Si quieres cambiar
comienza a actuar
todos los días
como la persona
que quieres ser.
Entre otras cosas interesantes
la vida es un viaje interminable
pero no es solo una cosa
sino una gran combinación
una sucesión de cambios
que solo se miden con tiempo
y pese a que nunca es la misma
no deja de sernos familiar
al menos la vida propia, la de uno
aunque uno no sabe en qué momento
la vida empieza o deja de ser propia
igual tu vida siempre es tu vida
tu viaje siempre es tu viaje
En una curva cualquiera
o en un entronque del camino
nos encontramos, nos conocemos
y construimos momentos para guardar
en las maletas de la memoria
(esas que cargamos siempre)
aunque la verdad algunos se van
cayendo al fondo del olvido
y el viaje sigue sin mirar al destino final
nada más dejarse llevar sería lo ideal
pero así el viaje podría ser aburrido
todo el tiempo hay garantía
de enfrentar con valor o miedo
una nueva decisión, un nuevo día
retos, problemas, logros, obstáculos,
errores, daños, recompensas, amor,
éxito, y todo lo que hace una historia
depende de ti y de cada viajero
por eso cada quien habla de la vida
según como le va en su viaje
y si no te gusta el tuyo recuerda
que lo puedes cambiar:
Tu vida siempre es tu vida
Tu viaje siempre es tu viaje
Los pasos que das cada día
para regar tus huellas por los caminos
los saludos que das, que ignoras,
que recibes y que te guardas
las noches vividas con amigos y a solas
los días que avanzas delante del sol
primero y al final atrás de él
las comidas, la música, el postre,
las pláticas, los encuentros y chismes
las horas de espera y los minutos de disfrute
los cajones llenos de recuerdos
los miles de mensajes enviados,
recibidos, borrados y escondidos
las búsquedas y los desencuentros
la risa, el llanto, el valor y el quebranto
las voces que llenan de música tus oídos
las frases rescatadas de los libros,
de las películas y las conversaciones
el idioma universal de las emociones
reprimido por el lenguaje local de las ideologías
los sueños, metas, planes y proyectos
con pareja, familia, amigos, socios, o solos
los chistes, los besos, las caricias y la pasión
las entradas y salidas del trabajo, de la escuela,
del lonche, de la tienda, del taller, del mercado,
de la iglesia, del cine, y de todos los lugares
donde uno va de rutina y después sale…
Tu vida siempre es tu vida
tu viaje siempre es tu viaje
Nuevas vidas, nuevas muertes,
los viajeros no se acaban
cada persona es un mundo diferente
cada persona es un viaje y un destino
que se puede cruzar con el tuyo y con el mío
entre muchos, muchos más
la vida seguirá después de que tú o yo
nos bajemos en una próxima estación
así como se ha bajado ya un montón
de viajeros entrañables que dejaron
hechos, señales, huellas, pistas
que ahora tratamos de descifrar
mientras avanzamos y siempre hay
muchas estaciones para subir y bajar
la vida sigue, no eres tú ni soy yo
ni ninguna otra cosa conocida
la vida es un viaje interminable.
A veces tengo un rayo de sol iluminando el hueco de mi estómago, mi corazón y mi cerebro
A veces lleno esos espacios con una sonrisa tuya o un buen recuerdo
Y a veces me siento tan lleno de mí que me olvido de mis vacíos y voy por ahí
Como un hombre hueco que no sabe recibir ni dar porque se siente lleno
En esas ocasiones puedes detenerme frente al espejo de tu rostro
Y recordarme tu historia que es la mía desde tus zapatos
O hacerme ver las casas, los negocios, los autos y tantas cosas que hacen con mucho esfuerzo a la ciudad
O invitarme a respirar el smog fresco de la madrugada o el quemante sol del medio día o la oscuridad de la noche con sus luces led
Y poner en mis oídos la melodía del ruido diario, el soundtrack ignorado de nuestros quehaceres y los sonidos naturales que se esconden en los árboles y las calles
Y tocar mi piel para recordarme que estoy vivo y siento igual que tú aunque tal vez no lo mismo
Y si me tienes confianza me compartirás que también tú tienes a veces un rayo de sol iluminando un hueco en tu estómago, tu corazón y tu cerebro
Y rellenas esos espacios con lo que la vida va poniendo en tu camino en este preciso instante
Porque para eso vivimos, para llenarnos redescubriendo el mundo día tras día
Hoy mueres un poco otra vez
y después te reconstruyes
para nacer de
nuevo en el mañana
que significa futuro,
entre otras cosas,
aparentemente igual
pero eres
un poco más
viejo y gastado
un poco más
nuevo y despierto.
Nadie nota la
nueva arruga
ni ese olvido
recién llegado
a un nuevo
hueco en tu memoria
porque cada día
es la suma
y multiplicación
de tus renacimientos
y cada día es
un reencuentro
todo igual adentro
y afuera
pero no es así,
solo parece.
Muchas cosas no
son, solo parecen:
Sigues
queriendo a tus amigos adolescentes
renacidos en
adultos o viejos como tú y yo.
Puedes tener derecho
a la educación
pero no tienes
dinero para pagar la escuela.
Te vuelves
vegetariano pero las carnitas
siguen oliendo
más sabroso.
Escuchas y
escuchas bastante bien
¿pero de qué
sirve si no hablas?
Quieres que
entre otra persona a tu vida
pero no cabe, estás
demasiado lleno de ti
Tragas pura
esperanza sin nada de acción
y con el tiempo
se pudre hasta volverse dolor.
El dolor a
veces se queda, pero tampoco dura,
se convierte en
vergüenza y en ira.
Y todas las
personas parecen iguales
pero algunas
son más personas que otras.
Todo lo que nace
a tu vista se esfuma
y vuelve a
aparecer con aire nuevo
incluyendo tu
cara en el espejo
tus memorias, tus
amistades,
tus amores y
desamores,
tus lugares y
tus vidas bien
o mal vividas y
tus cosas
y tus muertes
parte por parte.
Algo se pierde
cada día
y se va con la
luz del sol
a encontrarse o
reinventarse
en los sueños y
las sombras.
Mueres un poco otra
vez
nace un poco
algo nuevo
y el ciclo solo
termina
cuando ya no
hay un renacer.
Te pienso, te
recuerdo y te extraño
en muchas de
tus encarnaciones
sobre todo en
las que has sido más tú
conmigo y sin
mí que te miro
y te reconozco
una y otra vez
gracias por ser
y estar
tantas
ocasiones en que también
muero un poco
otra vez
y siempre he
logrado, como tú
reencontrarme al
siguiente día
un poco más
viejo y gastado
un poco más
nuevo y despierto
un poco más
alegre y vivo
porque te
vuelvo a conocer.
Yo no discrimino a nadie por el color o la textura de su piel.
Me gustan todas las pieles contagiosas, de esas que se pegan y se sienten parte de uno y, mucho mejor, de dos.
La piel de amigos que se contagia en abrazos, la de familia en besos, la de amantes que se cubren piel con piel y la de enemigos que también se pegan, y mucho.
Yo prefiero el buen contagio, para eso está mi piel y con ella, mi tacto.
De los ojos hacia adentro vive un universo entero que se expresa y se percibe de la piel hacia fuera, hacia otra u otras pieles.
Así nos vamos conociendo y conocemos a los demás, así es como nos podemos dar y regalar, por eso es bueno dejarse contagiar, con tantas formas de contacto como hay.
Pieles de colores, gruesas, delgadas, firmes, quebradizas, guardianes de misterios que esperan ser contados sin palabras.
En este mundo enfermo, borracho de tanto girar, quiero aferrarme a una nube y contagiarme de lluvia, rayos, sombra y todo lo que pueda dar, pegarme mucho a la luna y que ella me llene de sueños y con lluvia y sueño y contacto volver a sentir la tierra, piel del mundo para ver si nos contagiamos de salud.
¿Miedo al contacto?
¿A sentirnos?
¿A reconocernos?
Cambio de estación, termina el verano y llega el otoño, temporada en que caen las máscaras, los miedos, los rencores, las barreras y las hojas gastadas del calendario y del diario vivir.
Venga pues, empieza la temporada de levantar las ganas y el gusto de ser piel contagiosa, porque hay mucho que compartir y a estas alturas es enfermizo discriminar a quien sea por el color de su piel o la textura de sus ideas...
Yo prefiero el buen contagio, para eso está mi piel y con ella, mi tacto.
¡Qué gusto me da que la muerte sigue sonriendo indiferente cuando te ve!
Te mira y te ignora, como quien pasa junto a un gato o un perro callejero y no lo deja acercarse.
Y más gusto me da cuando me encuentro de nuevo a esa misma muerte en otro sepelio, en otra noticia o nada más por azar y no recuerda ni tu nombre ni tu rostro ni su suerte de haberse topado aunque sea de rozón contigo.
¡Bendita arrogancia la suya! Que siga así porque si te presta atención se va a dar cuenta de todo lo que vales simplemente por ser tú y entonces afectaría mucho mi vida y la de otros que celebramos que estés, no para siempre en la tierra, pero por suerte coincidiendo aquí y ahora.
A Hortencia.
Mi hermana siempre presente en mi infancia y adolescencia.
De quien aprendí que la vida se puede enfrentar con humor.
Y a todos mis muertos queridos.
La muerte nos juega la misma broma de formas distintas, dejándonos de pronto con un montón de recuerdos que no podemos acomodar porque la persona que los creó ya no está y en su lugar solo se encuentra una enorme ausencia, a eso es muy difícil acostumbrarse, mientras la muerte nada más muestra con todos sus dientes su sonrisa eterna . No creo que sea risa de burla, es por su broma ya gastada pero no conoce otra.. Muerte, vieja amiga, te espero al final del camino pero apareces muchas veces antes, en cualquier esquina, en cualquier remanso y cada vez que pasas junto a mí me quedo con las mismas dudas y una que otra distinta...
- I -
¿Cuál es la actitud que distinguió la vida de la persona que se ha ido? Tal vez fue la honestidad, o la responsabilidad, o el humor, o la paciencia o la dedicación o vaya uno a saber entre tantas formas de ser en este mundo. Se han ido muchas personas que quiero, que son importantes y han marcado mi vida de diferentes formas, y creo que esto nos ha pasado a muchos de nosotros, entre la pandemia, la violencia y otras causas más "normales", casi todos podemos contar unas pocas o unas muchas bajas entre nuestros conocidos. Cuando la muerte escoge a alguien no le da oportunidad de ejecutar un salto inmortal, se lleva a quien eligió sin más trámites. Mi hermana, por ejemplo, se fue y dejó revueltos todos mis recuerdos y mis emociones, me sorprendí al ver que ya estaba acostumbrado a creer que su cara de enferma era normal y me sorprendí más cuando redescubrí en los escombros de mi memoria tantas caras que tuvo a lo largo de su vida, tantos sueños, tantos planes siempre pospuestos y sobre todo tanto humor para navegar por los problemas de la vida, tanto amor para encontrarle sentido al sinsentido y tantas vidas a lo largo de sus 60 años para completar una sola vida hacia el exterior. Mi hermana la joven, la adulta, la soltera, la casada, la organizadora, la motivadora, la bonita, la que creía en mí y en ti y en toda la humanidad, la resoltera, la mamá, la que se dio y no quiso quitar porque solo tomaba de la vida lo que sabía que le iba a poder devolver. Mi hermana le dio sentido a su vida con dos actitudes, la lealtad y la ternura, no parecen muy impactantes o poderosas, el poder viene al aplicarlas durante toda la vida, leal a la gente que amó, tierna con quien se acercaba a ella. Niña grande, muy grande, quedo en deuda contigo y no sé cómo voy a pagar, se me ocurre tal vez adoptando esas actitudes tuyas, pero yo debo ser fiel a las mías son las que me dan sentido... algo se me ocurrirá, tal vez actuar, más que hablar. Muerte de bromas pesadas, detente por un momento o por dos o por muchos más, solo te pido tiempo para apreciar la vida mía y de los demás ¿quiénes son los demás? para descubrir y disfrutar eso pido el tiempo. Se fue un amigo que vivió el amor, la curiosidad y el humor. Se fue mi madre con todo el universo dentro de ella. Se fue una pareja que vivió muchos encuentros consigo misma. Se fue un maestro que vivió la pasión y la generosidad. Se fue un compadre valiente y decidido. Se fue una cuñada que vivió la vida todo el tiempo sin parar y ahora que quiero hacer un repaso resulta que se han ido muchos seres queridos de los que puedo contar.
- II -
Para cuando me
vaya, porque un día la muerte me va a gastar su misma broma y tampoco me va a
dar risa, voy a imaginar que una parte de mi ser se irá a encontrar con los
míos por allá, más allá del más allá, que es una forma de decir que no sé
dónde... y entonces, ¿cómo voy a reconocer a mi gente, a quienes quiero? En esas
fotos borrosas impresas hace décadas y en los vídeos a colores con fondos
indefinidos que mi memoria reproduce siempre con algún cambio a veces dramático
y otras casi imperceptible, busco las caras de mis muertos queridos y cuando
las veo, no se parecen al último rostro que se reflejó en el espejo empañado de
mis ojos… Hay un gesto, una mueca o alguna señal permanente grabada en cada una
de las distintas caras que las personas tienen a lo largo de su vida, pero en
los saltos temporales de la edad se van dibujando arrugas, líneas, sombras, en
el lienzo de la piel se plasma una historia que se llamará futuro y se empezó a
bocetar desde que la cara estaba llena de infancia, entonces nadie sabía cómo
se escribe o se borda el futuro, pensábamos que era suficiente con los sueños y
las esperanzas, y cuando por fin lo construimos, entendimos que se forma despacito,
lentamente, con la voz y los gestos y los actos que uno porta mientras
atraviesa los días paso a pasito, dejando huellas grabadas en el rostro y en el
cuerpo, incluso los intentos que hacen algunas gentes por parar el tiempo
quedan grabados en algún momento de la historia personal, el futuro se esconde
en cada arruga y línea de expresión a lo largo de un instante, un presente
constante. Por eso tenemos muchas caras, muchos gestos, muchos tús y me imagino
que muchos yos. Cada rostro es una época, un paso hacia la muerte que espera
paciente, un capítulo de una temporada cualquiera en la serie de la vida, esta serie
que parecía interminable hasta que vimos que mi gente que quiero y ya no está
aquí sino no sé dónde dejó de transmitir y nos dejó a los demás imaginando muchos
finales distintos y soñando esperanzados que tal vez habrá una nueva temporada,
pero ya no y solo nos queda repasar y volver a repasar esos viejos capítulos
que se nos quedaron grabados y asombrarnos al ver al protagonista más joven,
más alegre, más cerca, más todo, nos quedamos bajo el sol y la luna que siguen
saliendo sin falta cada día cuando termina la noche y cada noche cuando se
aburre el día. Y mientras, la muerte bromista se lleva a quien quiero y
extraño, hay quien dice que ahora cada ido querido es su propia luz y sigue su
ruta en esa dimensión desconocida para los vivos… Y si una misma persona tuvo
tantas caras en vida mientras caminaba bordeando la frontera del más allá,
¿podré reconocerla cuando sea una luz? Cuando la muerte bromista apague su cuerpo
y encienda su alma, ¿podré distinguirla en el jardín de estrellas luminosas
dónde florece el brillo auténtico de cada quién? y cuando yo llegue, ¿sabrán
que soy yo? ¿Cómo nos vamos a encontrar, si nos acostumbramos a pensar que nos
conocíamos mirando solo nuestro exterior? ¿si nunca vimos nuestro yo ni
nuestros tú más profundos? Debes saber, muerte risueña, que esta duda es uno de
mis mayores miedos y así se lo he dicho a cada uno de mis idos queridos: te
quiero encontrar porque te quiero y te extraño y por eso me da miedo perder tu memoria,
no olvidarte sino algo peor: no reconocerte. Muerte de bromas pesadas, espero
encontrar el camino hacia el palpitar del tiempo cuando me toque conocer el
otro mundo asomándome al reloj eterno por la mirada hueca de tus ojos ausentes para
distinguir del otro lado la luz y entre toda la luminosidad, el brillo de mis
idos queridos, entonces me acercaré a cada uno de ellos, a cada una de ellas para
que también me reconozcan y me acepten y los seguiré confiado, ya no importará
a dónde.
- III -
¿Y a dónde van? Todos los días desde temprano y sin falta volvemos a construir el rompecabezas de la vida pieza por pieza: levantarse, quitar pijama, asearse, vestirse, buscar en el espejo esa cara conocida, salir a hacer o deshacer lo que nos toque, encontrar gente, lugares sol, colores, sabores, olores y mil regalos para los sentidos, acomodar los recuerdos y cargar los planes de aquí para allá, hacer un inventario de lo bueno y lo malo, apagar las luces y dejar que se oscurezca el mundo... Y de pronto falta una pieza importante, ya no encuentro a un "tú" que estaba acostumbrado a saber que era parte de mi mundo... Mi hermana, mi mamá, mis amigos, mi ex y toda esa gente que quiero y se ha ido antes que yo, antes que nosotros, ¿dónde está? Desde chico me han dicho que la gente que fue buena se va al cielo, y la gente que he querido ha sido toda buena, en general, con sus salpicaduras de una que otra mentirilla, una maldad ocasional o alguna travesura, pero nada que no haya hecho cualquiera de nosotros que aún estamos vivos, quiero pensar que están allá en el cielo pero no puedo ver hasta allá. También me cuentan de un infierno y yo creo que la gente que quiero ya enfrentó a los demonios que les tocaban en su paso por esta vida, pero hay un purgatorio, el lugar a donde van los indecisos que no sabían si hacer el bien o el mal, los miedosos que querían hacer maldades pero solamente las pensaban mientras sonreían con bondad o aquellos que repitieron muchas veces un mismo error porque no aprendían la lección que la vida les quiso enseñar, el purgatorio sí me preocupa, tal vez ahí esté durante algunos tiempos alguno de mis conocidos y también yo. Y si me voy a otras religiones y creencias hay muchísimos lugares donde podrían estar y además, hay uno donde podría no estar nadie, cuando pienso en la nada siento un frío intenso que recorre todo el hueco que ha dejado en mi vida la gente que quiero y una fuerte sensación de pequeñez ante lo corta que es la existencia, Carl Sagan dice que esta idea no debería entristecernos sino, al contrario, motivarnos a aprovechar mejor el tiempo porque todo lo que podamos hacer será en esta vida y nada más, ¡pero es que ni sé donde está Carl Sagan! También se fue con la muerte y no sé si quedó en la nada o en otro lugar. Tal vez la muerte ni se imagina hasta donde llega su broma. La última vez se llevó a mi hermana y la escondió de todos, solo la vemos en los recuerdos, en las pláticas y en los sueños, a veces en los remordimientos y a veces en la satisfacción de lo que vivimos. Cuando se fue no alcancé a verla en el hospital, me dijeron que ahí se quedó mientras yo viajaba de noche para despedirme y cuando escuché eso me cegué y después la vi en la carretera, en el volante de mi auto, en mi hija que me acompañaba, en las luces que viajaban por la carretera, en mi celular que de vez en cuando me hablaba para actualizarme de lo que estaba pasando y así supe que allá en Guadalajara también estaba mi hermana en la boca y la memoria de toda mi familia, en todo el hospital, en su casa y en las casas de mis hermanos y cuando al fin llegué mi hermana estaba en todas las luces y sonidos de la ciudad y también estaba en las sombras, en los árboles y plantas y al entrar a la casa de mi papá también estaba ahí con ellos en sus miradas, en los olores de la cocina y la sala y hasta la fecha, cada vez que me levanto para empezar a armar el rompecabezas de mi día hay unas piezas que ya no necesitan acomodo porque están en todas partes, dentro y fuera de mí y ya sé a dónde van: están ausentes y también se quedan. Muerte bromista, la mejor forma de ocultar a una persona es dejarla a la vista. Y al oído, porque también encuentro a mi hermana y a todos mis seres queridos e idos en distintas canciones y frases.
- IV -
Somos vampiros chupándole el tiempo a nuestra sangre, día tras día. Pensamos que siempre va a haber y chupamos con desesperación todo lo que podemos, hay temporadas en que lo desperdiciamos dejando que se pierda en los rincones del aburrimiento o de la indiferencia y la flojera, en la ilusión de tener planes, en los miedos e indecisiones, en fin, en cualquier pretexto que sirva para engañarnos y hacernos creer que estamos haciendo algo mientras desaprovechamos ese sagrado alimento convencidos de que siempre va a haber más. Tiempo. Hay una muerte chiquita que va creciendo en nuestro interior y si la dejamos puede esconder de a poquito nuestra vida sin que lo notemos, por eso a veces no encontramos nuestras ganas y nos detenemos a buscar motivación o explicaciones o tantas otras cosas, perdemos tiempo y eso va contra nuestra naturaleza vampírica: debemos absorberlo, chuparlo todo y no dejar que se nos pase ni un segundo. Todo el tiempo de vida que perdemos es alimento que esconde nuestra muerte chiquita que juega y se entretiene mientras sorbemos más tiempo, un día terminará de crecer, estará lista para hacer su broma pesada y no llegaremos vivos a nuestro último día. Menos mal que escribo esto antes de…
Fábrica autosuficiente
productora de sueños,
motivos, chistes y cosas
que no existen más
que en ese lugar
hasta que el dueño del cuerpo
decide dejarlas salir con palabras
o actos que llegan a los demás
y ayuda a crear mundos
mejores o peores
según sea la intención
de lo que cada persona
se inventa en su interior
lo mejor es dejar que fluya
todo lo imaginable y lo inimaginable
solo así se descubren
nuevas puertas
a lugares conocidos
y a nuevos destinos
creativos que nadie ha visitado.
A veces la fábrica de la imaginación
destruye en vez de crear
en esos casos su dueño
debe educarse y convertirla
en productora y no
en campo de concentración.
Como todas las partes de tu cuerpo
tu imaginación es tuya
No le puedes ordenar qué hacer
pero puedes orientar
el camino que va a seguir.
Pobreza y olvido. Corre la voz.
La nueva Tierra. Parte 11
- Pero entonces, ¿esa enfermedad no existe? ¿Nunca existió? ¿A poco estamos tan mensos como para creer en algo así, solamente porque nos dicen que es real? Bueno... también hay que ver que todos los "noticieros serios" estuvieron repitiendo noche y día que era real. Todavía ahorita que ya tenemos pruebas a veces me hacen dudar y creo que sí es real, ¡qué fácil nos convencen!
Jade se queda pensativa por un momento y después de pensar, me dice:
- No, la gente sí se enferma en realidad, la gente hasta se muere, tú lo has visto, pero no es por lo que nos están diciendo. La gente se enferma de pobreza y de olvido, se enferma de hambre y de indiferencia. Se enferma de la angustia por no tener trabajo y tener que estarse moviendo de un lugar a otro… Dicen que esta enfermedad es como un resfriado mortal, pero no es eso, son las defensas cada vez más bajas por la falta de interés de las autoridades en la gente y de la gente en sí misma. Ahora va a terminar esta enfermedad como la conocemos, como nos la han presentado en las “noticias”, pero ¿de verdad va a terminar? No, solo terminará hasta que se acabe esta crisis de pobreza.
De
pobreza material y espiritual, me quedé pensando sin decir ya nada, un poco
avergonzado por ver lo fácil que es engañarnos a todo el mundo repitiendo una
mentira todos los días, a todas horas, por todos los canales…
En la mochila que Nico le entregó a Jade cuando nos subimos a la camioneta allá en el Popo había una laptop, un celular, algunos sobres, tarjetas de banco, un aparato que no conozco, unos lentes de sol y un pedazo de papel donde estaba mal garabateada la palabra “Cuídate”. Jade revisó la laptop y los otros aparatos y encontró varias carpetas con muchas fotos y documentos que detallaban las negociaciones de Nico con el grupo que se fue a Marte, incluyendo las instrucciones directas de cómo intervenir transportes, desde vagonetas hasta barcos y aviones, desestabilizar algún país en especial e incrementar la violencia en otros, además se explicaba detalladamente cómo iban a esparcir por todo el mundo la “noticia” de la nueva enfermedad. Había material suficiente para hacer todo un documental. En una carpeta de videos encontró un mensaje grabado para ella, en el que Nico le pedía disculpas, le explicaba que realmente no sabía a qué se estaba enfrentando, reconocía que la tecnología de los traidores a la Tierra era muy superior y no sabía si iba a sobrevivir, pero si lo lograba, estaría en contacto con ella para enviarle más evidencias de lo que sea que encontrara en Marte. Me conmovió ver este mensaje.
- Nico tiene un lado bueno. Ojalá esté bien.
- No te engañes, Jacobo. ¡Nico es un monstruo! Ojalá se quedé allá en el espacio y que lo aguanten en Marte, porque si regresa a la Tierra va a querer que lo tratemos como el súper héroe salvador y se va a convertir en el peor dictador de todos los tiempos.
No sé qué decir, me da un poco de vergüenza haberme dejado llevar por mi entusiasmo.
- Estás reaccionando como él quiere. Actuando así se va a ganar a toda la gente porque eso es lo que él hace: sabe ser encantador y parecer muy preocupado por todos. Es un excelente manipulador.
Afuera
todo sigue igual. Tal vez peor, porque ahora sabemos que no hay líderes y la
gente está dudando de esa enfermedad. En La Colmena nadie sabe dónde quedaron
los científicos que podrían explicar lo que ha pasado… o al menos eso nos dicen
en los noticieros, personalmente, creo que los deben estar interrogando en
algún lugar muy, muy privado. Pero tenemos este material y habrá que darlo a
conocer. Muchas de las gigantescas pantallas en las plazas y lugares públicos
siguen transmitiendo los mensajes alentadores de los líderes “enfermos”, pero
hay algunos lugares que ya protestan y se sabe que varias de estas pantallas
han sido destruidas por grupos de inconformes con corta visión: las pantallas no son las que idearon esos mensajes.
Los
noticieros han creado la historia de que un grupo terrorista atacó el Popocatépetl,
y que en ese lugar en realidad estaba un centro de investigación con un mega laboratorio
de cooperación internacional, donde se estaría desarrollando la cura para la
extraña enfermedad... el viejo truco de convertir en mártires buenos y sacrificados a los verdaderos delincuentes que operaban con fuertes apoyos de quienes pueden pagar hasta las noticias que se dan a conocer. Pero en las redes circula el video que transmitió Nico y
cada vez que lo borran, alguien más lo vuelve a subir y rápidamente rebasa el
millón de visitas, después los cinco millones, los diez millones, y así
continúa... sin embargo, sabemos que con el tiempo, tanto el video como la historia de lo ocurrido en la Colmena
se volverán leyenda y se irá perdiendo el mensaje de lo que en realidad ocurre
aquí, en nuestra Tierra.
Necesitamos hacer algo pronto, y no sabemos en quién confiar, pero me acuerdo de Zac y a Jade le parece buena idea buscarlo.
- Zac, mi amigo, ¡qué bueno que te encontramos!
- ¿Qué onda, muchachos?, ¡qué gusto verlos! ¿Qué han hecho? Hace mucho que no los veía.
- Tuvimos que irnos por un tiempo, ¿tú sigues en eso de la informática?
- Sí, aquí todo sigue igual, soy un bicho raro: ¡hasta trabajo en el mismo lugar! Ya ven que ahora la gente dura muy poquito tiempo trabajando y luego la corren, pero yo no he tenido problemas en la empresa. Hago programas de multimedia para cine, televisión y publicidad, en mis ratos de ocio también he hecho otros programas de efectos especiales para algunas series y películas. ¿Tú qué haces, Jacobo?
- Ahorita no estoy trabajando, Zac, renuncié hace unas semanas. Pero todo bien.
Después de los saludos de rigor se abre el refrigerador y pasamos a tomar unas cervezas al estudio de nuestro amigo, como fondo se estaba escuchando un blues tranquilo, creo que era Joe Bonamassa, pero Zac detiene esa playlist y se dirige a un tornamesa arrinconado entre otro montón de “cosas” electrónicas, toma un disco de acetato y con todo cuidado enciende el aparato, coloca la aguja de diamante sobre el primer surco del disco y comienzan a escucharse los Conciertos de Brandenburgo, de Bach. Entonces mi amigo empieza a hacer una de sus larguísimas reflexiones:
- Antes así se escuchaba la música, en discos o en cassettes, para que funcionara tenía que haber fricción, contacto físico, y eso causaba ruido, metía impureza al sonido. Miren: la aguja tiene que tocar al disco mientras gira para que se escuche la música, en los casettes es aún más fricción, la cinta tiene que rozar un dispositivo magnético para que la podamos escuchar y además, se daña fácilmente. Después a alguien se le ocurrió inventar la música digital y los discos compactos sustituyeron la aguja de diamante por un delgado rayo láser, seguía habiendo fricción, pero mucho más sutil. Entonces apareció el “estado sólido”, como éste, miren: en esta USB tengo muchísima música guardada y para escucharla solamente la coloco en el puerto de mi reproductor ¡y listo! Sin agujas, sin láser, sin magnetismo: la música pasa directamente al aparato sin que haya fricción. ¡Ah, pero aún hay contacto, es cierto! Justo ahí aparece la nube y el bluetooth, la música está en el aire y no necesitas cables, lásers ni nada visible para transmitirla al reproductor y escucharla. ¿No es una maravilla lo mucho que ha cambiado nuestra forma de guardar y reproducir música?
- Sí, claro que lo es… y lo mismo ha ocurrido con otras formas de transmitir información, ¿verdad?
- Así es, cuando los descubrimientos de la ciencia avanzan en un área, es inevitable que afecten a otras. Además, todo es información.
- Oye, Zac, necesitamos tu ayuda, no sé si quieras hacer algo por nosotros, y para empezar, no sé si vas a creer lo que te vamos a decir. Verás…
Zac escucha con atención la historia que le vamos relatando Jade y yo, sin interrumpirnos, después de un rato se termina el lado “A” del acetato y mejor apaga la música para escucharnos con más concentración. Es algo tardado, pero e cuanto terminamos, lanza un grito de emoción.
- ¡Ujúuuu! ¡Qué buena historia! Esto es ciencia ficción de a deveras.
- Pero nos crees, ¿verdad, Zac?
- Por supuesto que sí. Todo suena tan lógico que debe ser cierto. Solo hay algo que no me cuadra en su historia: entiendo que hay un grupo de personas que se distinguen por su postura racista y pertenecen a grupos de ultraderecha, pronazis y otros así de discriminadores, para ellos es totalmente lógico que se alejen de la “chusma” porque se consideran a sí mismos como una especie superior y todos los demás solamente debemos servirles sin hacer preguntas. Por lo que he visto en los videos que transmiten todo el tiempo, allá en Marte están todos ellos y me parece lo más normal. Lo que no logro entender es ¿qué hacen allá esas otras gentes que son más humanistas, que predican la tolerancia, el respeto y la igualdad?, porque también aparecen en los videos de la gente “contagiada” por esa supuesta enfermedad.
Intervengo haciendo un comentario casi sin pensar:
- Es cierto, tal vez lo que dicen no coincide totalmente con lo que hacen, hay personas así de incongruentes.
Jade es más prudente al opinar:
- Puede ser, pero también pudiera ser que los hubieran llevado a Marte con engaños, si no les dijeron la verdad no pudieron decidir.
Zac retoma el comentario de Jade. Me tiene sorprendido lo rápido que ha asimilado estos hechos y su claridad para hilar las ideas.
- Correcto, y todavía puede haber otra opción: no se fueron a Marte, siguen aquí en la Tierra y de verdad creen que están desahuciados por culpa de esa rara enfermedad. Pienso que, si en verdad son personas íntegras y estuvieran en Marte, al descubrir las intenciones reales de esa colonia extraterrestre no se prestarían a mentirle a la humanidad y pondrían en riesgo a quienes sí lo han hecho.
- ¡Zac, me sorprendes! Se escucha bastante creíble eso que dices, ¡qué listo!
Zac no se inmuta con los comentarios de Jade, sigue pensando en la historia que le acabamos de contar y atando los cabos que le parecen sueltos.
- Creo que sí les voy a poder ayudar, chavos, y también creo que no estamos solos en esto, habrá que localizar a los líderes íntegros que deben estar en la Tierra, ¿se les ocurre alguno? Con ellos podríamos hacer una red virtual y si funciona, podremos hacer llegar información a todo el planeta sin necesidad de causar fricciones innecesarias, ya saben, como con la música.
- ¿Les parece si empezamos con los líderes religiosos, como el Papa o el Dalai Lama? ¿O primero buscamos a los premios Nobel de la paz?
- También hay varios artistas que están asociados en organizaciones a favor de los derechos humanos… creo que ellos no huirían de este planeta.
Y
resulta que, al empezar a buscar, van apareciendo los nombres de muchos hombres
y mujeres que nosotros creemos íntegros y con respeto hacia sus semejantes. Así
inicia la búsqueda, Zac es el responsable de asegurarnos el anonimato y de
establecer contacto con esas personalidades, apoyado en la magia informática
que sabe hacer. Efectivamente, la mayoría se quedaron en la Tierra e
invariablemente escuchan con interés nuestro relato, se sorprenden, pasan por
una etapa de incredulidad y reciben con grandes esperanzas el material que Jade
ha copiado y respaldado con todo el cuidado posible. Invariablemente también,
cada líder que contactamos nos pide que tengamos cuidado, porque también debe
haber más aliados del grupo de nazistas aquí en la Tierra, apoyando sus planes.
Lo
tenemos en cuenta, y antes de un mes hay varios canales y cuentas en las redes
sociales transmitiendo de manera oficial el documental que elaboró este gran
grupo de personas a partir del material que les proporcionamos. Mucha más gente
de la que esperábamos se ha sumado voluntariamente a las tareas para difundir
todo el material, y Zac está feliz por el gran despliegue tecnológico del que
forma parte. Esta red virtual le permite hacer contacto con muchas personas
como él, aquí participan todos los que apoyan a los líderes honestos en todo el
mundo.
Por
primera vez desde que “apareció la enfermedad”, algunos lugares dejan de
transmitir los videos “alentadores” y en su lugar se puede ver a las grandes
personalidades que quedan en nuestro planeta acompañados por su familia, regresando
a sus lugares de trabajo o caminando entre la gente en lugares públicos, en
estos nuevos videos se les puede escuchar explicando cómo fueron engañados para
formar parte de esta gran mentira que aún está atormentando a la humanidad,
también aclaran que si ya no existe La Colmena, no se pueden enviar productos,
alimentos ni medicinas a Marte, y por lo tanto ya no hay razón para no invertir
en mejorar las condiciones de los que vivimos aquí.
Es
fácil identificar a las cadenas de noticias que se vendieron a los traidores de
Marte, insisten en que todo es un plan terrorista para dominar el mundo y que
los líderes que prometen mejorar a la Tierra enloquecieron con la enfermedad,
pero sus notas van perdiendo credibilidad rápidamente, ¿seguirán inventando
noticias falsas cuando pase el tiempo y dejen de recibir su paga? Porque en
Marte tienen que administrar diferente el dinero y sus recursos.
Yo
me siento mejor, tan solo por entender lo que está pasando, recuerdo cuando simplemente
descubría que cada vez era más difícil vivir y era casi imposible convivir sin
saber por qué y eran días desesperantes, ansiosos. Aún no hay un cambio real,
pero estoy seguro de que se va a dar. Se necesita crear empleos suficientes,
volver a apoyar al campo y erradicar a todas esas personas que se han dedicado
a la delincuencia y ya no quieren trabajar. Son problemas bastante grandes y
graves, pero confío en que se podrán solucionar. Ahora la gente de nuestro
planeta trabaja para nuestro planeta, con un espíritu de solidaridad que yo no
había visto nunca antes, más que en esas películas sentimentaloides o
motivadoras.
Mientras
tanto, sigo viviendo en casa de mis tíos, que ya están bastante grandes y
necesitan que los cuide. Mi vida va regresando poco a poco a su ritmo normal y comencé
a buscar trabajo, pero la verdad es que la mayor parte del tiempo estoy al
pendiente de todo lo que ocurre con lo que hemos dado a conocer. Ahora quien
lleva la mayor actividad en todo esto es Zac, y claro, Jade está detrás de todo
lo que ocurre, con un entusiasmo que nunca termina.
Así
van mis días, es curioso cómo hasta lo más maravilloso se va volviendo
normal cuando se envuelve en la rutina.
Es temprano cuando tocan a la puerta y al abrir me encuentro una Jade feliz y radiante, apenas me ve y empieza a hablar sin parar mientras me entrega un paquete con comida que compró por el camino, ella sostiene una charola con cafés que huelen muy rico y sigue hablando, pero no comprendo lo que dice, parlotea bastante y tengo que pedirle que se detenga un momento para entenderla. Ella calla, me observa en silencio e inmóvil y enseguida estalla en risas.
- No viste mi mensaje, ¿verdad? ¡Revisa tu celular!
Es cierto, ella me envió un mensaje esta madrugada, pero ni siquiera había visto mi celular: “Nico me envió materiales desde Marte. Fotos, videos, documentos y hasta números de cuentas bancarias. Ahorita te cuento, voy a tu casa”. Ahora entiendo por qué está tan contenta, me siento junto a la mesa tratando de asimilar todo esto y también me lleno de júbilo. Jade, que ya ha asimilado un poco más lo que está pasando, saca unos sabrosos tamales del paquete que trajo, los calienta y comparte conmigo y con mis tíos, mientras desayunamos sigue hablando sin parar: Ellos, los de Marte, destruyeron La Colmena en su intento por detener a Nico porque no esperaban que él fuera capaz de defenderse tan bien de su ataque y perdieron el control. Tardaron casi 15 años en construir ese centro y para volverlo a hacer tendrán muchos problemas, primero necesitan volverse a organizar. En el material que acaba de recibir hay nombres y fotos de los aliados de Marte que están aquí en la Tierra, y también hay fotos y videos de los habitantes de aquel planeta y sus fantásticas ciudades. Tienen recursos de sobra y pueden vivir sin problemas mucho tiempo, fácilmente se mantendrán con toda comodidad más de quince años, todos se ven sanos y relajados.
- ¡Más de 15 años! ¡y sin trabajar ni producir nada! ¿Con tanta riqueza y nos siguen robando?
- Así es la gente que solo piensa en el poder, Jacobo: ¡no tienen llenadera! –de pronto Jade estalla en carcajadas y casi se atraganta, pero no deja de reir- ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Pobres! No saben lo que les espera ahora que tienen a Nico allá, van a saber lo que es vivir sin libertad y con miedo, ¡y qué bueno! ¡se lo merecen!
- Sí. Por supuesto que se lo merecen.
Dentro
de mi alegría, estoy pensativo. Me queda el pendiente de reencontrar a los míos
y si todo resulta bien, podré caminar de nuevo en el pueblo y localizaré a mi
papá, hoy creo que todo puede ser posible si me enfoco en conseguirlo. Tal vez
me estoy pasando de optimista, pero me gusta esta sensación y también me ayuda
a mantener despierta mi memoria.
La plática continúa durante mucho tiempo, contactamos a Zac y quedamos de vernos más tarde, ¡tiene que ver todo este nuevo material! Y después de la euforia, viene un momento de paz, es tiempo de estar solos y también es un momento de silencio. No del silencio incómodo, no. Al contrario, ese silencio que viene de sentirte a gusto con alguien que te entiende sin necesidad de hablar todo el tiempo. Así estamos por unos instantes, en un estado parecido a la nada que buscan los meditadores trascendentales y enseguida empiezo a divagar. Creo que nadie se ha dado cuenta, pero hay ocasiones en que me cuesta trabajo recordar y eso me preocupa. No siempre, pero me preocupa.
- ¿Y cómo va tu colección de momentos, Jacobo? ¿A poco te acuerdas de todos? No me imagino cómo le haces… ¿Es como si los tuvieras etiquetados para localizarlos cuando los necesitas?
La pregunta de Jade me sorprende, parece que me estuviera leyendo el pensamiento, ¡qué susto! Pasa un momento, dos, muchos más y yo no atino a contestarle mientras ella me mira, seria. Se levanta de la mesa sin dejar de mirarme y después voltea hacia la ventana, camina despacio hasta quedar frente a ella y avienta su mirada hacia la calle, que a cambio le arroja sol, mucha luz del sol que la hace brillar. No dice nada, solamente agacha un poco la cabeza y sus ojos siguen fijos en la ventana. Yo tampoco digo nada, me siento incómodo y tonto por haber desconfiado de ella… pero no puedo evitarlo, tal vez fue una casualidad. Sí, eso pudo ser. Me levanto de la mesa y me paro a su lado con intención de abrazarla, pero ella se mueve un poco y apoya su mano en el marco de la ventana. Entonces levanta el rostro y me deja verme en la claridad de sus espejos negros, en ese océano de noche profunda solo hay serenidad y el reflejo de mi cara compungida. No sé qué decir, su seriedad me abruma.
- ¿Estás molesto, Jacobo? ¿Fue algo que dije?
- No, para nada, Jade. -pero no puedo sostener mi mentira y termino confesándole que a veces desconfío de ella y me da miedo pensar que está dentro de mi cabeza sin que yo me entere.
- ¡Ay, Jacobo tan tonto! Perdóname por todo lo que pasó allá en la isla. Yo sé que la confianza es muy frágil y cuando se rompe nunca vuelve a quedar igual, aunque se repare, porque quedará la huella de esa rotura. También sé que no puedo obligarte a confiar en mí: la confianza se debe ganar. Y el cariño. Y el respeto. Si tú quieres, voy a tratar de ganarme todo eso dándote mi confianza, mi cariño y mi respeto, no hay otra forma.
- Pero no he dejado de quererte, Jade, ni tengo intención de faltarte al respeto cuando te digo cómo me siento…
- Ya lo sé. Yo siento tu cariño y también te quiero. Te amo, Jacobo. Pero amarnos no es suficiente. Sin confianza no podrá crecer nuestra relación. ¡Ojalá no hubieras estado ahí, Jacobo! No tendrías que guardar esos momentos tan complicados en tu colección.
Sus palabras me calan. No por mí, al escucharla me viene a la memoria todo que ella pasó con Nico en su adolescencia y me imagino la cantidad de recuerdos que ha tenido que superar en su historia. Y yo me metí a esa historia para adueñarme de algunos momentos mientras ella revivía cosas de su pasado.
- ¿Sabes? Yo no me había dado cuenta, pero también tengo una colección de momentos, Jacobo, lo malo es que no soy tan organizada como tú y a veces se me salen cuando no deben, en los momentos más inoportunos. Voy a necesitar que me ayudes a domesticarlos, ja, ja, ja.
- Bueno, la verdad es que últimamente también mi colección está muy alocada. También se me aparece algún momento cuando no debe hacerlo, y me sabotea otros momentos más padres…
- Eso es lo que pasó ahorita, ¿verdad?
- Sí, eso pasó. Estábamos bien, yo me siento muy a gusto contigo y de pronto ¡zas! ¡ahí está! Un momento indeseable del pasado se aparece y se sobrepone al momento que estaba disfrutando en el presente. Creo que no soy el más adecuado para enseñarte a manejar tu colección de momentos.
Ella toma una de mis manos entre las suyas y la besa. Yo llevo esa misma mano a su rostro y lo acaricio hasta que ella la usa como almohada para recargar su mejilla. Estos gestos dicen más de nuestra confianza que cualquier palabra que pueda surgir de nuestras bocas.
- Al contrario. No habrá nadie mejor que tú para valorar y organizar los momentos valiosos de la vida. Aunque algunos no sean muy agradables…
- ¿Sabes, Jade? En estos días de confusión me he dado cuenta de que mi colección de momentos tiene varios huecos, hay algunas cosas que en ocasiones no recuerdo… nombres, lugares, personas, fechas, colores, no sé, a veces un solo detalle hace que pierda por completo el momento que estaba recordando.
- ¿Y no te había pasado eso antes?
- Nop. Bueno, de repente sí, pero no tan seguido como en estos días.
- No te preocupes. Ahí está toda tu colección -me dice señalando a mi cabeza, como si de verdad la memoria habitara en ese lugar dentro de mi cuerpo-, tal vez solamente necesites recuperar la paz para reorganizarte.
Esta vez yo sonrío y eso me da gusto, sobre todo porque veo a Jade con la misma confianza de siempre. La confianza está en mí y poco a poco la voy compartiendo con ella nuevamente. Creo que llegará un momento en que nos demos tanta confianza como lo hacíamos antes, no importa que quede la huella de que aluna vez se rompió.
- ¡Ya sé qué voy a hacer! Voy a hacer una colección de olvidos, Jade. ¡Ya está! Todo lo que no recuerde lo paso a mi colección de olvidos y así no me voy a perder de nada, ¿qué tal?
- Oye, eso está padre, ¿y si se te olvida que tienes una colección de olvidos?
- Pues meto toda mi colección a la colección de olvidos, je, je. Y si encuentro momentos que no me gusten o que no me sirvan, también los voy a pasar, aunque sea por un rato, a mi colección de olvidos. ¡Adiós angustias! ¿Qué no recuerdo tal fecha o tal lugar? No hay problema, están en la colección de olvidos, pero después los regreso a su lugar en mi colección de momentos…
Y
con estas reflexiones tontas, nos vamos perdiendo nuevamente en nosotros,
escapando por breves instantes de la realidad que nos exige estar presentes,
cada vez más presentes.