"Las tentaciones, a diferencia de las oportunidades, siempre se nos presentan muchas veces."
(Norman Mailer)
Equilibrar nuestros recursos es resultado de una buena administración. Aprovechar y hacer crecer nuestros recursos es el siguiente paso, si la administración sigue funcionando bien. Pero si abusamos de nuestros recursos, los resultados serán desastrosos. Por eso la palabra clave es "Equilibrio":
Reprimir tus emociones es igual que tener una deuda y dejar de hacer tus pagos: Se van a disparar los intereses hasta rebasar el monto que debías originalmente. En tus relaciones, las emociones contenidas crecerán tanto que saldrán de maneras inimaginables en los momentos más inoportunos.
Reprimir tus emociones es igual que tener una deuda y dejar de hacer tus pagos: Se van a disparar los intereses hasta rebasar el monto que debías originalmente. En tus relaciones, las emociones contenidas crecerán tanto que saldrán de maneras inimaginables en los momentos más inoportunos.
De igual manera, dejar salir tus emociones impulsivamente y sin control equivale, en términos monetarios, a hacer gastos impulsivos. A comprar cosas que te gustan y que después te das cuenta que no las necesitas porque te gustaron en el momento y enseguida, cuando ya las compraste, recuerdas que ese dinero lo tenías destinado para otras cosas más urgentes. Y así pasa: Una explosión emocional, ya sea con gritos, llanto, golpes, amenazas, reclamos o lo que sea, es un despilfarro emocional. Despilfarro que después habremos de recuperar, porque cada vez que dejas salir tus emociones de golpe, sin control y de manera exagerada, se daña la persona con la que estás y te dañas tu también.
El ideal es, entonces, administrar de la manera más equitativa posible tus emociones. Expresar lo que sientes en el momento adecuado y con la persona adecuada. Escuchar a esa persona que confía en ti y abre su arcón de sentimientos y emociones para compartirlos únicamente contigo.Compartir. En tu momento de dar, hacerlo sin dejar a la otra persona adivinando lo que está pasando contigo. En tu momento de recibir, abrir tu percepción a lo que ofrezca en ese momento ese ser que también necesita manejar adecuadamente lo que siente y para ello, se apoya en ti.
La vida es un espejo con eco: Haz caras feas y así las verás allá afuera, grita y te levantarán la voz, sonríe y te devolverán un gesto agradable. Saber cómo utilizar este espejo para que tus relaciones funcionen mejor, se llama negociar.
Y no te preocupes si no resulta al primer intento: Así como vamos aprendiendo en la práctica a usar nuestros recursos económicos sin endeudarnos o debiendo lo menos posible, y reduciendo los gastos superficiales, también en la vida emocional es la práctica la que nos va enseñando cuándo y dónde son los mejores momentos para compartirnos.
"El hombre sabio entiende la equidad; el hombre pequeño sólo entiende la ganancia"
-Confucio-
Tus sentimientos son tuyos, son tus recursos. Úsalos para ti y confía en que cada persona sabrá utilizar los suyos. Si haces buenos negocios emocionales podrás vivir sin la vergüenza de creer que alguien abusó de tu confianza o de tu amor, y también podrás vivir sin la culpa de haber abusado y desgastado rápidamente los sentimientos de otra persona. ¿Quieres una pista?: Antes de negociar con otra persona, primero habla contigo. Y si crees que necesitas ayuda u orientación para hacerlo, no hay nada de malo en pedirla.
Hasta luego.
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