lunes, 11 de febrero de 2013

Palabras pantalla


Las palabras pantalla forman parte de nuestra herencia cultural, las aprendemos en casa y en la escuela, las vivimos en el trabajo, con la familia y los amigos, y nos ayudan a crear la ilusión de que nos entendemos, aunque en realidad van creando velos (o pantallas, precisamente) que evitan la comunicación real. 
Una pantalla es una superficie que se utiliza para cubrir algo y para proyectar algo sobre ella, como ocurre en el cine o en las lámparas para iluminar sin arrojar luz directa, o como ocurre también con la pantalla del aparato donde estás viendo este texto. La pantalla nos permite ver únicamente una parte del todo y nos da la apariencia de algo.

Por eso resulta que al utilizar "palabras pantalla" podemos evadir el compromiso, tanto con nosotros mismos como con alguien más, porque esas palabras nunca son lo suficientemente claras y solamente expresan una parte de nuestro mensaje real, y porque la forma en que nos expresamos refleja la manera en que vemos la realidad, ya que el lenguaje es parte de la imagen que proyectamos hacia el mundo, y parte de la imagen que tenemos del mundo. Desafortunadamente, en muchas ocasiones no nos damos cuenta de esto y vivimos en una realidad distorsionada (tras la pantalla, pues).

Enseguida vienen algunos ejemplos de palabras pantalla, tal vez muchas resulten familiares, en todo caso vale, la pena tomar nota para identificar cuáles utilizamos con más frecuencia:

A lo mejor”. Ésta es de mis consentidas, casi todos la usamos cuando hablamos de algo que afecta a nuestra propia persona o algo que sentimos como propio (sentimientos, proyectos, planes, resultados). Decir “a lo mejor” es no afirmar lo que estoy expresando, es dudar de mí mismo y de mi interlocutor. “A lo mejor no voy a ir” “A lo mejor sí”.

Como que…” Para mi, esta pantalla es la máxima expresión de la inseguridad y la decimos frecuentemente, sobre todo cuando tratamos de comprender o explicar una situación cualquiera, ya sea familiar o novedosa para nosotros. “Como que me siento triste”, “Como que ya te entendí”.

Cuando comenzamos una declaración diciendo “Yo creo que…” “Tal vez”, también estamos poniendo sobre aviso a los oyentes de que no estamos 100% seguros de lo que estamos diciendo, y lo que van a escuchar puede no ser exacto, sino una opinión personal. “Yo creo que sobre aviso no hay engaño”.

Pero”. Esta es una palabra bastante perjudicial, sobre todo si la usamos entre dos afirmaciones, porque entonces le quitamos todo el valor a lo que habíamos dicho en primer lugar: “Es la mejor mujer que he conocido, todo en ella me gusta, pero ojalá no tuviera tantas amigas”.

¿Hablar con preguntas?”, es otra forma de hacer entender a los demás que estoy hablando de un tema difícil de manejar o de aceptar para mí. Normalmente podemos quitarle los signos de interrogación a esas preguntas sobre nosotros mismos que hacemos a los demás. “¿Me tomaré la última, para irme temprano?”, “¿Sería mejor tener compañía?

Generalizar: “Uno”, “La gente”, “Todos”, “Nadie”, “Siempre”, “Nunca”, este tipo de expresiones nos justifican cuando no queremos analizar ni pensar lo que decimos, es más fácil poner la etiqueta general de que “Siempre hace lo mismo” o de que “Todos piensan así”, en vez de revisar la situación que estamos viviendo con una persona en específico, o con mi propia persona.

Prometer” y “Amenazar”, ambas son otra forma de generalizar, utilizadas para manipular a quien depende de nosotros de alguna manera, ya sea emocional o jerárquica, comúnmente se da en la relación padres-hijos, maestro-alumno o jefe-empleado, donde la jerarquía es muy clara. Pero también se da entre amigos y en la pareja, cuando una parte asume el control “manipulador” de la relación y la otra lo acepta.


¿Ya no quieres usar palabras pantalla?, bueno pues:

Quítalas de tus pláticas, la parte más difícil es darnos cuenta cuándo las utilizamos, para dejar de hacerlo.

Pide que sea más específica la persona con la que estés hablando. Si aceptas una comunicación pantalla, estás participando.

Toma decisiones, al quitar las palabras pantalla se acaba el “como que” y el “a lo mejor”, en su lugar queda una afirmación que nos quitará el peso de la duda: Sí o no.

Confía en ti, acéptate como eres y dudarás menos de lo que quieres decir.


Una aclaración: Las palabras pantalla no son iguales que las mentiras, pues no las decimos con la intención de engañar a nadie, al contrario, normalmente creemos que hablamos con la verdad al utilizarlas, y en el caso de las mentiras, siempre que las decimos estamos conscientes de que hay un engaño o falsedad.

Y “como que” ya no tengo ganas de escribir, “a lo mejor” escribo después otra cosa, "pero" ahorita me despido dejando abierta la invitación a hacernos responsables de nuestras palabras y a dejar de utilizar las que son pura pantalla.

Yo sé que es difícil de creer, pero se logran grandes cambios favorables en nuestras relaciones con los demás (y con uno mismo) si decidimos hacer este cambio en nuestro estilo de comunicación.

Hasta luego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres comentar?: