Confiar en tí... Hacerle caso a tu intuición... Dejarte llevar por el flujo de la vida... Ser uno con el todo y todo estará bien... Frases tan repetidas que se vuelven un lugar común y van perdiendo su efecto anti estrés para convertirse en recetas caseras o en justificaciones para no esforzarse más.
Si las circunstancias no te llevan hacia donde quieres, o si no puedes avanzar de la forma que quieres, puedes tomar decisiones y comenzar a hacer cambios. La tentación de cambiar lo de allá afuera es mucha: a la gente que no es como tú, o como tú quieres que sea; al ambiente del hogar, del trabajo, de la escuela, de los amigos o de donde sea; y regularmente no es posible cambiar a los otros, así que en muchas ocasiones podrías terminar simplemente acusando y culpando: "es que si no fuera así, si cambiara...". Es la mejor forma de repartir culpas sin remordimientos, pero al final (y desde el principio) solamente podrás cambiarte a ti.
No lo dejes, o no lo dejemos a la suerte. Si en algo puedes decidir es en tu vida, y se vale ayudarle a fluir sin estar simplemente esperando para ver hacia dónde sopla el viento. Es tu vida, y a veces para llevarla por el camino que quieres hay que ir durante un tiempo contra el viento.
Hasta luego.
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