miércoles, 6 de junio de 2018

Psiqué y reflexiones 19


Seguir hablando con tus semejantes, aunque sus ideas, sueños y pensamientos sean muy diferentes, con la única condición de que recuerdes quien eres y cuáles son tus sueños, así podrás escuchar los ajenos sin darles más ni menos valor del que tienen: cada sueño merece tener al soñador adecuado para que lo apoye y lo anime a crecer. De vez en cuando aparece alguien sin sueños, o al menos sin sueños propios, siguiendo un guión y queriendo convencerse de que ese guión escrito por una o más personas desconocidas es su propio sueño. 

Y aún así, si eres de quienes en este momento no identifican su propio sueño o no lo recuerdan, lo mejor es seguir hablando con tus semejantes. Alimentarse de la palabra compartida es por una parte motivante y por otra permite encontrar un espejo donde tarde o temprano empezarás a encontrar tu propio ser. Pero aislarse, olvidar los sueños y desconfiar de toda aquella persona que no seas tú, siempre te alejará de ti y de esa mejor persona que quieres llegar a ser.

Neil Young dice en una de sus canciones que su problema es ser un soñador, y en esa misma canción nos invita a soñar, porque es mejor tener el problema de querer alcanzar tu sueño, y no el de no atreverse a soñar.

Hasta luego. 

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