaba algún mensaje; cuando era pequeño, si una niña decía que no me quería, o me sentía rechazado por ella, yo juraba que la extrañaba muchísimo, pero ahora entiendo que solamente se extraña a la persona que no podrás ver nunca más, a quien de verdad no volverás a escuchar ni a abrazar.

El silencio que me arrulla se rompe con la voz de Jade, volteo a verla y encuentro su mirada, a pesar de que los dos hemos estado en silencio me dice que estoy más callado de lo normal y me invita a platicarle lo que pienso. Después de escucharme, me asegura que también debo tener algún buen recuerdo o suceso en mi colección de momentos. Entonces me acuerdo de Lily y le cuento:

- Lily me sigue escribiendo, ahora es más fácil por el WhatsApp y esas cosas de las redes, como dijo Zac, y siempre es una alegría tener noticias de ella, aunque también tiene sus problemas, en su última carta me platicó que finalmente convenció a Toño de irse con él al otro lado y dejaron a los niños con su suegra, ¡bendita doña Chayo! Total que se fueron con el mismo tipo que ayudó a los hermanos de Toño a cruzar y él les dijo que ya estaba todo listo, y que había trabajo para todo el que quisiera irse al rancho donde está su hermano. Se emocionaron y salieron en grupo junto a otras personas, tal vez 25, no sé, eran muchas y se repartieron en tres camionetas de redilas. Pero justo al cruzar la frontera algo sucedió, creo que pasó la migra o algo así y uno de los conductores se espantó, a lo mejor era nuevo en ese negocio. Se asustó, pisó el acelerador para alejarse del lugar e hizo varios movimientos bruscos e ilógicos para un camión de carga, eso llamó la atención de la migra que al parecer nada más iba de paso, pero empezó a seguirlos hasta que los detuvo, descubrió a los migrantes escondidos como ratones en la caja de la camioneta, los bajó y se los llevó. Entre ellos estaba Toño. Dice Lily que estuvieron encerrados 3 o 4 días en esos refugios que parecen campos de concentración, hasta que los regresaron a México, pero no los dejaron en Nuevo León, no: los subieron a todos a un avión y los fueron a soltar a Durango sin dinero ni comida. Batallaron bastante para regresar a sus casas allá cerca de Monterrey y me imagino que todo eso lo hace la migra para que la gente escarmiente y ya no vuelva a cruzar la frontera.

- ¿Y eso funciona?

- No. ¡Claro que no! Y menos ahora, ¡imagínate! Lily está trabajando en el otro lado y le manda dinero a Toño, él está convencido de que va a juntarse con ella y lo va a hacer, estoy seguro porque es bien aferrado, mientras tanto, me dice Lily que él está disfrutando a los niños y que a veces lo acompañan a la fonda y le sirven de ayudantes… porque ahora él trabaja en la fonda donde estaba contratada Lily.

Jade ríe de nuevo. Su risa me llena de color y gracias a ella se esfuman mis grises pensamientos, porque resulta que todavía guardo cosas buenas en mi colección de momentos y yo me estaba enfocando solamente en las malas. Tal vez me volví a sentir culpable por estar bien mientras mis hermanos y mi papá podrían estarla pasando muy mal, pero ponerme a sufrir y sentirme triste por ellos no les va a ayudar en nada. Soy más útil para cualquiera si estoy motivado y activo. En algún blog de Internet leí una vez que “el mejor regalo que puedes hacerle a la gente que quieres es estar bien”, hoy compruebo que es cierto.

- ¡Me gusta tu forma de contar historias! ¿Ves, Jacobo? Confía en la vida y nunca te vacunes contra las sorpresas, te apuesto a que no te hubieras imaginado que Lily estaría trabajando en Estados Unidos y su esposo estaría en casa cuidando a los niños –Jade sigue riendo y me contagia su forma tan simple de ver las cosas, ¿para qué complicarlas?

- Cuéntame más, ¿tus amigos? ¿Zac? ¿Qué ha sido de ellos? Y por cierto, ¿por qué le dicen Zac, es extranjero?

- ¡Oh, no! Para nada, es de Zacatecas y pues, en diminutivo le decimos Zac.

Jade sigue riendo. Yo también, y qué bueno, la verdad nos hacía mucha falta después de todo lo que ha ocurrido. Dentro de poco el avión llegará a su destino y la monstruosa ciudad aparecerá bajo nosotros llenando todo el paisaje. Callamos y nos disponemos a descansar durante el tiempo que falta para aterrizar. “Divide y vencerás”. Ninguno lo dice, pero ambos estamos luchando contra el sueño para no perder la conciencia. Estar unidos nos hizo recuperar las fuerzas y disfrutamos este vuelo, el único que cubre la ruta Nueva York-México en este día porque la gente sigue asustada y no viaja, a menos que sea estrictamente necesario y cumpla con los protocolos de salubridad. Beso suavemente a Jade, ella se coloca sus audífonos, escoge su música y cierra los ojos para meterse en los sonidos de Rubén Blades. Yo hago lo mismo y le doy “play” a una canción de Black Sabbath cuya letra me recuerda lo ocurrido, la escucho con los ojos abiertos mirando hacia afuera por la ventanilla, detrás del rostro de Jade: “Los motores de los cohetes quemando combustible tan rápido…”. Creo que es todo lo que alcanzo a escuchar antes de dormirme… ¡y vaya que me costó trabajo despertar!

Las calles de la Ciudad de México están llenas de indigentes, sobre todo las esquinas de las grandes avenidas. Personas autodesahuciadas, convencidas de estar desechas por dentro por esa rara enfermedad que azota al mundo entero, la forma en que se mueven demuestra que no sienten su propia fuerza, hasta los más corpulentos caminan como si no tuvieran energía para sostenerse y eso asusta más a los que tienen la esperanza de estar más sanos.

La mayoría de estas personas están enfermas porque sus defensas han bajado considerablemente, tanto por su estado anímico como por su falta de cuidados: con la creencia de que son muy frágiles no se atreven ni a hacer ejercicio y por sus pocos ingresos no pueden alimentarse bien, los precios de los alimentos se han disparado exageradamente desde que media humanidad se quedó sin trabajo digno, bien pagado, y los narcos se adueñaron del campo. De vez en cuando se nos cruza algún indigente agresivo, son peligrosos porque su situación es desesperada y me imagino que deben vivir con hambre, dolores y otros sufrimientos por su misma condición de marginados, sin embargo, aprendí de Jade una forma muy efectiva para enfrentarlos, caminando grotescamente y arrastrando la lengua al hablar:

- Ven, no te tengo miedo, ¿seguro que estás enfermo? Porque yo sí, ven, déjame tocarte.

No sé si se creen nuestra actuación, pero se alejan lentamente mostrándonos todo su temor y su odio en la mirada. La figura menuda de Jade y mi delgadez extrema ayudan a reforzar lo que decimos, y mientras ellos se quedan con la duda, nosotros tratamos de silenciar nuestras risas burlonas mientras seguimos caminando, a pesar del miedo, es divertido actuar como “enfermos”.

Caminamos sin prisas hasta la estación, pero el metro no funciona regularmente, salen 3 o 4 trenes al día por falta de pasajeros y cuando nosotros llegamos, acaba de partir el de esa hora, así que decidimos salir y caminar un poco más, mirando estas calles casi vacías y antes tan llenas de gente, autos, camiones, bicis, motos y movimiento. Pero el sol hace su trabajo cayendo sobre nuestras espaldas y unas cuadras más adelante ya estamos cansados de cargarlo, en la siguiente estación del metro entramos para quitarnos el calor y nos disponemos a esperar pacientemente a que llegue el próximo tren. Ojalá sea puntual, me siento algo cansado y Jade también, aunque no lo dice y mantiene su sonrisa. Creo que sonreír es su manera de hacer frente a los retos de la vida, es como responderle con otro reto: “bórrame la sonrisa”. En la estación hay unas pocas gentes regadas por todo el andén, separadas lo más posible entre ellas, las familias o conocidos se apretujan entre sí y los viajeros solitarios se pegan a las paredes o se quedan quietos como postes, parados en un lugar mientras llega el tren. Varios policías estáticos vigilan la escena, atentos por si tienen que dispersar a la gente en cualquier momento.

- ¿Algún día cambiará esto?

- Más pronto de lo que crees. Tú lo viste, Jacobo. No van a poder ocultar lo que ocurrió en Acadia y eso va a cambiar al mundo…

- En realidad no vimos nada. Pero supongo que sí, ahí debió ocurrir algo importante.

La mirada de Jade se va muy adelante, mucho más allá de la ciudad y sus calles, pensando en lo que se supone que tuvo que haber pasado en la Colmena.

- Es curioso, si Nico te ve sufriendo puede dejarte tirado hasta morir sin sentir el menor remordimiento. Pero si la persona que sufre es alguien que le interesa o de quien puede obtener un beneficio, se convierte en el mejor samaritano ¡y todo el mundo se entera de lo bueno que es! Ahora que se decidió a actuar contra la gente de Marte, lo hizo en parte para vengarse de ellos por excluirlo de sus planes y en parte porque es un gran negocio y va a reclamar su parte de las ganancias, pero él dijo que lo haría porque quiere ayudar a la raza humana, porque no es justo que todos vivamos como esclavos de unos cuantos miles de personas y que todos merecemos ser libres y decidir la vida que queremos tener.

- ¡Tómala! Qué padre es ser así de justiciero después de haber corrompido a medio mundo y de haber hecho todo tipo de crímenes, ¡qué poca...!

- No te enojes, Jacobo. Él es así, está seguro de que todo lo que hace está bien y sería feliz si este mundo lo reconoce como un benefactor, casi casi un mesías. ¡Imagínate! ¡El hombre que salvó al mundo de la esclavitud!

- ¿Y tú cómo crees que será recordado? Digo, yo creo que él sí va a llegar a Marte y va a encontrar a todos los que le pagaban para mantener a la gente dividida acá en la Tierra, pero no creo que pase nada cuando se encuentren. Le van a llegar al precio y todo seguirá igual, ¿no crees?

- Es probable. Nico es igual que ellos, no tiene escrúpulos. Pero recuerda que él también tiene bastante dinero y lo que va a buscar es otra cosa, quiere vengarse: lo engañaron y quiere demostrarles que él es más listo, va a buscar la manera de chantajearlos o controlarlos porque no le robaron dinero, le quitaron su orgullo, pero bueno, yo digo como Fidel Castro: “La historia lo juzgará”.

- Espero que hayamos hecho lo correcto, Jade.

- También yo. No hay garantías, pero estoy segura que era peor saber lo que está pasando y no haber hecho nada.

Con extraordinaria lentitud, llegamos a la central de autobuses y resulta que no hay salidas a Guadalajara, faltan horas para la próxima, así que compramos los boletos y volvemos a salir para buscar un centro comercial o un lugar donde comer, los puestos y fondas alrededor de la central están cerrados, y aunque estuvieran abiertos, no nos dan confianza.

La comida es cara, pero vale la pena pagarla. Me encanta estar junto a Jade y mientras más la conozco, me resulta más misteriosa. Tal vez Nico, dentro de su egolatría aún siente algo de culpa por la forma en que la ha tratado. Tal vez. O quizá solo está agradecido porque ella le abrió los ojos para reconocer el papel que juega en el maquiavélico plan. O tal vez es como dice Jade, que la considera algo así como un juguete de su propiedad… Por lo pronto, comemos. ¿Será cierto que aquí ella ya no sabe lo que estoy pensando? Volteo para verla y la encuentro mirándome con expresión de niña traviesa, levantando su dedo índice para apuntar hacia el televisor que está al fondo del restaurante, donde están pasando un noticiero.

En la pantalla, las imágenes de una impresionante explosión se roban la atención de todos los clientes mientras la voz alterada de una locutora trata de explicar lo que está ocurriendo, un poco después entra otra voz masculina tratando de aparentar serenidad para comentar a medias lo que dice la chica de la voz alterada, entre el río de palabras y balbuceos que fluyen sobre las imágenes escucho con claridad las palabras “nave espacial” y pongo más atención, aguzando el oído. ¡Sí! Debe ser el parque Acadia, ahí es el desastre y apenas estoy tratando de identificar el lugar cuando se produce una nueva explosión que hunde bajo el piso una gran extensión de terreno, dejando a la vista un inmenso hueco al que se dirigen, entre llamas y mucho humo, algunos helicópteros y unas pequeñas naves, la explosión formó un gran cráter en el parque. Estas escenas se muestran temblorosas en la pantalla, parece que la segunda explosión tomó por sorpresa a los reporteros y perdieron el control de la cámara o de la aeronave desde la que están cubriendo la noticia. Sobrevuelan los alrededores del área afectada por la explosión, pero allá abajo hay demasiado humo para poder distinguir algo, eventualmente se aprecia el brillo de algunas explosiones más pequeñas en el interior, como si fueran relámpagos en medio de una tormenta. Después de unos instantes, los reporteros están más calmados y tratan de comentar lo sucedido pero aún no se reponen totalmente de la sorpresa, no tenían idea de que hubiera alguna construcción bajo el parque, y al parecer se trata de unas instalaciones muy grandes y con tecnología muy avanzada; en la pantalla se aprecia cómo llegan varios vehículos terrestres al lugar y según los reporteros, se trata de bomberos, policías, militares, médicos e investigadores científicos que acuden a prestar ayuda y a saber más acerca de este lugar, hasta ahora ignorado. Nadie sabe tampoco por qué ocurrió este accidente

- ¡Sí ocurrió algo en La Colmena!

- ¿Pero qué? ¿Qué habrá pasado, Jade? ¿Lograría Nico irse a Marte?

- ¿Y si se quedó? –La voz de Jade sale temblorosa de su boca, esta idea la asusta- la Colmena parece destruida, así nadie podrá salir de la Tierra, ni entrar. ¿Qué tal si decidió vengarse de ellos dejándolos abandonados en Marte, pero él se quedó aquí?

Veo el terror en su rostro y ahora comprendo que no ama a Nico, él debe ser una persona muy mala, peor de lo que yo pensaba.

De pronto se interrumpe el sonido del noticiero y un sorpresivo silencio se apodera del restaurante, la pantalla donde se transmitía la noticia se convierte en un fondo azul fuerte que lentamente se va haciendo más claro, hasta volverse azul cielo, dura así por un instante y después aparece al centro un punto blanco, deslumbrante que crece rápidamente como la luz del día y al difuminarse aparece Nico, sonriente y de pie junto a una puerta de metal. Nos observa fijamente desde la pantalla y sin dejar de sonreír, empieza a hablar:

- ¡Saludos, amigos y amigas! Me llamo Nicolás X, estoy en las faldas del Popocatépetl, en el centro de México y tengo buenas noticias para todos, noticias que nos devolverán la verdad y nos harán libres para que cada uno sea dueño de su propia vida. Antes de decirles mi mensaje, quiero que observen bien este lugar (la cámara que grabó el mensaje gira lentamente ofreciendo una vista completa del lugar durante largos segundos, parece una escena sacada de una película de ciencia ficción), este lugar se llama “La Colmena”, aquí se han reunido los mayores logros que la ciencia ha podido desarrollar, para utilizarlos en beneficio de la humanidad.

Jade y yo nos volteamos a ver con cara de idiotas cuando escuchamos a Nico.

- ¿En el Popo? ¿Qué no era en Acadia?

- ¿Qué onda? ¿Está en México? ¿Todo eso está en México?

No alcanzamos a entender qué pasó, evidentemente Nico nos hizo creer que la Colmena estaba en un lugar muy diferente, pero está muy cerca de aquí, ¿qué pasó? ¿a dónde nos llevaron a tomar ese avión?

En pantalla, la escena se corta y enseguida Nico vuelve a aparecer, Jade y yo volvemos a enfocarnos en lo que está diciendo, esta vez lo vemos en otro espacio mucho más amplio e iluminado, con un techo altísimo y una especie de rampa muy larga que llega hasta el exterior, saliendo por una abertura en ese techo tan elevado como una montaña. Abajo, justo donde inicia la rampa, hay un extraño aparato de gran tamaño con una simpática figura casi esférica, Nico se acerca a él mientras comenta:

- Aquí hemos encontrado inventos, aparatos, descubrimientos que no han beneficiado a todos los habitantes de este planeta, solamente a unos cuántos… Lo que les voy a platicar enseguida es difícil de creer, les pido que confíen en mí. Miren (señala al aparato que está frente a la rampa), esta es una nave espacial diseñada para hacer viajes entre la Tierra y Marte. En naves como ésta se han estado escapando a aquel planeta todas esas personas famosas que dicen amar a la Tierra y también dicen que están muy preocupados por nosotros ¡mentira! ¡son puras mentiras!

Nico hace una señal, y por el lado derecho aparecen sus hombres flanqueando a un grupo de personas con batas blancas, que avanzan con unas cuerdas atando sus manos y mucho miedo cubriendo sus caras.

- Estas personas han estado trabajando en La Colmena durante años, las vamos a dejar aquí para que la policía pueda recogerlas. Creo que nos podrán explicar cómo lograron hacer la ciudad más moderna, lujosa y funcional en otro planeta, tal vez también nos puedan decir cómo es que allá viven totalmente sanos y felices los personajes que nosotros vemos como si estuvieran enfermos y moribundos en tantos videos. ¡Allá están sus presidentes, sus empresarios, sus artistas y sus líderes! Allá viven sin producir nada porque nos han convertido a todos en sus esclavos: ¡trabajamos aquí para que ellos vivan felices en su mundo! Mis hombres van a cuidar de estas personas hasta que lleguen las autoridades, para que compartan su tecnología y para que hablen con lujo de detalles, porque tienen mucho qué decir acerca de cómo sucedió todo esto, qué han hecho en este lugar y sobre todo, algo muy especial: cómo pudieron controlar a toda la humanidad con una enfermedad letal… que no existe.

Nico hace un gesto teatral y en una pequeña pantalla colocada en una pared cercana, muestra uno de esos clásicos vídeos donde aparece el presidente de Francia con gesto dulce y amoroso, comentando el sufrimiento que le causa esa rara enfermedad y diciendo que lo que le preocupa más es el destino de su pueblo, también lamenta mucho no poder estar a su lado, pero es necesario estar aislado para no contagiarlos ni agravar su propia salud. Volteo a mirar a Jade y la encuentro extasiada, tiene la boca abierta en una gran sonrisa y los ojos húmedos por la emoción. Nico continúa:

- ¿Creen que ese hombre está enfermo y sufriendo? Todo eso es una farsa, nos han engañado, se han burlado de nosotros y mientras nos compadecemos de ellos, ellos se ríen de nuestra inocencia y nos quitan las ganancias de nuestro trabajo.

Cuando Nico abre la puerta de la nave, la cámara muestra un interior cómodo y espacioso, diseñado con tan buen gusto que resulta inimaginable en un aparato de diseño tan sencillo en el exterior. Es impresionante su comodidad y sus amenidades para el viaje.

- En naves como esta caben hasta 100 pasajeros en lugares de primera clase. Hoy vamos a hacer el mismo recorrido que han hecho las personas que nos estafaron para hablar con ellas y exigirles que rindan cuentas a los habitantes de la Tierra. Me mueve el deseo de justicia y libertad, sé que hay riesgos porque desconozco si allá en Marte nos van a esperar con armas u hostilmente. Pero nosotros, la gente de la Tierra, somos personas de bien y merecemos saber la verdad y volver a trabajar para alcanzar nuestro propio bienestar, no para mantener a un grupo de zánganos que piensa que todo este planeta y sus habitantes somos de su propiedad. Si algo sale mal, espero que alguien más pueda continuar esta misión.

Éste es su momento, Nico está feliz disfrutando su protagonismo y lo está aprovechando al máximo. Hace otra señal con gesto teatral y entra un grupo de hombres armados que se ubica en los asientos con disciplina marcial y abrocha sus cinturones de seguridad, al hacerlo, bajan del techo varias caretas o cascos, cada uno toma una y la coloca en su cabeza. La puerta de la nave se cierra y se escucha una voz que dice estar en la cabina de mando, el sonido no es muy bueno, pero se alcanza a distinguir entre el ruido de fondo que ya está casi todo listo para despegar y todos deben estar sentados y asegurados. Nico también ocupa su asiento, la cámara que transmite este video es colocada en un punto desde el cual podrá grabar a todos los pasajeros durante el viaje. Nico voltea a mirarla, en el restaurante y en todos los lugares que estén mirando la televisión también lo miramos fijamente y alcanzamos a escuchar sus últimas frases:

- Estaré en contacto. Jade, revisa tus mensajes.

En ese momento comienzan a escucharse fuertes sonidos de sirenas y alarmas, la nave vibra y por las expresiones corporales de los pasajeros se advierte que va en movimiento, al fondo se escuchan explosiones y mucho ruido, después todo queda a oscuras y se corta la transmisión. Durante unos instantes no se ve nada, hasta que vuelve a aparecer la señal del noticiero, con una gran cinta roja en la parte inferior que dice “Transmitiendo en vivo desde el Popocatépetl”. Resulta que Nico sí nos engañó… me siento un poco decepcionado, pensé que Jade y yo éramos más listos.

Los locutores retoman el hilo de la noticia, no saben lo que ocurrió y uno de ellos recibe una llamada. Es una persona del equipo de rescate, que ubicó el salón desde donde estuvo transmitiendo Nico, pero está en la parte subterránea y las escaleras y elevadores están destruidos, el reportero calcula que podrían tardar horas en desplazarse hasta allá a pie. El helicóptero del noticiero vuela en círculos alrededor del cráter, sin aterrizar por el riesgo de que haya otra explosión, un derrumbe o personas armadas… mientras el helicóptero maniobra, es posible identificar la rampa entre los escombros que quedaron en esta área, al menos parece que Nico sí estuvo en este lugar antes de que ocurrieran las explosiones. Hay varias personas muertas y heridas, además, mucha maquinaria y dispositivos tecnológicos han sido destruidos. ¿Y los científicos de La Colmena? ¿Y Nico?