miércoles, 23 de julio de 2014

Entre iguales

(Inicialmente, este escrito se titulaba "Crecer entre iguales")

"Todos los hombres son iguales. La diferencia entre ellos no está en su nacimiento, sino en su virtud."
Voltaire


¡Bendita igualdad, que nos permite disfrutarnos y crecer con nuestras diferencias!

El verdadero amor y la amistad real se dan entre iguales. A veces uno se rezaga y el otro entonces se detiene y le ayuda a seguir avanzando. A veces se invierten los papeles y quien ayudó en la primera ocasión ahora recibe aliento del otro para continuar creciendo. La relación entre iguales permite reconocer tanto las fortalezas como las debilidades, ambas forman parte de la persona y por lo tanto de la relación.


Algo parecido al amor y a la amistad surge en las relaciones donde una persona desconfía de la otra y por lo tanto, quiere controlarla o tratar de controlarla en todo. Pero eso no es amor. Ni es amistad: Una persona que maneja sus relaciones tan posesiva y controladora, no es capaz de aceptar a otra persona tal como es (de hecho, una persona así necesita confiar en sí misma primero).

Solamente recibiendo el trato de iguales estaremos inmersos en una relación sana.

"En todas las tierras el sol sale al amanecer"
George Herbert

Si te quedas con esa sensación de que te están tratando más mal de lo que mereces, o de que no puedes evitar abusar para demostrar que "controlas" la relación, dedícate un momento, voltea tu mirada hacia ti y recuerda que tanto tú como esa otra persona tienen exactamente el mismo valor, son iguales y por lo tanto ninguno debe estar por encima o por debajo, sino lado a lado.


Cualquier intento de justificar un trato desigual no es más que el deseo de querer congelar la relación y mantenerla tal como a ti te gusta. Pero las relaciones son vivas, deben crecer y cambiar constantemente, si quieres ver siempre igual tu relación tómale una foto y obsérvala de vez en cuando, porque en la vida real será inevitable seguir cambiando.

Podemos crecer juntos en la relación. Todos tenemos la necesidad de ser queridos, valorados, aceptados tal como somos y sin condición de tener que cambiar o ceder en algo; la mejor manera de conseguir ese cariño, amor, valoración y aceptación es dándolo, nunca exigiéndolo o forzándolo.

La relación entre iguales se basa en el mutuo reconocimiento y respeto de las diferencias, de ahí que la equidad resulte ser el refugio de los derechos y obligaciones de la pareja.


En una relación sana, una persona busca a otra para apoyar y ser apoyada, la otra persona busca lo mismo y ambas tienen la confianza y claridad para decirlo o para escucharse, que es lo mismo.

Hasta luego.

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