Todo eso hay dentro de ti. Y de mí y de cualquiera, somos dualidad aunque generalmente nos creamos que solamente somos una cara de la moneda. Cuando te escuches diciéndote "es que yo soy así", pon atención a esa parte tuya que se resiste a ver la dualidad, a aceptar que también puedes ser alguien que nunca has sido y podrás pasar al otro lado de tu vacío, ya sea al de penumbras o al de luz. Porque al final solo eres un vacío que dispone de algo de tiempo para llenarse con luz y sombras, mucho de ambas cosas para que tu vida tenga distintos matices y anécdotas bien vividas.
Es bueno que esté ahí ese vacío, es bueno reconocerlo y aceptarlo, es una motivación decidir con qué lo vas a llenar.
Hasta luego.
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