"El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el valor que tiene."
Sócrates (470 AC-399 AC) Filósofo griego.
Nos toca vivir en una época de crisis, esta es una verdad innegable que solamente los tercos, los insensibles o los corruptos pueden tratar de negar. Desde hace
algunos años escuchamos y vivimos la crisis económica, social o de inseguridad, y los más pequeños llegaron a este mundo y están creciendo en él como si esta situación fuera una
parte normal de nuestra existencia. Espero sinceramente que no sea así y que se retome el camino del desarrollo colectivo en lugar del agandalle particular. Por lo pronto, y retomando el tema central de este escrito, comentaré acerca de otra verdad obvia y no por eso menos grave: en las relaciones humanas
también vivimos una crisis, y la observamos principalmente en nuestro estilo de
comunicación.
La principal dificultad para comunicarnos es que casi todos
sentimos la necesidad de ser escuchados pero no nos interesa escuchar a los
demás, de hecho es raro que alguien nos enseñe a hacerlo.
La necesidad de ser escuchados nos impide expresar lo que
realmente sentimos y pensamos, y se convierte en un impedimento para crear
relaciones que nos ayuden a crecer en nuestro trato con los demás, antes al
contrario: como no expresamos nuestro afecto nos encerramos en una especie de burbuja para “protegernos”
del mundo exterior y entonces nos hacemos la ilusión de que todos los demás ven
las cosas igual y tienen más o menos las mismas opiniones y reacciones emocionales que uno mismo. A todo
aquel que piensa, opina o siente de manera distinta lo vemos como parte de “los otros”,
casi despectivamente, en lugar de escucharle.
Este tipo de relaciones se pueden dar hasta en nuestros
círculos más cercanos, como en la familia, en la escuela, o en el trabajo y si
no salimos de ese estilo de comunicación tal vez terminemos sintiéndonos solos
o aislados aunque convivamos con más personas.
"Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan como estamos y se esperan a oír la contestación."
(Ed Cunningham)
Afortunadamente hay una clase de personas especiales que nos
ayudan a aligerar la carga de vivir guardando secretos o cuidándonos de no
demostrar lo que sentimos: las amistades. En realidad son personas iguales a
cualquier otra, pero de pronto se vuelven más importantes en nuestra vida diaria,
el trato con ellas nos hace más agradable la existencia y nos motiva para
actuar más libres, con los amigos podemos hablar y escuchar acerca de nuestros
planes, sentimientos, recuerdos, sueños, preocupaciones, logros, gustos,
problemas y casi todo lo que se nos ocurra, por muy loco que pueda parecer, y
esto es gracias a que los amigos nos aceptan, nos escuchan y se hacen escuchar.
El contacto con ellos nos da muchos beneficios:
·
Tener amigos nos permite respetar ideas y
opiniones diferentes a la que hemos tratado, es decir, nos vuelve
tolerantes.
·
Hablar y escuchar a una persona de confianza nos
da mayor seguridad en nosotros mismos y nos hace sentir parte de algo mayor,
aleja los sentimientos de soledad y aislamiento.
·
Tener uno o varios amigos nos ayuda a confirmar
nuestra personalidad y a mejorar aquellas partes que no sirven en la relación
con los demás, nos volvemos más cooperativos al participar en proyectos con
amigos.
·
Todos tenemos necesidad de ser reconocidos (por
eso tienen tanto éxito las redes sociales como Facebook o Twitter), y al estar
en contacto con los amigos obtenemos el reconocimiento que merecemos como
personas.
·
Hay valores que solamente se aprenden al
vivirlos, la amistad nos brinda la oportunidad de desarrollar la lealtad, la
solidaridad, el respeto, la honestidad, la confianza, la empatía y hasta la
responsabilidad, por mencionar algunos valores y actitudes…
Lo mejor de todo es que la amistad permite esto para todos los que participan de ella, sin
tener el nivel de compromiso ni las condicionantes de una relación formal, no
es una relación que se tenga que concretar mediante algún escrito o ritual
especial, simplemente es una relación que funciona porque hace sentir bien a
los amigos y les da la oportunidad de aprender a mejorar su manera de relacionarse. Cuando una relación no proporciona esa sensación de bienestar no es amistad.
La amistad nos permite vivir nuestros afectos abiertamente, a diferencia del noviazgo, el matrimonio o cualquier otra modalidad de relación cimentada en el amor y el compromiso mutuo. Esta parte ha sido tan mal entendida que en ocasiones se puede volver una barrera para manejar una comunicación abierta y honesta en la vida en pareja, pero ése es otro tema, ahorita seguimos con la amistad, que se cimenta en el afecto, el cariño y el interés hacia otra persona que percibimos como igual a uno mismo.
"Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud."
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
¿Es posible combinar la amistad con el trabajo o la escuela? Claro que sí, en lo personal mis mejores amistades nacieron ahí y me considero afortunado porque guardo grandes amigos desde la secundaria hasta la maestría, y también de los lugares donde he trabajado, especialmente de 2 de ellos. Pero los amigos no se dan en automático, se requiere cultivarlos, conseguirlos o dejarse conseguir y sobre todo mantener vivas esas relaciones valiosas; la decisión de actuar de una manera
amistosa depende de cada uno de nosotros, viene de nuestro
interior y refleja nuestra disposición a confiar o a no confiar en el mundo.
Durante los días laborables pasamos más tiempo en el trabajo que en nuestra propia casa, y a menos que nuestro trabajo nos obligue a estar solos, inevitablemente tendremos que convivir y relacionarnos con más personas, hacerlo de manera amistosa es una buena opción para pasar mejor la jornada laboral, sentirnos parte del grupo de trabajo y compartir intereses en torno a los proyectos laborales, además de los beneficios mencionados antes.
Durante los días laborables pasamos más tiempo en el trabajo que en nuestra propia casa, y a menos que nuestro trabajo nos obligue a estar solos, inevitablemente tendremos que convivir y relacionarnos con más personas, hacerlo de manera amistosa es una buena opción para pasar mejor la jornada laboral, sentirnos parte del grupo de trabajo y compartir intereses en torno a los proyectos laborales, además de los beneficios mencionados antes.
"La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos."
Jean de la Bruyere (1645-1696) Escritor francés.
Dos comentarios antes de cerrar: He escuchado a varios papás y mamás decir que son los
mejores amigos de sus hijos, y es importante decir que esto no es verdad: Papá
o mamá solo hay uno, y amigos hay varios. A los amigos los podemos elegir y
descontinuar, con ellos podemos ser cómplices y si nos critican o algo no les
gusta, nosotros decidimos si cambiamos o no sin que pase nada. En cambio los papás tienen la
obligación de dar ejemplo y de corregir a sus hijos cuando están haciendo algo
mal, si en el rol de padres nos rebajamos al nivel de amigos no esperemos
recibir de ellos el trato respetuoso de padres; en cambio, podremos ser
excelentes padres si en lugar de pretender ser sus amigos, somos amistosos al ejercer nuestra autoridad con
ellos.
Actuemos para salir de esta crisis de comunicación. Si
decidimos actuar de manera amistosa, nuestra visión del trabajo, la familia y
del mundo en general se volverá más agradable y nuestras relaciones funcionarán
mejor, y sin que esto quiera decir que los amigos nos resolverán los problemas, sí puedo afirmar que disfrutar de una amistad sincera, donde la comunicación es tan honesta como conversar consigo mismo arriesgándose a ser corregido, puede evitarnos la molestia de ir a pagarle algunas consultas al terapeuta, pues nos dará estabilidad afectiva y emocional.
Si en el intento de mejorar tus relaciones personales descubres que hay dificultades en tu interior, el terapeuta será una buena opción y no hay ningún motivo para avergonzarse o sentirse mal por acudir a psicoterapia: Quien se da cuenta de un problema y no trata de corregirlo a tiempo, solamente lo está dejando crecer.
Recuerden que sus comentarios son bienvenidos y, como decía el puerquito:
Eso es to - eso es to - eso es todo, amigos.
Eso es to - eso es to - eso es todo, amigos.
Este escrito vio la luz gracias a la motivación de Evita y Gela, dos personas especiales y muy queridas que amablemente me invitaron a escribir en su revista "Transformación laboral" sobre el tema de la amistad. Un abrazo para ambas.
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