Y es que algunas personas no creen que sea posible vivir en gratitud dentro de este mundo materialista y dejan esa opción como un escape imaginario, como la fantasía de poder soñar despiertos pero con la condición de no despegarse del piso y regresar rápido a "lo que debe ser".
Vivir en gratitud es un estado de asombro casi infantil ante la vida, recordando que nadie sabe cuánto va a durar en este planeta y sintiendo la fortuna de poder vivir un día más y tener la oportunidad de hacer algo, lo que sea con ese día. Y con el siguiente. Y con el siguiente...
Es volver a nacer cada 24 horas para retomar el hilo de la vida del día anterior y apreciar a la gente alrededor, aunque no toda sea agradable, o más bien, aunque las demás personas no sean como uno quiere que sean. Se puede vivir también en gratitud con las diferencias y las distintas formas de ver el mundo.
Vivir en gratitud es un estado de asombro casi infantil ante la vida, recordando que nadie sabe cuánto va a durar en este planeta y sintiendo la fortuna de poder vivir un día más y tener la oportunidad de hacer algo, lo que sea con ese día. Y con el siguiente. Y con el siguiente...
Es volver a nacer cada 24 horas para retomar el hilo de la vida del día anterior y apreciar a la gente alrededor, aunque no toda sea agradable, o más bien, aunque las demás personas no sean como uno quiere que sean. Se puede vivir también en gratitud con las diferencias y las distintas formas de ver el mundo.
Hasta luego.
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