lunes, 29 de julio de 2013

Vínculo y escisión, según Laing

"Que la vida sea digna de ser vivida depende de si hay amor en la vida."
Ronald D. Laing


Un vínculo representa unión, relación entre dos partes por lo menos. En informática es muy utilizada esta expresión para indicar que puede acceder a otro lugar dando clic sobre el vínculo adecuado; a éste también se le llama "enlace", palabra que también nos refiere a la unión y relación con otro ente. Esta unión existe aunque el otro no esté presente físicamente.

En términos sociales, psicológicos y afectivos, los vínculos nos permiten saber que formamos parte de algo más grande, nos dan el sentido de pertenencia a un grupo que puede ser la familia, los amigos, el equipo de trabajo, la nacionalidad o cualquier otro. 


Ronald D. Laing aborda este tema en su libro "La voz de la experiencia" con estas palabras:

"Si consideramos que una relación constituye un vínculo, y ese vínculo una atadura, entonces resulta casi imposible no sentirnos atados por algo, un hilo, una cuerda, una soga, una cadena de acero, o margaritas.

Un vínculo puede experimentarse de modo positivo o de modo negativo, sintiéndose atado al otro por algo o por otro. La atadura puede ser agradable o desagradable, deseada o no deseada, cordial o impuesta, en dos sentidos o en un solo sentido. En gran cantidad de metáforas encontramos variaciones de este tema: “Es como un lazo enredado a mi cuello”, “Es como mi cable de salvación”, “Es mi ancla”, “Todavía está atado a las faldas de su madre”, “Los amigos están atados con hilos invisibles”…"
Es frecuente encontrar frases "motivadoras" que nos animan a terminar una relación cuando no nos sentimos a gusto en ella, y por puro sentido común y apelando a la supervivencia, así debería de ser, sin embargo los vínculos que mantienen unida a esa relación pueden ir más allá de sentirse bien o mal en ella, y además pueden involucrar a más personas. Uno puede estar vinculado con otra persona a través de otras personas, como los hijos o la mamá. También puede estar vinculado por situaciones subjetivas como un ideal imaginario o una esperanza, que es más frecuente de lo que podríamos suponer en primera instancia.

Aún en los casos en que el vínculo es desagradable y no deseado, continúa sirviendo para dar ese sentido de pertenencia a las personas y no es, de ninguna manera, un destino inevitable. Salvando las condiciones específicas que definen la relación, es posible cambiarla o concluirla si no ayuda a que crezcan quienes forman parte de ella.

Por otra parte, retomando de nuevo las palabras de Ronald D. Laing:

"Hay otras personas que aseguran no tener tales conexiones con los demás, ni recuerdos de haberlas perdido, ni sensación de mantener ningún otro tipo de conexión con los otros."

"Hay personas que no se sienten unidas a sus seres semejantes en la misma situación."

El modo en que nos comportamos con los demás, en que se dan nuestras relaciones entre unos y otros, repercute directamente en nuestra manera de percibirnos a nosotros mismos y a los demás. 

Una persona que no siente el vínculo con los demás tiene una escisión, una condición que no es simplemente sentirse alejada de otras personas, sino que se siente ajena por completo al resto de las personas. En esta condición anti social no existe el apego hacia ningún grupo o persona en especial y se pueden presentar conductas de rechazo extremo debido al miedo o angustia que ocasiona la posibilidad de crear un "puente", un lazo de unión con otro.


Así, las relaciones humanas pueden agruparse de manera general en los que viven sintiendo que forman parte del mismo grupo, que no están solos; y aquellos que viven su existencia como una interminable soledad, sin esperanza ni deseo de unirse a algo o a alguien más. En el primer grupo, aún cuando aparezcan rencillas y problemas de relación, será menos probable que estos problemas se conviertan en abismos infranqueables, dado que los vínculos ayudarán a encontrar algún punto en común.

"Pero no me crea sólo porque yo lo digo, mírese al espejo y véalo por usted mismo."
Ronald D. Laing

Queda pendiente revisar la infinidad de vínculos que se dan en las relaciones sociales y la forma como se generan.

Hasta luego.

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