lunes, 28 de septiembre de 2015

¿Con quién quieres quedar bien?

"Tratar de complacer a todo el mundo es imposible. Si hicieras esto, acabarías en medio, sin nadie a quien le cayeras bien."
(John Lennon)

La codependencia tiene muchas caras, ¡y todas se parecen!:


Un tipo quiere ahorrar y su pareja le pide algo que desea mucho aunque por el momento no es algo indispensable, él retira sus ahorros para darle gusto aunque sabe que no es una buena decisión.

Una mujer es maltratada por su pareja frente a sus hijos y decide dejarlo, pero cuando sus niños lloran porque extrañan al papá los lleva a verlo, y cuando ve triste y decaído al hombre que la maltrata, se siente culpable y se queda con él. Después se siente mal con ella misma.

Un tipo se queja de que su trabajo no le satisface y además le pagan mal. Uno de sus amigos lo invita a unirse en una nueva empresa que está iniciando con mucho éxito en otra ciudad. Aunque le pagan más y estaría trabajando con conocidos que le simpatizan, el tipo prefiere quedarse en su mal trabajo para no dejar sola a su novia.

La amabilidad y la cordialidad sirven para hacer más agradable la relación con los demás. Pero sacrificar las metas propias por quedar bien con otra persona no es amabilidad ni cordialidad, es una actitud que a la larga solo consigue hacernos quedar mal con nosotros mismos, y traicionarse a sí mismo es uno de los pecados más difíciles de superar.


Se puede pasar toda una vida tratando de entender cómo fue que llegaste a tomar una decisión que te encadenó a los deseos de otra persona, ignorando los tuyos. Mucho tiempo reclamándote por no atreverte a reconocer que tus deseos son igual de valiosos que los de las demás personas.

En esos casos se puede retomar el camino, para eso es muy útil detenerte un momento para revisar ¿cómo está tu niño interior?, ¿qué tan solo se siente, que necesita la aprobación de los que están a su alrededor? Habla con él, explícale de la manera más sencilla posible que tú lo entiendes, dile que confías en sus decisiones y que sabes que a mediano o largo plazo darán buenos resultados. Dile que no necesita tirar sus planes y agarrar los de otra gente: los suyos son valiosos y se vale negociar para quedar en buenos términos con los demás.


¿Por quién sacrificas o retrasas tus planes? Mamá, papá, pareja, amistades, hijos, compañeros, jefes, tal vez todos ellos... Si la persona que te interesa se enoja y te reclama porque no haces lo que te dice y tal como te lo dice, detente a revisar cómo es que llegaste a este punto en la relación donde permites que alguien más manipule tu vida en lugar de manipularla tú.

"Un zapato que se adapta a una persona puede quedar mal en otra. No existe una receta para vivir que le sirva a todos."
(Carl Gustav Jung)

Trátate bien, ponte atención, sé amigo de tu YO para que reconozcas lo que te gusta entre todo lo que haces y dices. Es el primer paso para reconciliarte contigo y dejar de creer que mereces vivir pidiendo permiso, pidiendo perdón y pidiendo aprobación de todos. Trata de quedar bien contigo mismo, verás que tus proyectos y planes funcionan mejor.

Hasta luego.


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