domingo, 3 de julio de 2011

Amor es... ¿suficiente?

Donde hay amor todo funciona bien, decían mis papás y mucha gente más. Y es cierto. Sin embargo hay varias relaciones en las que existe el amor y aún así se presentan una serie de dificultades que hacen la vida bastante difícil para todos los que interactúan, y aquí entran todo tipo de relaciones, desde las románticas de noviazgos, deslices y bodas, hasta las más fraternales como las relaciones entre padres e hijos, las amistades o cualquier otra que gusten: Hay amor y con todo y eso hay muchos problemas que obligan a "soportar" a la otra o a las otras personas.


La primera vez que escuché esto de tener que soportar a alguien con quien has decidido vivir me costó trabajo asimilar la idea, yo creía firmemente que si amas a alguien entonces no tienes que soportar a ese alguien. ¿Qué ocurre para llegar a este extremo?


No tengo una respuesta exacta o única, como ocurre muchas veces en estas cuestiones que dependen de la naturaleza humana, no hay una sola causa sino varias posibilidades. Voy a comentar las que se me vienen a la mente en este momento:


1. Idealizamos demasiado el concepto "AMOR". Por ejemplo, las novelas y las historias de princesas nos han metido una idea demasiado exagerada de lo que el amor por sí solo puede lograr. Y esta idea nos la encajan también a los hombres, aunque la mayoría de la gente piensa que estas historias solamente afectan  a las mujeres, hay varios tipos por ahí queriendo ser el príncipe azul y varias chicas queriendo ser la princesa encantadora. El primer problema es que la historia no termina cuando se declaran amor eterno y se deciden a vivir muy felices, como en las caricaturas o los cuentos. No, si ambos están sanos pueden durar muchos, muchos años viviendo sin el disfraz de príncipe o princesa.


2. Aprendimos que el amor va ligado con nuestra fé religiosa. Cuando nos ocurre esto hay una idea de fondo muy peligrosa: "EL AMOR REQUIERE SACRIFICIO". Mamás o papás esclavizados a los hijos tiranitos, esposas aguantadoras de sus viejos, novias que consienten constantemente al novio, personas sobreprotectoras... Ejemplos hay muchos, lo más curioso de todo es que quien vive el amor de esta manera siempre carga una sensación de insatisfacción, de estar "dando más" a la relación, y será muy difícil hacerle ver que efectivamente da más y encima de eso se niega a recibir lo que la otra parte le pudiera aportar. Y esto tiene su trasfondo neurótico: Si recibo, entonces demuestro menos amor, y si sigo dando, merezco más porque me estoy sacrificando. Entones yo digo una frase que deberíamos tener siempre presente: El amor no es sacrificio.


3. Creemos que el propósito del amor es encontrar un complemento. En esta teoría, al menos uno de los que participan en la relación se convence de que solamente puede ser una persona completa si ama a su pareja y ésta le corresponde de la misma manera. Sobra decir que desde el momento en que una persona se ve a sí misma como incompleta, existe un problema para asumir las responsabilidades que la vida va presentando durante sus distintas etapas. Al no asumir la plena responsabilidad, a menos que tengamos a la persona amada cerca para sentir ese "complemento", automáticamente convertimos a la persona amada en cómplice y corresponsable de nuestros actos. Es decir: tenemos a quien culpar por los errores que podamos cometer. Esto de necesitar un complemento es una situación que va de la mano con las dificultades para crecer interiormente.

Hay más, muchas más posibilidades: El mor es compartir la crianza de los hijos. El amor es vivir en la misma casa. El amor es respetarnos. El amor es darnos cada uno nuestro espacio. El amor es obedecer... De hecho cada uno de nosotros, de acuerdo a nuestra propia personalidad y tendencia patológica, podemos crear alguna nueva variante en esto de representar y actuar el amor. Es lo más normal, ya que hemos sido educados más o menos con los mismos estereotipos sociales del amor y particularmente con las variantes que prefirió nuestra familia. Se aceptan todas las aportaciones que quieran hacer en los comentarios de este espacio.

Entonces queda una duda: ¿Existe el amor "sano"? Y en este caso sí pienso en una respuesta única: Sí. Sí existe.

En mi corta experiencia, el amor sano lo viven aquellas personas que no centran su relación exclusivamente en el amor, sino que dejan entrar a su relación otros sentimientos, emociones y actitudes, no al azar, sino como experiencias de crecimiento. Así, dentro de la relación es válido todo tipo de expresiones cuidando la regla de oro de no lastimar a la pareja, y entre otras, las expresiones más comunes que he visto son el respeto, la flexibilidad en las reglas, la comunicación, la confianza, el interés por la otra persona...

Creo, y es mi humilde opinión, que el elemento que une toda esta variedad de sentimientos y los convierte en una actitud diaria, es el compromiso. El compromiso con uno mismo permite tomar la decisión de disfrutar a una persona en lugar de aguantarla, es lo que le da sentido a muchas tareas que se realizan cotidianamente después de qude pasó el efecto "príncipe azul" y es lo que ayuda a que dos personas, o las que estén en la relación, se ayuden a crecer en vez de quedarse viendo como envejecen. El amor por sí solo, desligado de otras emociones y sentimientos, y sin rastros de compromiso, puede ser una experiencia apasionante y encantadora, pero solo en un presente sin futuro.

Hasta luego.

2 comentarios:

  1. Esto es lo que es el deber ser, y sí está sustentado en el ser, en lo que somos ahora, pero es una herramienta muy útil para romper con estereotipos que no nos dejan ser felices del todo. Es en esta aceptación del uno y el otro en donde se dan las mejores relaciones. Y sí el amor es un compromiso muy personal, pero que se establece con otra parte con quien yo he decidido amar, y creciendo juntos es como puede llegar a vivirse la frase de "felices por siempre".

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