¿Qué es lo más importante para rescatar una relación de pareja? Bueno, primero habrá que identificar en qué etapa se encuentra la pareja, y según una clasificación tomada del libro "La intimidad de la pareja", podemos considerar 5 etapas:
- Idilio.
- Lucha por el poder.
- Estabilidad.
- Compromiso.
- Trascendencia espiritual.
(Tal vez no son los nombres exactos, pero reflejan la principal característica de cada etapa).
Aunque a la mayoría de las parejas les encantaría quedarse en la etapa de idilio, donde todo es hermoso y disfrutable, y hasta les causa gracia que salga el perro de la pareja y les orine encima, la verdad es que el idilio es la etapa más corta en la vida de una relación amorosa, aunque sus huellas pueden ser muy profundas y ayudar a "enraizar" la relación para que crezca.
El hecho es que al poco tiempo de haberse establecido como pareja (cuánto dure ese "poco tiempo" depende de las dos personas: puede ser desde unos pocos días hasta unos pocos años) la magia de la persona amada comienza a desaparecer y nos encontramos conviviendo de repente con una persona de carne y hueso, con algunas virtudes y sorpresivamente descubrimos que tiene muchos defectos...
¿Cómo llegué aquí? Y peor aún: ¿Qué hago aquí?
Cuando estas reflexiones (y cualquiera de sus variantes) aparecen en la mente de uno o los dos miembros de la pareja, puedes estar seguro de que se acabó el idilio y estás bien instalado en la etapa de la lucha por el poder. A la mayoría de las parejas les cuesta mucho aceptarlo, pero es una parte normal de esta etapa: Empiezas por identificar los defectos, limitaciones y toda clase de aspectos criticables en la persona que elegiste para vivir. De manera abierta o discreta, pero lo haces. Si te armas de valor y decides seguir adelante en la relación de pareja a pesar de tener esa sensación de "ya no estoy con la persona que me gustaba", tarde o temprano descubrirás que también tú (o sea uno mismo) estás cargado de defectos, limitaciones y muchos aspectos criticables, pero era más fácil verlos afuera, en tu pareja, que en tí mismo. ¡Qué difícil reconocer que no somos buenas personas! O al menos, que no lo somos todo el tiempo... y a tu pareja le ocurre lo mismo, aunque ocurre dolorosamente que tal vez no empiecen a vivir esta etapa al mismo tiempo: mientras un miembro de la pareja todavía está en la bella ilusión del idilio, el otro puede estar poniendo los pies en la tierra y descubriendo que no todo es perfecto en su relación (y así será: no hay una relación perfecta).
Y bueno, regresando a la pregunta que disparó todo este rollo, considero la etapa de "Lucha por el poder" es el mejor momento para intentar con mayor probabilidad de éxito el rescate de la pareja. Lo mejor y peor de esta etapa es que, a diferencia del idilio, puede durar muchísimo tiempo. Es más, puede haber parejas que se estacionan en la eterna presión de la lucha por el poder (con todos los trucos que esto implica, desde chantajes, amenazas, llantos, gritos, manipulaciones, utilización de los hijos -si los hay- y un largo etcétera) y nunca llegan a conocer la etapa de la estabilidad, únicamente viven la resignación de una vida autolimitada, llegando a pensar que este sentimiento conformista es una especie de estabilidad y con la profunda creencia de que todas sus desventuras son culpa -claro- de su pareja.
Pero me estoy yendo a uno de los posibles finales más catastróficos. El punto es "¿Qué es lo más importante para rescatar una relación de pareja?", y habiendo identificado (según yo) el momento idóneo para intervenir, yo seleccionaría 3 elementos como claves:
La comunicación. Entre más asertividad hay en tus intercambios de ideas, gestos, frases, gustos y demás, también hay más posibilidades de entender y ser entendido, pues la asertividad no busca "ganarle" ni "convencer" a esa persona con la que te comunicas, sino establecer canales de entendimiento y de coincidencia.
El contacto físico. Porque resulta que una de las más terribles armas que usan ambos miembros de la pareja para tomar el control de la relación es el contacto físico. Todas esas caricias, besos, roces y agarrones de manita y de otras cosas que anteriormente se hacían por placer, ahora se vuelven una herramienta para poner condiciones a esa otra persona con la que convives, ¡y lo más grave es que esto se hace de mutuo acuerdo, incluso sin hablarlo!
El contacto con las propias emociones. Porque también resulta que te puedes enfocar tanto en dominar a la pareja, que te olvidas de ti y de lo que sientes, fingiendo indiferencias, rencores, odios y otros sentimientos que pesan mucho y procurando no expresar los sentimientos ligeros que equilibran la vida interna, como la alegría, la confianza o el amor. Si no respetas tus propias emociones, ¿cómo vas a empatizar con las de tu pareja?
El valor es otro ingrediente indispensable: como nadie conoce el futuro, no hay garantía de que la relación vaya a continuar toda la vida, y aún así necesitarás abrirte completamente para exponerte ante tu pareja. Esto puede dar miedo, pero si resulta, ambos saldrán más fortalecidos y llenos de confianza y si no resulta, también habrás ganado en autoestima, en autoconocimiento y en aprender a reconocer y estar en contacto con tus propios sentimientos y necesidades.
A mi modo de ver, estos son los elementos básicos que cada miembro de la pareja debe aportar para que sobreviva la relación, y aún habría que agregar otros ingredientes, como la honestidad para actuar realmente y no fingir solamente "como si" estuviera aportándolos.
Sé que vivir en pareja (con o sin hijos) es una experiencia compleja, y que este comentario no refleja la magnitud de vivencias y enfoques que se pueden dar, así como dicen que cada cabeza es un mundo, creo que cada pareja es la oportunidad de crear un nuevo universo, pero es regla indispensable que cada miembro sea capaz de verse en el espejo de esa persona que eligió para superar sus deseos de destruir ese universo y el propio mundo, por lo menos el interior.
La recompensa está en alcanzar acompañados por la persona amada las etapas de estabilidad, compromiso y trascendencia espiritual, que son una forma de realización personal y por ende, de felicidad. Se necesitan 2 personas capaces de tener presente con quien quieren recorrer su camino por la vida.
¿Qué opinas?
Hasta luego.