Dice Silvio en su canción "Óleo de mujer con sombrero" que los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan ahí nada más estancando en su cobardía a quien no se atrevió a tocar la puerta donde podría haber estado el amor. Yo coincido, sin embargo también en el lado opuesto hace falta valor para soltar a una persona cuando el amor se ha escondido en la rutina, en los malos entendidos, en las decepciones o la desconfianza. Entonces ese amor deja de ser una conexión real entre dos personas para convertirse en un apego: te sientes unido a alguien porque crees que necesitas a esa persona aunque la relación ya es tóxica y desgastante, tal vez para ambos y no solo para ti.
El valor de reencontrarte contigo, de volver a disfrutar tu vida sin culpa y sin la sensación de tener que complacer a esa persona con tus actos.
El valor de recordar que tu vida vale tanto como la de esa persona a la que has dado un poder imaginario sobre ti.
El valor de creer, o más bien saber que puedes ir por la vida sin la compañía de esa persona y ambos van a poder continuar.
Encuentra tu valor y podrás soltar de la mejor manera, sin peleas ni discusiones enganchadoras, a esa persona que te impide ser tú, aunque a veces te haga sonreir.
Cuando encuentres tu valor y te atrevas a soltar te darás cuenta que en realidad esa persona nunca te impidió ser tú (no tiene ese poder), sino que fuiste tú quien decidió limitarse con la falsa idea, casi mágica, de que al negarte a ti mismo serías aceptado y valorado. No funciona así. Si con tus acciones le dices a una persona que decidiste aceptar que te humille y te menosprecie, es muy probable que lo haga y que tú te creas tu mentira actuando como alguien que en vez de merecer amor tiene que mendigarlo.
Rescata tu valor. Para ti. Y si es difícil hacerlo, busca a un profesional que te pueda apoyar.
Hasta luego.
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