jueves, 31 de agosto de 2017

El mejor regalo




Todos tenemos a alguien que queremos: Pareja, hijos, padres, hermanos, amigos o quienes sean, y cuando recordamos a estas personas deseamos que estén bien donde quiera que se encuentren porque la distancia, sea mucha o poca, no elimina el cariño sino que multiplica los deseos de que nuestra gente esté bien. ¿Y si la vida nos diera la oportunidad de darle el mejor regalo posible a toda esa gente que queremos y que es importante para nosotros?

Cuando nuestra gente está bien, uno también está tranquilo y en paz. Pero basta con que una sola de las personas que amamos esté mal para que automáticamente uno también esté triste, preocupado, impotente, angustiado o enojado.

Y la gente que queremos se puede enfermar, o sufrir un accidente, o tener problemas con su pareja, o estar por perder el trabajo… 

Hay muchas formas de estar mal. Pero también hay muchas formas de estar bien: eso debemos tenerlo presente.

Seguramente la gente que amas también te quiere a ti y está contenta cuando sabe que estás bien, obviamente se preocupa y pierde la tranquilidad cuando sabe que estás mal. Por eso el mejor regalo que le puedes dar a la gente que amas es quererte más: 


Amarte a ti mismo hace que te aceptes tal como eres, eso provoca que también aceptes la vida y así puedes avanzar con una actitud más agradecida y positiva. 

Amarte a ti mismo hace que te cuides y te hagas más caso, y eso se refleja también en tu trato hacia los demás.

Amarte a ti mismo te libera y también libera a los demás de la necesidad de demostrarte siempre que te quieren para que no te vayas a sentir mal.

Amarte a ti mismo es el mejor regalo para ti y para la gente que quieres, te hace sentir bien y si te sientes bien puedes compartir bienestar, ¿es éste un pensamiento egoísta? ¡Claro que no! Si quieres ver a tu gente contenta, feliz y satisfecha de sí misma, regálale el ejemplo de amarse uno mismo. 

No es difícil: Si eres creyente sabrás que Dios  (con cualquier nombre que lo llames) te acepta y te ama tal como eres, así que a ti y a cada uno de nosotros solamente nos toca hacer lo mismo.

Espero te animes y disfrutes este regalo, la gente que amas también lo hará.

Hasta luego.

lunes, 28 de agosto de 2017

Prioridades

"Es tiempo de enfocarse en lo que realmente es importante para ti... Y solo tú sabes qué es"
(hemebe)

De vez en cuando necesitamos detenernos un momento para comprobar si nuestra vida va por el rumbo correcto y saber si de verdad tenemos claras nuestras prioridades.

Éste es un ejercicio personal, cada quien debe tener muy claras cuáles son las prioridades en su vida y también cada quién decide qué va a hacer para atender sus prioridades: Lo más importante que hay en su existencia.


¿Cuáles son tus prioridades? ¿Tus hijos? ¿Tus padres? ¿Tu trabajo? ¿Tu casa? ¿Tu carro? ¿Ahorrar? ¿Una fecha? ¿Tu salud? ¿Tu fé? ¿Tu pareja? ¿Tu libertad? ¿Hablar con alguien? ¿Ir a algún lugar? ¿Qué es lo más importante en tu vida?

Si hace 5 o 10 años te respondiste esta pregunta es hora de volverte a preguntar, porque ya no eres la misma persona de aquella época. Aún cuando es posible que sigas teniendo una misma prioridad durante todo el tiempo que sigas vivo (por ejemplo tu salud o tus hijos), muchas de las cosas que te parecen importantes en una etapa de tu vida, después pueden no ser tan prioritarias aunque sí sean necesarias.

Tus prioridades te interesan, por eso les dedicas tiempo, piensas mucho en ellas, usas tus recursos materiales, emocionales y económicos para alcanzarlas, tu vida se ve afectada si no les haces caso... ¿Cuáles son tus prioridades?

Si identificas una, dos, tres o más prioridades en tu vida actual, enfócate en ellas y en premio lograrás sentir una emoción que es prioritaria para cada uno de los que habitamos este planeta: felicidad. Para todos nosotros es importante construir y disfrutar buenos momentos de felicidad, y lo mejor es que podemos hacerlo acompañados y también solos.


¿Y si no descubres tu prioridad? ¿Si no encuentras en tu vida algo que sea tan importante como para motivarte a actuar? Mucho cuidado: si no te enfocas en tus prioridades terminarás enfocándote en las de otra persona.

Valórate. Quiérete. Hazle caso a lo que te importa: personas, cosas, animales, lugares, planes, recuerdos... ¡lo que sea! Tu prioridad la defines tú.

Hasta luego.

sábado, 26 de agosto de 2017

Escribir


Es bueno escribir, principalmente para poner un poco de orden en nuestras ideas y sentimientos, pero también por otras razones:

Es bueno escribir para entender lo que no nos sirve y ponerlo en su justo lugar dentro de nuestra vida, también para compartir lo que nos sirve esperando que le sirva a alguien más.

Es bueno escribir para ver si podemos poner en quien nos lea un poco de aliento o un gesto de "me gusta" más sincero y duradero que los "likes" del facebook o del whatsapp.

Es bueno escribir porque hace bien ser el espejo que refleja nuestras vivencias y nos hace más bien cuando también otras gentes se ven en el mismo espejo.

Es bueno escribir, me gusta pensar que las palabras escritas pueden acompañar y también nos sentimos acompañados por quien nos lee: Nos hacemos compañía prestando atención a los pequeños y grandes detalles cotidianos.

Es bueno escribir porque formamos parte de algo más grande, "algo" donde estamos todos aunque a veces no nos hagamos caso y hasta finjamos ignorarnos o no estar.

Es bueno escribir para mí y para ti porque la compañía no es un lujo, es una necesidad.


Hasta luego.

jueves, 24 de agosto de 2017

Emociones


Es cierto. Cuando les hacemos caso a tiempo, así nos ayudan.

Si ignoramos lo que sentimos, la emoción se hace más grande en nuestro interior y termina volviéndose en contra nuestra: las emociones reprimidas y estancadas nos paralizan o nos hacen actuar impulsivamente, sin pensar y en ocasiones con las personas equivocadas. Una emoción que crece en nuestro interior sin que le hagamos caso, está destinada a llenar nuestros pensamientos y nuestro tiempo. Lo más delicado viene cuando crece tanto que parece que se sale de nuestro interior y parece que nos rodean, pues en ese momento olvidamos que esa emoción es nuestra y llegamos a pensar que es al contrario: que esa emoción nos domina y no podremos manejarla..

Es importante identificar y aceptar lo que sentimos y hacerle caso a las emociones, aunque no sean muy agradables, para que nuestros sentimientos fluyan y nos hagan más libres. Eso también nos ayudará a tener una mejor comunicación en nuestras relaciones (con uno mismo y con los demás).

Ponle nombre a lo que sientes. A fin de cuentas, son tus sentimientos y tú los usas.

Hasta luego.

sábado, 12 de agosto de 2017

Momentos

"Colecciona momentos, no cosas..."
(Anónimo)


Y cualquier día, escarbando en la memoria, descubrimos que todos tenemos mucho más de un recuerdo hermoso guardado en nuestra historia.


Lo mejor de un recuerdo propio es saber que es parte de la realidad de nuestra vida.

Puede ser también parte de la huella que dejamos o que nos dejaron nuestros seres queridos, y en todo caso, no es una simple invención.

Guardemos bien nuestros recuerdos para revivirlos siempre que sea necesario y estemos atentos para seguir construyendo y coleccionando momentos valiosos en el presente, a veces con nuestra gente querida y a veces con quien menos esperamos:

Con esos momentos se van uniendo nuestras vidas.

Hasta luego.


jueves, 10 de agosto de 2017

Reencontrarte

"Con tu experiencia y su capacidad de asombro, ¡todo lo que puedes hacer!
Déjalo regresar a casa..."
(hemebe)


La parte más importante en el trabajo para recuperar a nuestro niño interior consiste en hablarle directamente al niño o a la niña que alguna vez fuimos, hacerle saber que creemos en él o ella y sobre todo, decirle de corazón que puede contar con nosotros. ¿Quién conoce mejor al niño o niña que fuimos? Pues uno mismo, aunque a veces podemos olvidar nuestra infancia, la etapa más honesta y creativa en cada persona.

De niños todos tuvimos miedo a ser abandonados, rechazados u olvidados por la gente que queremos. Es el mayor terror de la infancia. Por eso es valioso reencontrar al infante que fuimos y que está escondido por ahí dentro de ti, así puede saber que no lo has olvidado, que es real.


Pero hay otra razón para hacerte amigo de tu niño interior: cuando nos volvemos adultos pensamos más, razonamos mucho y hacemos como que nos afectan menos las cosas de las emociones... ¡no es verdad! Seguimos sintiendo igual que cuando éramos pequeños pero le quitamos importancia a lo que sentimos, de manera que esa emoción o sentimiento se esconde en algún lugar dentro del cuerpo hasta volverse un síntoma. Es decir, hasta que nos enfermamos.

Y mientras más reprimes lo que sientes más solo te sientes, porque pelear con lo que sentimos requiere mucha energía y esfuerzo: no es fácil vivir aparentando ser "una persona fuerte que no siente nada".

Si olvidaste al niño o niña que fuiste, trata de hablarle o escribirle de vez en cuando, a solas. Te ayudará a recuperar tu capacidad de asombro, de hacerte caso y de entender a los demás, y tú le ayudarás a tu parte infantil a expresarse más libre y sin culpas.

No hay una explicación precisa de por qué a la gente buena le ocurren cosas malas, porque en realidad no se las merecen. Ni la religión, la psicología o la ciencia pueden explicarlo exactamente, pero si la vida nos coloca en una situación difícil podemos decidirnos a pasar nuestro tiempo quejándonos y renegando, o podemos decidir seguir el camino con gratitud, aprendiendo y enseñando de la vida.


Si decides seguir por la segunda opción, hacerte amigo de tu niño o niña interior te hará más fáciles las cosas y avanzarás como una persona más completa sin necesidad de buscar tantas explicaciones ni tener que repartir culpas a la gente que tienes alrededor.

Aceptar sin resignarte, aceptarte sin criticarte. Es el regalo que te da tu niño interior. ¿Quieres reencontrarlo? Yo te puedo ayudar.

Hasta luego.

lunes, 7 de agosto de 2017

"Solo un poco aquí"


Duramos poco en esta tierra, nuestra vida es una pasadita y nada más.

Hay quienes se han ido infantiles como ángeles y quienes llegaron a ser jóvenes o adultos antes de partir.

También hay quienes viven 100 años o más y aún así es poco tiempo el que están aquí.

Y aquí estamos, llevando en nuestra mente y en nuestro corazón a la gente que amamos y ya no está, porque todos tenemos una cosa en común sin importar quién dure menos y quién más: dejamos nuestra huella en la gente que tratamos, sobre todo en la que tenemos más cerca.

Vivir es maravilloso, aprovechemos nuestro tiempo en este mundo... ¿y si tomamos el reto de tratar que cada persona que llegue a nosotros se retire mejor y más feliz?

Hasta luego.