miércoles, 20 de julio de 2016

Coleccionista de frases

"No escojas sólo una parte, tómame como me doy, entero y tal como soy, no vayas a equivocarte."
(Joan Manuel Serrat)



Siempre me han gustado las frases y las citas textuales, es un arte resumir en unas cuantas palabras ideas tan profundas y certeras que reflejen todo un mundo de experiencias. Ese don lo tienen unos cuantos y he pasado mucho tiempo recopilando sus pequeñas cápsulas de sabiduría e ingenio. En mi cabeza resuena con una mezcla de cariño y respeto el eco de varias frases que me impresionaron desde mis años más jóvenes y aquí siguen grabadas e inmóviles como si fueran las primeras piedras sobre las que se fueron asentando otras muchas frases que han ido encontrando su lugar en el reducido espacio de mis ideas.


Antes, esto de recopilar frases y citas célebres era un pasatiempo o una ocupación laboriosa, tenías que estar atento en la lectura de libros, periódicos y revistas para descubrir esos chispazos y rescatarlos. Mantener encendida esa chispa guardando o reproduciendo las palabras de otras personas tenía su recompensa cuando volvías a leer, saborear y reflexionar las frases atrapadas al vuelo entre las muchas letras de las lecturas. Había bastante tiempo para dedicarle a cada idea y para seguir con la tarea artesanal de seguir recopilando, reproduciendo y compartiendo con amigos, además uno se podía dar el lujo de seleccionar únicamente las que iban de acuerdo con su manera de pensar, porque al final todos creemos que es bueno solamente lo que nos gusta o lo que coincide con lo que conocemos.

Después se vino todo esto de la revolución informática. Buscar información se fue volviendo más fácil cada vez y de pronto todos nos convertimos en coleccionistas de frases y citas textuales, incluso muchos descubrieron que son autores porque hay mucha gente que puede expresar de manera ingeniosa hasta la idea más simple. Navegamos en mares de palabras, frases, textos, citas y se volvió normal vivir rodeados de información: hay tanta y es tan fácil acceder a ella que comenzamos a devaluarla. 

Y hoy, después de todo ese boom de las citas hipertextuales, encontrar frases que vayan de acuerdo con mi línea de pensamiento volvió a ser una actividad interesante, porque no es lo mismo cantidad que calidad y porque hemos descubierto una gran verdad: No todo lo que está en Internet es bueno, a veces ni siquiera es verdadero.

"El sueño de todo lector:
Tener una cita textual y pasársela de lujo con una textoservidora".
(hemebe)

Las primeras frases y citas que llegaron a mí siguen retumbando en mi mente, hubo un tiempo en que estuve muy orgulloso de haber memorizado tantas palabras y autores. Hay algunas frases tan bellas en su redacción y tan precisas en su contenido que quisiera guardarlas y conservarlas inamovibles como algo sagrado que nunca debe cambiar; el riesgo de ver así estas frases es que tal vez yo tampoco cambie si me apego a una idea y me cierro a todas las demás. O tal vez sí cambie pero para empeorar, porque si uno se apega a una sola idea se vuelve terco, rígido, inflexible e irritable.


Las frases quedan ahí, eternas, inmóviles y listas para ser devoradas por una nueva generación de lectores o coleccionistas de pensamientos valiosos, o para uno mismo en otra etapa de la vida. Las frases no tienen que cambiar pero quien las lee sí, debemos ir alimentando nuestros pensamientos y emociones con nuevas ideas que complementen a las que ya se han asentado en nuestro interior, si queremos crecer como personas debemos evolucionar, estar abiertos a nuevas palabras o a nuevas formas de decir palabras conocidas y hacer algo más práctico con esas verdades, no son solo para guardarlas y memorizarlas, sino para ponerlas en acción. Seamos flexibles.

Y en el extremo opuesto al apego está el exceso de frases, citas y ocurrencias que pululan en Internet, sobre todo en las redes sociales donde igual nos encontramos una sentencia dicha hace cientos de años por un filósofo griego, que una frase de alabanza a los narcos y la corrupción dicha por algún grupo de esos que venden vivas y porras a quien las pague mejor. Hay demasiadas frases en las redes sociales, para todos los estilos, gustos y sabores, pero deben ser tratadas igual que la comida: en sus dosis exactas, bien balanceadas y dándonos suficiente tiempo entre frase y frase para saborearlas y aprovechar sus nutrientes. Acaparar frases, ideas, citas, pensamientos y reflexiones por el puro gusto de ir al día y sin detenerse a asimilarlas, equivale a llenarse de dulces, antojitos y comida chatarra: son sabrosas, satisfacen los antojos, lucen espectaculares y llenan por un momento, pero no nutren. Incluso corremos el riesgo de indigestarnos (o volvernos insensibles a la reflexión) si nos saturamos de citas y frases.

Contrario a lo que pide Serrat en la frase que abre este texto, en este tema sí me gusta tomar o robarme solo una parte. Robarse una frase es quedarse con la esencia de la persona que la dijo, o al menos con una parte.

Hasta luego.

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