viernes, 30 de septiembre de 2011

Agradecido con la vida

Al pensar en este escrito me llegó de inmediato una frase de Arturo Meza, de su disco "Sin título": "No le pidas cuentas a la vida, porque seguramente le sales debiendo".

Y es que ayer hablaba sobre lo difícil que es para cualquiera dar ejemplo a los hijos, o a cualquier otra persona, de cómo ser felices con la vida, y eso es difícil porque no estamos acostumbrados a creer en la felicidad cotidiana, más bien pensamos en la felicidad como un momento de júbilo o de alegría desbordante, jacarandosa y escandalosa, pero es obvio que no podemos vivir siempre en ese estado de ánimo y eso crea la frustración de vivir "buscando la felicidad", es decir, esos momentos de euforia para poder decir que uno se siente bien.

La felicidad está lejos de las canciones ruidosas y las fiestas con excesos(eso es escapismo puro), consiste más bien en aceptar la vida como es y ser agradecidos con ella.

¿La vida no te ha dado todo lo que quieres? A mí tampoco, y no se detiene por eso, la vida sigue y yo y tú y todos los conocidos vivos vamos en ella. Tengo entonces la oportunidad de pedirle lo que realmente quiero y esforzarme por conseguirlo, mi responsabilidad es saber qué quiero y enfocar mis esfuerzos a ese objetivo, si los enfoco a otra cosa también es mi responsabilidad y no puedo culpar por ello a mi vida ni a la de otro. ni modo. A menos que seamos pariente cercano de Slim, de Bill Gates o de un empresario de esa talla, no podremos tenerlo todo en términos materiales, así que hay que saber escoger.

También podemos tener muchas cosas materiales por la vía del crimen y de la corrupción, pero aquí estoy en el entendido de que también quiero vivir en paz conmigo y con mis semejantes, así que de entrada descarto como opción eso de convertirme en parte de la delincuencia organizada o en achichincle de algún político de alto nivel, que ahorita es otra forma de mafia organizada.

Asumo que la mayoría de los que leen esto (si no es que todos) formamos parte del común de ciudadanos que tenemos que vender nuestros conocimientos o nuestra fuerza de trabajo, o un poquito de ambos artículos para vivir.

Y aún así es posible vivir dignamente y sacar adelante una vida que nos deje satisfechos por cómo la hemos vivido. El reto principal es mantener lejos al Rey Mierdas en cualquier manifestación y en lugar de quitarle valor a todo y vivir quejándonos y culpando a los demás, podemos agradecer este día y vivir plenamente el presente, ese famoso "aquí y ahora".

Tengo muchas broncas y problemas, y yo me encargo de ellos hasta donde puedo, si se me atora mi barco, pido ayuda reconociendo que no puedo solo con todo y si no se atora, pues sigo dando pasitos en mi camino, con confianza.

Hemos aprendido a preocuparnos y ocuparnos del mundo material, lo cual está muy bien porque sobre esa base nos alimentamos y nos movemos, es el alimento tangible, la "leche" de nuestras vidas. Pero también existe el mundo de las emociones, los pensamientos, los sentimientos y el espíritu; si dejamos de hacerle caso nos ocurrirá como decía en los "apuntes sobre el origen de la rebeldía", que en pocas palabras es ir por la vida sin saborear su "miel", aún cuando estemos bien nutridos en cuestiones materialistas.

Y aquí me detengo porque me acordé de otra frase que escuché en la película "Solo contra el mundo" y me gustó mucho:

"Yo no tomo de la vida más de lo que le puedo devolver".

Otra vez gracias por leer, si quieren opinar adelante.

Hasta luego.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Apuntes sobre el origen de la rebeldía

Dicen que la rebeldía es una característica inseparable de la juventud, incluso Salvador Allende dijo en una visita que hizo a la Universidad de Guadalajara su famosa frase "Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica". Y nótese que estoy utilizando intencionalmente las palabras "rebelde" y "revolucionario" como sinónimos, ya que toda rebeldía indica que hay una inconformidad con algo, que se busca un cambio.

Todos los revolucionarios se ganan la simpatía de un grupo de personas y el rechazo de otro grupo, el de intereses contrarios. En este caso me voy a referir a la rebeldía individual, esa que se va desarrollando conforme crece la persona y siente como que le va quedando chico el ambiente donde creció, por decirlo de una manera muy simplista. Y hago otra aclaración: lo que expongo aquí son ideas que pueden ser ampliadas pero que considero seriamente como elementos que influyen en el origen de la rebeldía. El cómo se encauza esa energía rebelde o cómo llega a ser una fuerza destructora será motivo de un escrito posterior. Aquí vamos:

Unos dicen que todo empieza en la infancia, cuando el niño se crea una “imagen” de las personas más importantes en su vida y esta imagen se queda grabada en su mente como si fuera una verdad absoluta. El niño adquiere entonces unos puntos de referencia importantes para confirmarse a sí mismo como persona, en base a la seguridad que le da el "saber" como son las gentes con las que convive.

Con el paso del tiempo el niño va creciendo, conoce más personas, ingresa a escuelas, aprende cosas y cambia su convivencia con esas personas importantes de su niñez más temprana, que aún así siguen siendo las más importantes para él porque forman su núcleo familiar, aunque ahora puede ser que lo traten de manera diferente y que el comportamiento en general de estas personas también sea distinto, pues poco a poco se van quitando la máscara de "cuidado, no hagas eso que aquí está el niño", y además va dejando de ser niño: Las personas cambian, la imagen no. Si no hay una comunicación directa con el niño, él seguirá tratando de encajar a sus seres queridos o importantes en la imagen que se formó de ellos.

El niño sigue creciendo y sus seres queridos también continúan cambiando, hasta que llega un momento en que la realidad y su imagen no pueden coincidir. Éste es el momento en que se toma la decisión: negarse a aceptar la realidad o tratar de cambiar para adaptarse a los cambios externos.

El que creó la imagen se siente decepcionado, lastimado y ofendido, no alcanza a darse cuenta que él mismo ha cambiado y seguirá cambiando, y solamente percibe el cambio en los demás.

La otra persona sigue siendo quien es. Esto no significa que esa otra persona no va a cambiar, al contrario: sigue siendo una persona cambiante, tal como ha sido desde antes y como seguirá siendo mientras viva, eso es la evolución.

Sin embargo, el “ofendido” reacciona con rebeldía, en cualquiera de sus presentaciones. ¿Y cuál es la forma más común de "rebelarse" ante la gente que antes era importante? Pues convertirse en Rey Mierdas y echarle la culpa de todo a los demás, es decir: La persona se niega a reconocer su propia necesidad de cambio y a hacerse responsable de su vida, no quiere crecer.

¿Y esto tiene remedio? Pues sí, para remediar esta actitud hace falta tomar otra decisión: Si el ofendido actualiza su “imagen” de la persona y la suya propia, las relaciones pueden continuar de manera sana y nutricia para todos los que participen en ella.

En caso contrario, el "ofendido" seguirá justificando sus actos para seguir con actitud "rebelde".

Y hasta aquí la teoría básica, donde el pequeño que va creciendo forma su propia imagen de los demás y después, en base a ella, decide rebelarse. Hay otros elementos que influyen en la conducta rebelde de los hijos y que no dependen de ellos ni de su forma de ver el mundo, sino de las conductas de sus "seres importantes". Por cuestiones de espacio y tiempo voy a mencionar aquí unas cuantas solamente:
Padres crean imagen falsa (mentiras). Y no existen las mentiras piadosas, todas las personas tienen derecho a crecer con la verdad, aunque un requisito deseable es que las verdades se manejen con amor o por lo menos cariño, y de acuerdo a la capacidad de comprensión, de manera progresiva de acuerdo al desarrollo del menor.

Padres rompen imagen bruscamente. Esto es muy común cuando las parejas se olvidan del amor que los llevó a unirse en alguna ocasión y con ello, se pierden el respeto y van cediendo todo su interés a un egoísmo rencoroso donde los más afectados son ¿ya adivinaron? Pues sí: Esos "rebeldes" que nadie soporta. Y esto puede ocurrir aunque los papás no se divorcien "para no afectar a los niños".

Hijos pierden a los padres. Puede ser que fallezcan ambos o uno de ellos, o que por alguna cuestión legal la familia quede separada, o que uno o ambos padres abandone el hogar. En cualquier caso se trata de una pérdida que no se puede reponer y que inevitablemente hará que el menor (o los menores) se sientan ofendidos en su valía como personas y tarde o temprano ese sentimiento aflorará como rebeldía.

Hijos pierden sus sueños. Casi todos, cuando estamos pequeños, soñamos con ser alguien valioso al crecer y si se dan las condiciones adecuadas, tratamos de avanzar para conseguir esa meta; sin embargo hay ocasiones en que esas condiciones no se dan y por lo tanto no existe la posibilidad de que el niño estudie lo que quiere, o de desarrollarse en el área que se siente más capaz. Cuando las circunstancias externas impiden que el niño reciba este apoyo, tal vez sea capaz de comprenderlo y de adaptarse, conozco muchos adultos que no pudieron seguir la línea de vida que se trazaron de pequeños y aún así han podido realizarse en otras actividades que no se hubieran imaginado entonces. Pero si el pequeño no es capaz de asimilar esta verdad y se aferra a su imagen, comienza nuevamente la "rebeldía".

Los padres no tienen los recursos que el niño exige. Esto es algo muy común, y muy triste también cuando un hijo o hija le reclama a los padres por no tener suficiente dinero en vez de preguntarse cómo apoyar a mejorar el ingreso familiar. Casi siempre hay uno o ambos padres sobreprotectores atrás de esta actitud, sacrificándose para que sus hijos "tengan lo que ellos no tuvieron", y privan a esos hijos de la satisfacción de conseguir algo con su propio esfuerzo.

En nuestro país hay más de 50 millones de personas viviendo en la pobreza, y por lo tanto no es raro encontrar este tipo de elementos como origen de la rebeldía, y no solamente en los hijos.
Hay muchísimos más ejemplos, si ustedes quieren compartir alguno se los agradeceré. Hay una cosa que tienen en común estos rebeldes de la segunda teoría: Tal vez fueron criados por "buenas madres y padres" que les inculcaron lo que la vida debe ser, pero seguramente olvidaron enseñarles a ser felices porque no supieron cómo dar ese ejemplo. No cualquiera puede presumir de darles a sus hijos, además de reglas, normas y cuidados, el ejemplo de ser feliz en la vida.

Y después esos niños crecen y se convierten en jóvenes que estudian, empiezan a tener sus noviazgos más serios, trabajan y van haciendo su vida. Claro que pueden tener problemas con el estudio, concretamente con los profesores; pueden pelear constantemente con la novia o el novio, y si se casan seguirán discutiendo con su pareja; también puede ser que no duren en sus trabajos y si duran, que se quejen constantemente de sus jefes y de cualquier autoridad... Y un día pueden llegar a formar sus propias familias sin haber satisfecho el origen de esa rebeldía que sobrevive oculta en su interior y la historia vuelve a comenzar, o ¿por qué sigue habiendo pades que mienten a sus hijos, los abandonan (en sentido figurado o real), los ignoran, o prefieren pelear con su pareja en lugar de hacerles caso?

Al llegar al final de estas breves reflexiones sobre el origen de la rebeldía resulta que caigo también en el origen de la baja autoestima y que atrás de todo esto hay un niño herido que no se puede sanar en su infancia real, por eso al crecer sigue reclamando con berrinches, corajes, chantajes y otras manifestaciones viscerales, pues no aprendió a pedir de otra manera y esa es precisamente la parte que hace falta sanar.

Y viendo esto, vale la pena dedicarle otro espacio a platicar sobre el niño herido. Ya habrá tiempo.

Gracias por darse el tiempo de leer, hasta luego.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Cómo observar

Si observo a las personas superficialmente solamente podré notar las diferencias que hay entre ellas y también las que tienen conmigo, eso ayuda a justificar la discriminación y los ataques a "los otros".

Si observo a un nivel más profundo podré darme cuenta de que todos somos iguales, buscamos los mismos objetivos y coincidimos mucho más de lo que alcanzamos a percibir, eso ayuda a entendernos y colaborar mutuamente.

Todo es cuestión de decidir, nuevamente. Amar a los que llevan mi propia sangre y carne no es ningún mérito, el verdadero amor, amistad o fraternidad se vive con los que no considero mis "iguales".

miércoles, 21 de septiembre de 2011

2 visiones de la evolución

La evolución, tal como nos la enseñan en la escuela, es el predominio de los más fuertes sobre los más débiles, por lo tanto solamente sobreviven los primeros. Bueno, no es exactamente así, parece que en esta teoría también pueden sobrevivir aquellas especies que no son las más fuertes pero sí tienen alguna habilidad especial para escapar de las garras de sus depredadores y crear sus sistemas de vida. Esta teoría de la evolución sugiere que unos siempre estarán cuidándose de otros, la dualidad. Aquellas especies que han sobrevivido hasta nuestros días están más evolucionadas, pero la lucha por la supervivencia para seguir avanzando por el camino evolutivo aún sigue.

En otra teoría, más reciente, existe otro tipo de evolución que no depende únicamente de la fuerza, la depredación y las habilidades de supervivencia. Según esta visión de la vida, en la especie humana hay algunos seres más evolucionados por su alto desarrollo espiritual, intelectual o mental, que les permite contar con una visión del mundo más unitaria, y citan por ejemplo a un Carl Jung, un Einstein, Gandhi, Jesús, la Madre Teresa de Calcuta o hasta Carl Sagan. Casi todos estos seres, altamente evolucionados según esta teoría, carecen de las características para sobrevivir por medio de la fuerza ante sus semejantes y ante otras especies.

¿Cuál teoría es la correcta? ¿O será una combinación de ambas?

La lucha evolutiva de la primera teoría es la lucha por el poder externo, por dominar únicamente el mundo material a través de poseer dinero, un cuerpo hermoso, residencias, autos último modelo, o pertenecer a una minoría que por contar con más recursos (armas, influencias, religión o control sobre la opinión pública) puede dominar a las personas que tienen menos recursos materiales. Todo ello representa el poder externo, y obviamente hace que la persona salga de sí misma.

En la segunda teoría, la lucha evolutiva depende de que las personas puedan percibir valores y conceptos intangibles y tratar de avanzar hacia ellos. Así tenemos, por ejemplo, la honestidad, la tolerancia, el progreso, el bienestar compartido... Conceptos que no se ven, por ello no hay guerras para poseerlos, dominarlos o quitárselos a quienes los llevan consigo, por ello se puede decir que esta lucha evolutiva se basa en el dominio del poder interno y requiere de una percepción que va más allá del mundo físico inmediato, para alcanzar un mundo que se percibe con algo más que 5 sentidos.

¿En cuál teoría creer? ¿Seremos capaces de actuar de acuerdo a una teoría que busca la unidad y el poder interno? ¿O nos dejaremos envolver por la ilusión del poder externo?

La corrupción, la delincuencia organizada, los narcos y sicarios, la impunidad para quien daña a sus semejantes, la extorsión, el abuso en la distribución de la riqueza en pocas manos, son ejemplos de esa evolución que busca capturar el poder externo, y a mi modo de ver puede terminar en una involución, un retroceso que detenga el desarrollo humano, o peor aún: que nos consuma a todos, como cáncer autodestructivo. Si cada uno de nosotros termina buscando el poder externo, la competencia para sobrevivir será cada vez más violenta y despiadada. Para que una persona obtenga más poder externo, es inevitable que haya otras perdiéndolo.

Ante los embates de la violencia, la intransigencia y la ignorancia, entre otras manifestaciones de los fieles creyentes de la primera teoría de la evolución mencionada aquí, es importante tener claro si pertenecemos a la especie que cree en los valores y conceptos intangibles. Se requiere cultura y educación, no es solamente una cuestión de tener fé, sino de adquirir conocimientos que permitan ver más allá del éxito inmediato para una sola persona. A largo plazo, el poder interno permite unir a varios seres para crear mejores condiciones de vida, y los ejemplos están en los países que consideramos más civilizados.

No hay medias tintas: los pleitos que se viven al interior de un matrimonio o en cualquier oficina para estar mejor que los demás, se alimentan del mismo sabor y contenido que las guerras por dominar a los "enemigos", o sea a las personas diferentes. Todos estos casos se distinguen porque los que pelean buscan el poder externo para decir el clásico "¡me los chingué!".

Hasta luego.

sábado, 10 de septiembre de 2011

La rutina

Uno se levanta cada mañana sin una meta fija y va pasando el día cumpliendo sus rutinas y sus quehaceres cotidianos sin más color o brillo. Viviendo así, ¿acaso hay algo de raro en que al anochecer, a la hora de dormirse y repasar el día, uno se sienta cansado y aburrido?

No sé cuál es la clave del éxito, pero una de las claves más certeras para llegar al fracaso es la de vivir únicamente tratando de complacer a los demás, llámense amigos, papá, mamá, hermanos, jefes, maestros o quien sea.

Hasta luego.

martes, 6 de septiembre de 2011

Que la vida sea un espejo

En este momento deseo que la belleza de la palabra iguale a la grandeza de los más nobles corazones y la vida sea un espejo que nos deje disfrutar todo lo bueno que hemos regalado a los demás.

Cándida impaciencia irrumpe con sorpresa rompiendo mi sueño y me manda a trabajar, todos tenemos que trabajar para pagar las cadenas con las que nos amarran y la autoridad que nos imponen, y pagamos también las armas que se compran por nuestra seguridad para protegernos de las armas que se compran junto con las conciencias y la solidaridad.

Del respeto ya ni hablar, no sé qué buscamos allá afuera si en el interior tenemos todo, en el interior de mi familia viven los buenos recuerdos, las caras amorosas, la esperanza, la confianza, el respeto y la cursilería que aquí sí se anima a salir.

En mi familia hay una cama resguardada por cuatro paredes que me invita a descansar pero no quiero quedarme dormido, hay bocas sin llenadera que alimentar y nunca descansan de hablar, unos cuantos berrinches que resistir, enfermedades y necesidades, vida y emoción. Aquí nace y crece el amor.

El sol nace cada día y se vuelve uno distinto para cada ser humano, cada quien lleva consigo su día, su historia, su futuro, su sol, su luna y su mundo entero, algunos lo llevan cargando, otros a empujones y otros solamente quieren que el mundo los siga a ellos.

Mi mundo tiene ventanas que dan de frente con otros, me dejan mirar afuera y deja que otros se asomen. No me gusta todo lo que veo aunque es mi mundo, mi país y mi ciudad pues hay mucha gente que sí llegó de un mundo raro, no sabe del dolor ni del amor y no sé si alguna vez ha llorado, pero sí ha hecho llorar a muchos.

Y al principio y al final todos somos iguales, todos nos estamos yendo pues nada más hay un eterno y todos los demás nos dedicamos a construirnos infiernos, a refundir nuestras almas en horarios extremos, a valorar nuestras vidas con la nómina y el sueldo, a apretujar nuestros sueños junto al miedo de despertarlos y a cuidarnos del vecino que tal vez quiera fregarnos.

Esta persona y todas las que ves se venden, pero esta cuesta más que el dinero y pide solo sinceridad. A veces la vida me da alimentos que no me gustan y nada más, yo le agradezco que me quite el hambre.

En este momento deseo que la belleza de la palabra iguale a la grandeza de los más nobles corazones y la vida sea un espejo que nos deje disfrutar todo lo bueno que hemos regalado a los demás.

Hasta luego.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Morir solo, vivir solo

Ayer estaba viendo "El hombre araña" con mis niños y en la escena donde se muere el tío de Peter Parker, a ellos les llamó mucho la atención que el señor empieza a llorar justo cuando llega su sobrino y me preguntaban "¿por qué llora, si ya llegó Peter?" y también "¿se muere de todos modos, aunque haya llegado Peter?" Y sí, sí se muere aunque haya llegado Peter, pero no se muere solo, tiene una persona querida junto a él y eso hace una importante diferencia: Puede hablar con la seguridad de que lo va a escuchar una persona a la que le interesa lo que él dice. Puede decir lo que piensa en sus últimos momentos y sentirse comprendido. Puede irse sin el pendiente de que su familia no sabrá lo que le ocurrió. Y llora porque es un alivio tener cerca a Peter, y porque las lágrimas limpian cualquier sentimiento.

Morir solo y lejos de la gente amada debe estar entre las peores experiencias de un ser humano.

Y en vida, ¿cuál es el equivalente a esta experiencia? Tal vez vivir sin amor, estar cerca de las personas amadas y poner barreras ante ellas, no hablar claro o ni siquiera hablar. Tenemos la costumbre de respetar las últimas palabras de un moribundo pero al mismo tiempo acostumbramos ignorar las palabras cotidianas de nuestros vivos o guardarnos nuestras opiniones y los sentimientos que despiertan en nosotros las demás personas, vivimos a medias y nos sentimos insatisfechos, con sobrada razón.

En mi escrito anterior decía que es bueno poner un poco de música fresca en el corazón, hoy agrego que es mejor dejar que esa música salga en forma de plática amorosa hacia nuestra gente. Tal vez sea difícil empezar, pero solo se sabrá si lo intentamos. No hay garantías de que nuestras palabras serán bien recibidas, puesto que nos hemos condicionado a creer que los demás deben reaccionar como nosotros queremos y no como son en realidad, así que el primer reto es aceptar que tal vez nuestra buena intención de expresar y escuchar en vida no será comprendida en un principio, sino hasta que se vuelva una actitud permanente en nosotros (como la prueba de los 21 días que viene en otro escrito de este blog).

Esta es una sugerencia, y la única recompensa es que no tendremos que esperar hasta nuestro último día para ver si alguien se interesa por escuchar nuestra última frase o por darnos su palabra de aliento... si es que tenemos la suerte de tener a un lado a alguien que queremos, en ese día. También tenemos la opción de seguir jugando al solitario, al prepotente, al desvalido, al independiente y a cualquier otro rol que nos sirva para no expresarnos con amor, como realmente somos aunque hablemos con la gente que más queremos.

Aquí y ahora sigue siendo la propuesta.

Hasta luego.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Paz

Como dice Arturo Meza: Hace falta traer un poco de música fresca en el corazón. Para mí eso significa estar llenos de sentimiento y honestidad y caminar por la vida sin temor de dejar salir estos valores. Merecemos vivir en paz, empecemos por nosotros mismos.

Hasta luego.