José O. Caldas
Antonio G. Mozuelos es un psicólogo metido a mercadólogo y a no sé qué cosas más, hace tiempo hacía un boletín electrónico llamado "Megapracticantes" donde daba a conocer muy buenos tips y estrategias para promocionar los servicios psicoterapéuticos y sobre todo, para aprender a valorarlos y cobrarlos correctamente. Aprendí varias cosas con su página y aún me falta aprender y aplicar otras más.
Ahora vuelve a la carga con una nueva página llamada http://www.ventaterapia.com, en la que reincide en su intento de hacer que los psicólogos seamos capaces de hacer tratos justos al momento de ofrecer y brindar nuestros servicios de consultoría y asesoría. A aquellos colegas que aún no lo conocen (de hecho yo no tengo el gusto de conocerlo en persona, solamente a través de su obra en Internet) les extiendo la invitación a visitar su página:
Una novedad en esta página es cómo aborda directamente el tema de vender los servicios de consultoría, una idea algo tabú desde el enfoque puramente humanista que se enseñaba en mis tiempos en la facultad de psicología (no sé ahorita cómo se enseñe a los alumnos a valorar su trabajo). He de confesar que su página me chocó un poco por esa apariencia de ser mero anuncio y venta de productos. Pero recapacitando recordé que entré a esa página precisamente porque quiero conocer nuevas formas de promocionar mis servicios, de hacer llegar mi trabajo a la gente que le interesa. De vender lo que sé hacer. De eso se trata, pues.
"Un pintor es un hombre que pinta lo que vende. Un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta"
Picasso.
No sé a qué se debe el gusto e interés de Mozuelos por compartir lo que sabe, pero efectivamente nos está regalando verdades que podemos llevar a la práctica si le ponemos un poco de disciplina y constancia, y que redundarán en una mayor satisfacción personal y profesional. También regala una especie de manuales o folletos en formato digital, lo verán cuando entren a la página.
Anteriormente leí en su página de Megapracticantes algunas críticas diciendo que estos tips y estrategias son muy obvios. Tal vez es cierto. La cuestión es que a veces no hacemos caso de lo obvio y por lo mismo es sano dedicarle tiempo a rescatarlo. Una parte esencial de la neurosis nuestra de cada día es precisamente dar por hecho que lo obvio ya no merece nuestro cuidado, ¿verdad?
Hasta luego.
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