jueves, 26 de febrero de 2015

Amigo imaginario

"A veces pienso que todos mis amigos han sido imaginarios."
(Papá de Calvin, en la historieta "Calvin y Hobbes")



Hay personas que ven a los amigos imaginarios como algo malo o perjudicial, y cuando descubren que un niño tiene un amigo imaginario y se lleva bien con él, pueden dar el grito en el cielo y obligar al pobre niño a ser realista "por su propio bien", cuando en realidad es por el bien del adulto que se asusta ante semejante demostración de creatividad y ante el reconocimiento que hace el niño de su necesidad de compañía.


Hasta hay colegas que llegan a decir que un niño tiene "psicosis infantil" porque se atreve a compartir las vivencias que tiene con su amigo imaginario. Eso es peligroso, tener un amigo imaginario no es suficiente razón para diagnosticar una psicosis ni ninguna otra enfermedad mental. Por suerte también hay personas que aceptan el hecho de que un niño pueda tener su amigo imaginario sin asustarse ante la amistad. 


Porque a fin de cuentas se trata de eso: De aprender a ser amigos, de compartir, de interesarse por otro y saber que, de algún modo, ese otro se interesa por uno. ¿Pero funciona aunque se trate de un amigo imaginario? Pues sí: tanto en la vida diaria como en la psicoterapia funciona. Los terapeutas usamos por ejemplo la "silla vacía", el "niño interior", el "yo sabio" o cualquier otra entidad para atraer a un amigo imaginario que nos ayude a descubrir partes ocultas de uno mismo, para conocernos más.


Una de las metas que me propongo cuando una persona confía en mi es la de ayudarle a convertirse en su mejor amigo o amiga. A tratarse bien, valorarse y apoyarse tal como apoyaría a la persona que más quiere. Y claro, en esos casos siempre resulta muy útil la metáfora del amigo imaginario en cualquiera de sus presentaciones, sin importar qué edad tenga la persona en cuestión. ¡Vamos! Hay ocasiones en que yo me he sentado en la silla vacía a platicar con Nietzsche, con Freud, con Zapata o con personas importantes que han formado parte de mi historia y ahora ya no están, o están lejos físicamente. 


¿Y de qué sirve refugiarse con los amigos imaginarios? De mucho, siempre que uno no se quede todo el tiempo con ellos (a los amigos se les visita, se les disfruta y después cada quien para su casa, para volverse a ver con gusto en otra ocasión). Lo menos que puede pasar con un amigo imaginario es que uno llegue a ordenar sus pensamientos y sus sentimientos al hablar con él. Pero también pueden pasar más cosas. Puede pasar, por ejemplo, igual que ocurre con las amistades de carne y hueso, que estar en contacto con el amigo imaginario nos permita descubrir una faceta más honesta de nosotros mismos, o que nos de más claridad para expresarnos en una circunstancia que nos causa conflicto, o que simplemente nos sirva como entrenamiento para relacionarnos con otras personas de una manera más asertiva, sabiendo que uno mismo es su mejor amigo.


Los chicos cierran la etapa del amigo imaginario alrededor de los 7 años. Los grandes podemos llamar a nuestro amigo, o nuestros amigos imaginarios las veces que sea necesario, y si nos conducimos con confianza, encontraremos el espejo que en ocasiones necesita nuestra vida para verse con claridad.

Hasta luego.

miércoles, 25 de febrero de 2015

¡Pero cómo! ¿Facebook psicólogo?


Somos transparentes: No podemos evitar que los demás nos conozcan cuando actuamos, hablamos, callamos, nos movemos o no reaccionamos. En cada cosa que hacemos o dejamos de hacer está la esencia de nuestra personalidad y un observador atento rápidamente se da cuenta de ello. También lo nota toda la gente que, por tratarnos a diario, nos llega a conocer mucho más de lo que uno mismo se da cuenta. Eso es normal y siempre ha sido así, pero ahora hay otras posibilidades de convivencia y nuevas formas de actuar que han abierto novedosas ventanas por las que se asoma nuestra personalidad, y según dicen algunos, con más precisión de la que podrían tener familiares o amigos cercanos:




Ya he comentado antes algunos riesgos que entraña el uso del facebook y otras redes sociales, aún cuando tomamos todas las precauciones posibles al usarlas, hoy retomo ese tema porque me enteré que existe una aplicación capaz de elaborar un perfil de personalidad de los usuarios del facebook sin hacerles una sola pregunta, simplemente registrando cada uno de los "likes" o "me gusta" que uno deja en esa red social. Es como si cada "me gusta" fuera una huella que permite a ese programa seguirnos y al final del camino puede describir varios rasgos de nuestra personalidad, desde el sexo, la edad, las preferencias sexuales, ideológicas, gastronómicas, lúdicas, de entretenimiento, de ropa o de lugares. 


¿Quieres conocer esta aplicación? Entra aquí (está en inglés):



Yo aún no la he probado, a pesar de que me interesa saber cómo funciona y qué tanto me puede llegar a "conocer", no me da plena confianza autorizar a que me esculquen y procesen todos mis "me gusta"... Podría poner como excusa el hecho de que tengo muy poca actividad en las redes sociales, pero eso no es obstáculo, ya que aún dejando pocas huellas en el camino, son suficientes para dejar ver algunos rasgos de quién soy en realidad.




Tal vez resulte que no estoy totalmente evolucionado para estos tiempos modernos y estos adelantos tecnológicos. A mi modo de ver, usar una aplicación como esta especie de espejo mágico que te dirá tus verdades sin tratar de complacerte, podría ser como ir al psicólogo nada más por el diagnóstico, y eso me recuerda que en varias ocasiones me han pedido brindar psicoterapia en línea o por teléfono y no he aceptado, pero sí he brindado asesoría psicológica por esos medios de comunicación a distancia. Y aunque la asesoría psicológica funciona adecuadamente con estas técnicas a distancia, la psicoterapia requiere del contacto personal para aplicar técnicas vivenciales y percibir las señales analógicas y digitales que se dan en la comunicación, cosa que no es posible a distancia.



Pero en fin, eso es otro tema, si va a ser posible obtener diagnósticos de personalidad en línea con esta especie de psicólogo virtual, hay que hacerse a la idea y verlo como una ventaja, tal vez como una especie de test permanente que con el tiempo también permitirá conocer cuánto ha cambiado nuestra personalidad "máscara" (la esencia nunca deja de ser la misma). Y claro, sin quitar todas las herramientas de diagnóstico que existen actualmente.




De cualquier manera me quedo con muchas dudas, espero que se irán despejando conforme se utilice más esta herramienta y otras similares que sin duda se irán desarrollando y poniendo en uso. Una de mis dudas es hasta dónde podrán otros conocer mi perfil de personalidad pues, como ocurre en la vida real, podría ser que un tercero llegue a conocer aspectos de mi persona que yo aún no he descubierto, o que conozca más de mi vida interior de lo que yo me imagino (hay muchos casos de este tipo documentados no solo en facebook, los riesgos de que una persona abuse cuando conoce mucho de otra existen). Otra duda tiene que ver con la privacidad de mis contactos o amigos: Hay algunas personas que más o menos conocemos simplemente con ver los comentarios, fotos y "likes" que comparten con amigos que tenemos en común. Si yo en algún momento estoy de acuerdo con que esta aplicación elabore mi diagnóstico de personalidad, tal vez mi decisión alcance también a mis amigos simplemente por estar relacionados en el facebook conmigo, eso permitiría obtener "de rebote" un perfil de personalidad de muchos de ellos.



Bueno, es un campo nuevo y hay mucho que aprender, aunque en lo personal me da bastante desconfianza pensar en qué harán con todos esos perfiles de personalidad los dueños o administradores de esa aplicación...


Aquí dejo el artículo original, para quien desee leerlo:





Hasta luego.

domingo, 15 de febrero de 2015

Alimentar el desamor

"En la escuela nos enseñan a memorizar fechas de batallas pero que poco nos enseñan cosas que hablen de amor"
(Los Fabulosos Cadillacs)


Ayer fue el día del amor y la amistad. ¡Muchas felicidades a todos! Mis mejores deseos de que no solo en estas fechas sino en todos los días de sus vidas puedan vivir el amor.


Y bueno, parecerá contradictorio, pero casi siempre escribo acerca del amor, de lo que debería ser y de todo lo que cabe en esa palabra tan idealizada a veces y tan cercana en otras ocasiones, pero hoy pensé en hablar de todo lo que no es el amor, de lo que no queremos en nuestras relaciones, de las actitudes que llegan a destruir la vida de una pareja, y me acordé de varios ejemplos de inmediato:

Chantaje.
   Alianza (con hijos, mamás, papás, amistades o alguien más).
      Humillación.
         Violencia.
            Reclamos.
               Celos.
                  Posesividad.
                     Miedo.
                        Burlas.
                           Gritos.
                              Intolerancia.
                                 Desconfianza.
                                    Infidelidad.
                                       Irresponsabilidad.
                                          Vicios.
                                             Codependencia.
                                                Peleas.
                                                   Machismo.
                                                      Hembrismo.
                                                         Falta de compromiso.
                                                            Vergüenza.
                                                               Comparaciones.
                                                                  Mentiras.

Y muchos otros más (si te acuerdas de otro por favor lo compartes en los comentarios, al final de este texto), cuando me doy cuenta de la facilidad con que me vienen a la mente estas actitudes, me asusto porque también estoy programado con estos intereses que van en contra de la confianza en la pareja, de la convicción de poder llevar un proyecto de vida con otra persona por mutua voluntad, y del deseo de recorrer el camino de la vida acompañado y no solitario. Y cuando falta todo esto hacia la pareja, significa que también hay carencia de ello en el interior de uno mismo.

"No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar".
(Albert Camus)


¿De dónde vienen estas ideas y actitudes de desamor? ¿Dónde las aprendemos? 

Prácticamente en todos lados: 

En casa, con los ejemplos de mamá, papá y otros familiares, también con los amigos y amigas de la familia, que llegan a tener un papel muy relevante en la dinámica familiar porque hasta parece que "piensan igual" y eso refuerza la idea de que este mundo funciona como dicen en mi casa (cuando éramos niños cada uno traía su carga de casa, ahora de grandes le agregamos a esa carga original nuestra propia versión adaptada, a veces incluso corregida y aumentada); 

En la escuela, donde desarrollamos habilidades sociales y personales y podemos encontrar ejemplos de cómo expresar los sentimientos asertivamente y cómo actuar cuando alguien más abre sus sentimientos y emociones, pero también, desafortunadamente, es posible encontrar con mucha frecuencia las razones para no mostrarnos tal cual somos y ocultar nuestros verdaderos sentimientos e ideas (no solo por el bullying, sino también por las críticas y juicios emitidos por personas bien intencionadas de una manera no adecuada); 

En las películas, igual las muy mexicanas aunque no sean de la "época de oro" y las extranjeras, especialmente las de estilo hollywoodesco, ambos estilos cinematográficos promueven estereotipos muy definidos donde una persona, hombre o mujer, puede hacer grandes cosas y lograr el éxito por sus propios medios, pero todo esto no sirve de nada si no es realizado para que lo valore alguien más (como si el amor verdadero solamente se alcanzara con grandes sacrificios o realizando algún acto heroico o extraordinario. En caso contrario cualquier candidato a enamorado tendrá que renunciar a su sentimiento); 


En los programas de televisión (siempre son un buenísimo ejemplo de esto los programas de Televisa y TVAzteca, aunque en todos lados se explota el desamor), y sobre todo ¡cómo no! en las novelas románticas que desde su aparición han servido para agregar más ilusiones, angustias y sufrimientos a sus asiduos seguidores, amén de convertirse por sí mismas en unas lecciones permanentes de que el amor solamente se alcanza (obvio) con grandes sacrificios o realizando algún acto heroico o extraordinario. Imagínense dónde quedaría la mayoría de los simples mortales que normalmente decidimos amar compartiendo nuestras vidas tal como somos, conscientes de que nuestros actos más extraordinarios dependen no de hacer algo espectacular sino de conducirnos con honestidad y congruencia en lo que decimos, pensamos y hacemos.

Y en las canciones, las pop, las underground, las arrabaleras, las románticas y casi en cualquier género volvemos a encontrar esos estereotipos. Lo curioso o diferente es que como las canciones son la forma de arte más accesible y cercana a todos, se vuelve la más influyente en nuestras vidas y una excelente forma para bombardear nuestra mente cuando se trata de inculcarle alguna idea. A la par de las canciones están las noticias, los comentarios, los anuncios, y cuando todos estos ingredientes se juntan y se revuelven en un brebaje auditivo, se crea un contexto perfecto para que cualquier estereotipo, conducta o emoción se exhalte o se inhiba, sin mucho problema. Como todos los días, en cualquier lugar y prácticamente a cualquier hora escuchamos canciones, resulta que hemos aprendido a compartir algunos elementos en común:

Por ejemplo, todos sabemos que cuando estamos enamorados y mal correspondidos debemos escuchar canciones de desamor, de esas que duelen. También sabemos que cuando estamos enamorados y sí nos corresponden debemos escuchar canciones de "amor" de esas que dicen que uno no puede vivir sin la otra persona (aunque eso no es amor, eso es idealizar la codependencia y reforzar la baja autoestima). Esas canciones nos enseñan que está bien vivir pegados al recuerdo de un gran amor en lugar de subirnos al tren de la vida y vivir el presente. Nos enseñan que si alguna vez sufrimos un desengaño amoroso está muy bien guardarle rencor a todas las mujeres o a todos los hombres (según sea el caso) porque solamente la venganza podrá devolverle la paz a nuestro corazoncito (¡cosa más falsa! Esto sigue siendo vivir en el pasado sin darse la oportunidad de conocer nuevos estilos de relación) y nos enseñan también que el amor verdadero no es más que un ideal inalcanzable... y si es inalcanzable ¿para qué me esfuerzo?


"El amor nunca muere de hambre; pero tal vez de indigestión"
(Ninon De Lenclos)

Llevando al extremo los mensajes de desamor nos encontramos con dos opciones opuestas: 

1. Me olvido de buscar el amor verdadero porque ni existe y mejor termino por dedicarme a conquistar personas y disfrutar la pura pasión, o

2. Me dedico en cuerpo y alma al amor de mi vida, mi complemento, olvidándome de mí aunque esa persona no me valore porque si no, la vida no tendrá sentido y seré siempre una persona incompleta.

Pero entonces el desamor existe. Y también existe el amor. Y a diferencia del desamor, no se dan a conocer tantas recetas facilonas para vivirlo y aprovecharlo, pero hay algunos tips básicos que sí podemos tener presentes, como estos dos:

1. El amor debe nacer dentro de uno mismo y de ahí se comparte. Cuando no busco primero mi propio amor puedo pasarme muchos año o incluso toda la vida culpando a otros por no darme amor. Cuando encuentro el amor en mi interior y lo comparto, entiendo que eso del amor se construye voluntariamente entre dos personas diferentes, cada una a su manera, y no se puede exigir.

2. El presente nos deja actuar, centrarnos en el pasado o el futuro nos lo impidenSolamente estando conectados con el presente podemos dedicarnos a nosotros mismos en primera instancia y enseguida a compartirnos con alguien más. 


¿Y vamos a dejar de ir al cine, de escuchar canciones, de ver la tele, de recordar las frases de mamá, papá y tantos otros seres queridos? ¡Claro que no! Todo eso forma parte de nuestra historia personal, ha servido para ir construyendo a la persona que somos actualmente y seguirá teniendo un lugar dentro de nosotros, pero si nos damos cuenta cuáles mensajes nos ayudan a fomentar actitudes de desamor (otros nombres son prejuicios, intolerancia, machismo, hembrismo, soberbia, prepotencia y varios más), podemos filtrarlas y elegir como modelos aquellas que nos llevan a descubrir nuestra propia valía, aquella que nos ayuda a construir experiencias y sentimientos valiosos con otras personas.

Cada uno de nosotros decide qué clase de alimento le da a sus sentimientos.

Hasta luego.

domingo, 1 de febrero de 2015

Nuestro estilo de comunicación

"Los años enseñan muchas cosas que los días jamás llegan a conocer".
(Emerson)


¿Recuerdan las afirmaciones positivas? ¿Y el arte de amargarse la vida? ¿Qué tipo de lenguaje utilizamos en casa?, ¿qué tipo de ideas fluyen en la rutina diaria del hogar? Como hemos visto, nuestra mente es un nido donde llegan y se quedan a vivir las frases que escuchamos constantemente, y estás frases con sus ideas constructivas o destructivas se instalan por mucho más tiempo cuando las escuchamos de boca de la gente que queremos o admiramos.


A nosotros nos pasó, crecimos oyendo las frases que decían papá, mamá, tíos, tías, abuelitos, hermanos, amigos, y después, en nuestra juventud y nuestra vida adulta seguimos escuchando en nuestro interior esas frases y creyendo en ellas. Tal vez en estos momentos ya tienes hijos y estás criando tu propia familia, y continúas escuchando esas frases que se te grabaron allá en los lejanos años de la infancia porque "lo que bien se aprende jamás se olvida". Es muy probable que esas frases te hayan molestado en algún momento de tu vida, pero con el paso del tiempo se han vuelto parte "normal" de tu persona, y ¡por supuesto que se las vas a decir a tus hijos!

Esto se llama "modelar la conducta", lo ideal es que modelemos la excelencia, es decir que podamos discriminar entre lo que nos es útil y lo que nos es dañino, para quedarnos con la primera de estas opciones y asimilarla como una parte normal de nuestra vida a base de integrarla en nuestras afirmaciones positivas. Pero a veces esta programación no resulta como queremos, y esto se debe a que metemos en nuestra mente un programa erróneo, más frases del "arte de amargarse la vida" que de "afirmaciones positivas". Y si en la vida diaria le damos más importancia a nuestras propias quejas, será muy difícil alcanzar a reconocer nuestros aciertos y los de la gente que nos rodea.

Las frases, el estilo de comunicación, las afirmaciones que escogemos para repetir en casa y todo lo que les decimos a nuestros hijos verbal y corporalmente, son nuestra herencia educativa. Se aprende más en casa que en la escuela, así que dejo la invitación a hacernos caso, a decirle a las cosas por su nombre, a hablar de lo que queremos en lugar de hablar de lo que no queremos, y también a considerar las siguientes reflexiones:




"Podrían engendrarse hijos educados, si lo estuvieran los padres".
(Goethe)

No importa la edad que tengamos, siempre es buen momento para reconocer alguna carencia en nuestra formación personal y comenzar a reeducarnos voluntariamente.

Nuevamente nos es de mucha ayuda introducir frases asertivas, afirmaciones positivas en nuestros diálogos cotidianos con la gente que queremos y con la que nos interesa mantener una buena relación. Por ejemplo frases que inicien con:

Pienso.
Siento.
Quiero.
Me interesa.
¿Tú qué piensas?
¿Qué te parece?
¿Cómo podemos resolver esto?
Te escucho.

¡Hasta luego!