En Inglaterra, a finales de los 80's, hubo un grupo de rock llamado los "Godfathers" que tocaba la canción "Nacer, crecer, trabajar y morir", como una crítica al estilo de vida mecanizado y neurótico que lleva a la gente a vivir de un modo estandarizado, teniendo todos sus metas muy parecidas a las de los Gómez, los Pérez, los Gutiérrez, los García y los quienes sean, ya que al final la meta ante la sociedad de las grandes ciudades en las que se están convirtiendo todas las urbes es muy parecida:
Estar dentro del "Estatus Quo", tener, poder decir que en alguna cosa en particular tenemos algo más o algo mejor que los vecinos o los compañeros de trabajo, despedir el mundo con un funeral costoso para que se sepa que hasta ahí llegó una vida exitosa.
Y es parte del para qué en la vida, sentir la satisfacción de haber logrado una buena posición económica y social, pero de nuevo viene la pregunta de ¿para qué? Si el para qué es solamente tener más, tal vez haya pocos momentos disfrutables en compañía de alguien más.
La empatía, el amor, la gratitud, los lazos de respeto, confianza, cariño y lealtad con otros seres que pueden ser familiares o amigos, le dan sentido a la existencia y hacen que la vida deje de ser tan mecánica y fría como dice la canción de los Godfathers. El para qué puede estar relacionado con un proyecto personal o grupal, en cuyo caso también es indispensable vivirlo con emoción, trascender, así el aumento de sueldo, el ascender de puesto, el concluir una obra, terminar la carrera, o ganar un caso se convierten en el motor para que la pasión siga viva y se comparta con más personas.
Vivir es excelente, es la única oportunidad que tenemos para aprender, equivocarnos, conocer personas, lugares y opiniones, tener aciertos y fallas... Vivir es una experiencia única para cada quien, tratemos de hacerlo bien.
Hasta luego.
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