viernes, 13 de julio de 2018

Psiqué te digo... de ser congruente contigo


Ante algunas personas reaccionamos de más o de menos, y la mayoría de las veces no nos damos cuenta, o si lo hacemos nos justificamos diciendo "es que tengo un carácter muy fuerte y por eso no lo controlo". o por el contrario: "es que no sé que me pasa, pero no sé qué hacer cuando se acerca fulanito o fulanita y me bloqueo". Puedes culpar a tu carácter, a las circunstancias, al ambiente, a que era un "mal momento" o a lo que sea, pero lo cierto es que estás reaccionando ante una persona o una situación en particular, y si la reacción es tuya, tú eres responsable de esa forma de reaccionar.

No hay al cosa como "un carácter fuerte" que no se puede controlar, al contrario, es un carácter débil que no es capaz de seguir la decisión de su dueño o dueña (o sea tú).

Para dejar de reaccionar y de sentirte víctima de algo ajeno a ti y que es capaz de controlarte, es necesario dar dos pasos que en realidad son sencillos, pero que puede resultar difícil comenzar a hacerlos:

1. Piensa en esa persona ante la que reaccionas con rechazo o aceptación excesivos. Revisa cómo te sientes. Piensa cómo te gustaría que fuera esa persona. Ahora revisa de nuevo cómo te sientes. Imagínate a esa persona frente a ti y dile que no estás de acuerdo con algo de su forma de ser, pero que la aceptas, tal como es...

2. Piensa en esa persona ante la que reaccionas con rechazo o aceptación excesivos. Imagínate que tú eres esa persona, y que frente a ti estás tú con todo lo que eres. Obsérvate, revisa cómo te está percibiendo la gente. Ubícate en el papel de esa otra persona, ¿qué le dirías a tu "yo"?

¿Y para qué estos dos pasos? Simplemente para terminar centrándote en ti, en lo que realmente quieres para que le hagas caso a eso. A veces se te puede olvidar, aunque se escuche raro. Es en esas veces cuando terminas al pendiente de lo que hacen o dicen otros en vez de atender lo que tú deseas.

Hasta luego.

miércoles, 11 de julio de 2018

Psiqué te digo... de darle sentido a tu vida


En Inglaterra, a finales de los 80's, hubo un grupo de rock llamado los "Godfathers" que tocaba la canción "Nacer, crecer, trabajar y morir", como una crítica al estilo de vida mecanizado y neurótico que lleva a la gente a vivir de un modo estandarizado, teniendo todos sus metas muy parecidas a las de los Gómez, los Pérez, los Gutiérrez, los García y los quienes sean, ya que al final la meta ante la sociedad de las grandes ciudades en las que se están convirtiendo todas las urbes es muy parecida: 

Estar dentro del "Estatus Quo", tener, poder decir que en alguna cosa en particular tenemos algo más o algo mejor que los vecinos o los compañeros de trabajo, despedir el mundo con un funeral costoso para que se sepa que hasta ahí llegó una vida exitosa.

Y es parte del para qué en la vida, sentir la satisfacción de haber logrado una buena posición económica y social, pero de nuevo viene la pregunta de ¿para qué? Si el para qué es solamente tener más, tal vez haya pocos momentos disfrutables en compañía de alguien más. 

La empatía, el amor, la gratitud, los lazos de respeto, confianza, cariño y lealtad con otros seres que pueden ser familiares o amigos, le dan sentido a la existencia y hacen que la vida deje de ser tan mecánica y fría como dice la canción de los Godfathers. El para qué puede estar relacionado con un proyecto personal o grupal, en cuyo caso también es indispensable vivirlo con emoción, trascender, así el aumento de sueldo, el ascender de puesto, el concluir una obra, terminar la carrera, o ganar un caso se convierten en el motor para que la pasión siga viva y se comparta con más personas.

Vivir es excelente, es la única oportunidad que tenemos para aprender, equivocarnos, conocer personas, lugares y opiniones, tener aciertos y fallas... Vivir es una experiencia única para cada quien, tratemos de hacerlo bien.

Hasta luego.

martes, 10 de julio de 2018

Psiqué te digo... de la dependencia emocional


Las señales de que te estás perdiendo a ti mismo (o a ti misma) son muy claras y no hay forma de ignorarlas: Si permites que te traten de una forma indigna, como tú no tratas a ninguna persona que aprecias, ya te perdiste. Y mientras más te esfuerces en quitarte valor permitiendo que esa persona que dices amar decida sobre tu vida y sea tu punto de referencia, más te alejas de ti.

Además ocurre un fenómeno muy curioso cuando una persona se pierde, y es que lo demuestra, pide con desesperación que otra persona (sí, esa que dice amar) le diga qué hacer y cómo hacerlo para que se dé cuenta de lo valiosa que es en su vida. Le da poder sobre su persona a alguien que no tiene interés en vivir una relación.

Tal vez te suene poco creíble si estás pasando por una situación como esta, pero si te decides a actuar para recuperarte con toda tu dignidad y tu valor, también encontrarás a la persona que te reconozca ese valor y todo lo que hay de bueno en ti, aunque puede ser una persona distinta a la que te imaginas.

Si sabes que tienes cosas buenas en tu mente, en tu corazón y en tu actuar pero no te los reconoce la persona que dices amar, vale la pena que comiences a valorarlas tú... ¿Cómo se hace eso? Trátate con todo el amor, el respeto y la confianza con que tratas a la persona que más quieres, si no te das amor, será muy difícil que reconozcas el que alguien más te ofrezca.

Hasta luego.

lunes, 9 de julio de 2018

Psiqué te digo... de tus límites


El razonamiento es muy sencillo:

Cuando te acostumbras a sentir cerca tus límites los tienes al alcance de tu vista y de tu mano y, lógicamente, estás al pendiente de ellos. Cuando te alejas un poco y dejas de tenerlos a tu alcance, ocurre lo contrario: sabes que están ahí pero dedicas menos tiempo a pensar en ellos, y entre más te alejes de tus límites menos te preocuparás por ellos y más libremente te podrás mover. 

Cuestión de enfoques, ¿recuerdas? Tú decides si centras tu atención en tus límites o en tus posibilidades, de tu decisión depende hacia dónde te encaminarás. No es magia, es simplemente que al decidirte hacia tus posibilidades tendrás trabajo que hacer... y mucho.

Hasta luego.

domingo, 8 de julio de 2018

Psiqué te digo... de pueblos y gobiernos


Dicen que los pueblos tienen a los gobiernos que se merecen, tal vez porque nosotros los elegimos o al menos eso pensamos. Pero pensando en los últimos gobiernos que hemos tenido y en sus pésimos desempeños y resultados, es obvio que los gobiernos no se merecen a un pueblo así: luchón, aguantador, alegre, sincero, y a pesar de todo, con fé y confianza en el futuro.

Hasta luego.

sábado, 7 de julio de 2018

Psiqué te digo... de los errores


En una ocasión que cometí un error en público, se acercó un amigo y me dijo que "el único que no se equivoca es el que no hace nada", y aunque creí que solamente me estaba consolando, escuché atentamente su plática acerca de que es inevitable cometer errores cuando estás aprendiendo o cuando llevas a la práctica alguna actividad en la que no tienes mucha experiencia. Claro que fue un consuelo muy efectivo, pero además con el paso del tiempo entendí que es verdad, que todos los que hacemos algo estamos en riesgo de equivocarnos y que al arriesgarte a hacer cosas nuevas o diferentes aumenta la posibilidad de cometer un error. Pero también entendí que un error deja de serlo cuando se convierte en una experiencia de aprendizaje. Muy costosa de muchas maneras, pero muy eficiente al final.

Aprender cuesta. El error es parte de esos costos veces muy altos que tiene el aprendizaje.

Hasta luego.

Psiqué te digo... de vivir esperando...


¿Cuánto tiempo crees que vas a vivir?

Decide qué quieres, piensa cómo lo quieres hacer, también dedica un tiempo para saber con quién quieres hacerlo y encuentra cuándo hacerlo. Todo en la vida es así, pero cuando no decides nada ante un proyecto o un deseo que tienes (ni lo tomas ni lo dejas), no puede prosperar ningún otro plan tuyo. Esperar sin actuar ni decidir no va a detener el tiempo, solamente es dejar ir las oportunidades de hacer realidad una posibilidad que se asoma a tu vida. Todo empieza con un SÍ, también puede terminar rápidamente con un NO. Si no te sale una de estas dos palabras, el flujo normal de tu vida se va a estancar hasta que te animes a moverte, en el sentido que sea.

Jesús lo dijo con una de sus metáforas: "Sed fríos o calientes, pero nunca tibios". Tal vez en la espera te lleve la corriente de otras gentes, si dejas que alguien más decida por ti, pero no te dejes engañar: Eso es seguir en la espera sin decidir qué quieres para ti.

¿Pues cuánto tiempo crees que vas a vivir? ¿Y en qué condiciones?

Hasta luego.

jueves, 5 de julio de 2018

Psiqué te digo... de cambiar


Los cambios que adoptamos de afuera pueden ser espectaculares o llamativos, y también serán temporales, pasajeros. Hay quien vive al pendiente de esos cambios y entonces se sube al carro de la moda, que siempre va de prisa y que en realidad no es un cambio sino un camino circular que se recicla constantemente. El cambio exterior te hace olvidarte de ti para estar al pendiente de lo que hacen otros, y de lo que opinan...

El cambio que adoptas del interior nace de ti mismo, de tus propias necesidades y anhelos, de tu realidad social, biológica y mental, de las circunstancias que solamente tú vives y que te hacen un ser humano único. Si percibes las señales que te envía tu cuerpo podrás desarrollar eso que llaman "sexto sentido", y si además de percibirlas les haces caso, empezarás a recorrer el camino que te lleva a ser esa persona que quieres ser, es decir, a cambiar.

Hasta luego.

miércoles, 4 de julio de 2018

Psiqué te digo... de vivir


...y solamente en ese lapso.
Vive y contagia vida
con una sola promesa:
dejar huellas vivas de tu paso.

Hasta luego.

martes, 3 de julio de 2018

Psiqué te digo... de tu camino por la vida


Podría ser que en realidad no te interese llegar a un lugar en específico, simplemente eres feliz siguiendo a alguien y mientras esa persona te permita estar cerca como su sombra, podrás llegar siempre exactamente al lugar que esa persona quiera. Si esa persona tiene un para qué, ten por seguro que siempre encontrará la manera de llegar a donde quiera. Y si tu relación con esa persona dura, también tendrás a dónde llegar, pero no tendrás tu propio "para qué". Y si esa relación se rompe, con aquella persona se irán tus destinos, tus metas y los "para qués" que creías tuyos.

Tal vez ocurra que te han decepcionado por el camino, o te han hecho enojar y ya no quieres avanzar, así que rechazas tu ruta interior y andas buscando respuestas allá afuera, con el pretexto tonto de que afuera está más iluminado que dentro de ti. Tal vez sea cierto, pero aún si fuera de ti hay mucha luz, sabes que allá no encontrarás tu rumbo sino el de otros. A veces es necesario entrar a la oscuridad y las penumbras de tu interior para darte claridad. Solo entonces reencontrarás tu camino.

Te puedes encontrar con la idea de querer llegar a un lugar que ya ocupa otra persona, en cuyo caso estarás al pendiente de que lo deje, lo quiten de ahí, se muera o por cualquier razón se mueva y ocupe otro lugar. Pueden pasar años y no hay ninguna garantía de que tú ocuparás ese lugar una vez que esté desocupado, pero sí habrás dejado de conocer tu propia ruta por dedicar tu tiempo (semanas, meses o años) a esperar.

Puede ser que dé un poco de miedo o inquietud avanzar, aunque tengas deseos de hacerlo y si le haces caso al miedo nunca sabrás cómo construir tu camino y mucho menos hasta dónde te podría llevar. Cada persona que ves con éxito desde tu lugar ha tenido que crear su camino, algunos afortunados con mucho apoyo y ayuda, otros han tenido compañía pero no ayuda y también hay quienes hacen su camino solos.

A veces parece que las personas ya llegaron a su meta, pero el camino no termina de construirse y de recorrerse mientras estamos vivos. Si aún no encuentras el tuyo es hora de moverse y aprovechar tu vida recorriendo tu ruta y no sentándote a un lado a esperar que pase alguien para pedirle informes acerca de ese camino que es solo tuyo.

Hasta luego.