viernes, 19 de septiembre de 2014

Para combatir la ansiedad y el pánico

"La práctica diaria de la relajación te ayuda a prevenir la aparición de nuevas crisis de ansiedad. La relajación es de poca ayuda cuando ya estás sufriendo una crisis de ansiedad, pero su efecto se va acumulando en el cuerpo y se nota a partir de tres o cuatro semanas de práctica diaria, reduciendo muchos de los síntomas de la ansiedad."
(Psic. Pedro Moreno)


En Murcia, España, hay un psicólogo llamado Pedro Moreno que se ha especializado en el tratamiento de las crisis de ansiedad y los ataques de miedo. Dentro de su página web ofrece generosamente algunas Guías para conocer más acerca de este padecimiento y de las formas de tratarlo y prevenirlo. En lo personal me gustó mucho una que se titula "Primeros auxilios para las crisis de ansiedad y los trastornos de pánico". Se puede descargar gratuitamente éste y otros títulos desde la siguiente ruta, suscribiéndose mediante correo electrónico:

http://www.clinicamoreno.com/guias-psicologia.html

Es importante conocer los síntomas que se presentan ante una crisis de ansiedad o un ataque de pánico, Los ataques de ansiedad y de pánico son difíciles de manejar, tanto por quien los padece como por las personas que están a su alrededor. Sin embargo, no son fatales por sí mismos. Lo que ocurre es que los síntomas del ataque de ansiedad asustan y paralizan. De acuerdo con la Guía mencionada, para considerar que estás enfrentando una crisis de ansiedad debes sentir por lo menos 4 de los siguientes síntomas:

Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
Sudor abundante.
Temblores o sacudidas.
Sensación de ahogo o falta de aliento.
Sensación de atragantarse.
Opresión o malestar en el pecho.
Náuseas o molestias abdominales.
Inestabilidad, mareo o desmayo.
Sensación de irrealidad (desrealización) o de estar separado de uno mismo (despersonalización).
Miedo a perder el control o volverse loco.
Miedo a morir.
Sensación de entumecimiento u hormigueo.
Escalofríos o sofoco.

Ante un cuadro como éste es fácil asustarse y cometer algún acto involuntario, como golpearse o lastimar a alguien más, amén del susto que se llevan las personas que están cerca, y mucho más si son menores de edad.


Pero en realidad estos síntomas sí se pueden controlar y manejar. La clave está en la respiración: Cuando ya está presente la crisis, debe ayudarse a quien la sufre a ir respirando cada vez más despacio y más profundo, aunque al principio parezca imposible. No ayuda gritarle y sacudirlo, es más útil acompañarle e insistir tenazmente pero en un tono que despierte confianza para que vaya reduciendo el ritmo de su respiración. Lo ideal es que llegue a respirar con la parte baja del pecho (durante la crisis, el oxígeno entra solamente a la parte superior del pecho), en este momento pueden ocurrir otras cosas: al relajarse la persona rompe a llorar, o se siente invadida por una tristeza infinita, o siente mareos y miedo de perder el control nuevamente... Estas reacciones son normales, después de respirar lentamente, se puede ayudar a la persona para que respire normalmente y busque una posición más cómoda. Los niveles de oxígeno volverán a responder a las necesidades del organismo, en lugar de rebasarlas.

Esto es importante: La respiración debe ser profunda y lenta, inhalando y exhalando únicamente por la nariz y no por la boca para evitar que aumente la hiperventilación.

La crisis solamente se puede detener si la persona que la está viviendo actúa. Los demás podemos tener la mejor de las intenciones y acompañarle, pero no podemos actuar en su lugar. Quien está en una crisis no tiene la mínima pizca de paciencia, esa debe tenerla la persona que le quiere ayudar.

Las crisis de ansiedad también se pueden prevenir, hay una serie de hábitos y acciones que se pueden realizar para llevar una vida equilibrada, como se menciona en la Guía del Psic. Moreno:


Evita hablar en voz alta o más rápido de lo habitual.
Habla en voz baja y despacio, procurando mantener un ritmo que no fuerce tu respiración. Hablar alto o rápido facilita la hiperventilación y puede desencadenar crisis de ansiedad.

Evita el consumo de cafeína y otros excitantes.
El café, las bebidas de cola, el chocolate, el té, las bebidas “energéticas”, son algunos productos de consumo habitual que pueden aportar excitantes suficientes para desencadenar una crisis de ansiedad.

Evita el consumo de azúcar.
El consumo de caramelos, refrescos azucarados y otros productos con alta concentración de azúcar puede provocar crisis de ansiedad en personas sensibles al descenso de los niveles de azúcar en sangre.

Evita comer rápido.
Comer rápido facilita que se produzca la hiperventilación, un proceso muy relacionado con el sufrimiento de crisis de
ansiedad.

Evita bostezar o suspirar.
Los bostezos y los suspiros pueden producir una caída brusca del nivel de anhídrido carbónico en sangre y facilitar así la aparición de una crisis de ansiedad.

Evita dormir poco.
Dormir menos de lo habitual favorece la aparición de estados de irritación y estrés que indirectamente pueden dar lugar a la aparición de crisis de ansiedad.

Evita el sedentarismo.
La práctica moderada de ejercicio físico tiene un efecto beneficioso sobre los niveles de estrés y reduce la posibilidad de desarrollar crisis de ansiedad.

No te automediques.
Si tienes crisis de ansiedad y crees que necesitas medicación, no la tomes por tu cuenta, sin consultar con tu médico. Si ya estás tomando medicación, no modifiques las dosis que estás tomando sin consultarlo previamente con tu médico. En  ningún caso abandones una medicación bruscamente sin la autorización de tu médico.

Revisa la distribución de tu tiempo.
 La vida no es sólo trabajar. Procura establecer un reparto equilibrado de tu tiempo entre el trabajo, la familia, los amigos y tus aficiones, dejando el tiempo suficiente para dormir. La mala distribución de los tiempos te hace más vulnerable al estrés y predispone a sufrir crisis de ansiedad.

Si cambiar la distribución de tu tiempo resulta un problema en sí mismo, tal vez sea necesario revisar tu filosofía de la vida.  Cada uno otorgamos distintos valores a los principales aspectos de la vida y en ocasiones se produce un desajuste entre lo que realmente valoramos como importante y aquello a lo que dedicamos más tiempo.

Elimina el consumo de drogas.
Determinadas drogas como las anfetaminas, la cocaína y otros estimulantes producen un deterioro importante de la calidad de vida personal y familiar, además de provocar crisis de ansiedad con una gran facilidad. Si consumes sustancias de este tipo es aconsejable ponerse en manos de un médico y un psicólogo especializados en drogodependencias y así reducir la dependencia física y eliminar la dependencia psicológica, que son los dos pilares fundamentales del abandono definitivo de la droga. El manejo de las crisis de ansiedad puede realizarse una vez controladas las adicciones o bien de modo simultáneo.

Rara vez se logran dominar las crisis de ansiedad sin haber controlado previamente las adicciones.


El mejor tratamiento lo proporciona un profesional, y en este caso se debe tratar de manera conjunta por un médico y un psicólogo para asegurar que la mejora fisiológica va acompañada de un entrenamiento que ayude a manejar de una manera más favorable la respiración y la relajación. Aprovechando nuevamente el material que proporciona el Psic. Moreno en sus Guías, reproduzco enseguida los 4 elementos que incluye el tratamiento ideal para aliviar y prevenir las crisis de ansiedad y los ataques de pánico:

Entrenamiento en control de la hiperventilación.
Entrenamiento en técnicas de relajación.
Entrenamiento en técnicas para mantener bajo control los pensamientos que disparan el pánico o, como lo denominamos los psicólogos, técnicas de reestructuración cognitiva.
Entrenamiento en técnicas de exposición ante los síntomas y las situaciones temidas.

"a veces me da miedo vivir,
no por temor a enfrentar
un hecho o una persona,
ni por haber cometido
pecado contra mí mismo
o algún semejante,
solamente se abre
un inmenso vacío
que quiere tragarse todo
y entonces siento
que me jala del pecho
dando tirones a mi aliento,
casi hasta llevárselo.

cuando se va,
siento la vida entrando
y aquel monstruoso vacío
se llena con una nostalgia
tan grande que extraño
todo lo que vivo a diario.

estoy bien con la vida
y no temo a lo inevitable,
pero a veces solamente

me da miedo algo, vivir."
(hemebe)

Si los síntomas que se describen en este texto te resultan familiares, o si conoces a alguien que padece de ataques de miedo o ansiedad sin causa aparente, es conveniente acercarte al psicólogo y al médico para hacer una diagnóstico confiable y si es necesario, iniciar el tratamiento adecuado.

Hasta luego.

jueves, 18 de septiembre de 2014

La escucha activa

"No hay peor ciego que el que no quiere oir"
(hemebe)


¿Crisis de comunicación? Sí, sí hay: Muchas personas no quieren escuchar lo que dicen otras. Prefieren escuchar su propia voz y reafirmar sus pensamientos cada vez que interactúan y platican con alguien más. A esto le llamamos "escucha pasiva" y la practica sobre todo la gente que se molesta cuando le responden algo distinto a lo que esperaba oir, sin importarle los motivos por los cuales le están dando una respuesta inesperada.

El trabajo que realizamos los psicólogos, consejeros, confesores y otros profesionistas dedicados a escuchar y acompañar a otros mientras entienden y ordenan sus ideas y sentimientos, dejará de ser necesario cuando la mayoría de las gentes decida ponerse en el lugar del otro y abrirse a sus ideas, ser empáticas. A esto le llamamos "escucha activa", porque requiere prestarle mayor atención al interlocutor para escuchar lo que realmente dice y no lo que uno desea escuchar.



La escucha activa es una habilidad que se puede aprender y desarrollar, y que ayuda mucho a mejorar la relación con uno mismo y, por ende, también mejora la forma en que nos relacionamos con los demás. Es la clave de la comunicación efectiva. ¿Quieres ser de los que aplican la escucha activa? El primer paso es querer aprender y el segundo acercarte a la persona adecuada para hacerlo. Por supuesto, los psicólogos somos una buena opción.

"La escucha activa es comunicarse desde la aceptación"
(hemebe)

Hasta luego.

lunes, 8 de septiembre de 2014

La depresión es un perro negro

"No tienes que controlar todos tus pensamientos; solo deja de permitirles que te controlen a ti." 
(Dan Millman.)


Hace dos años, aproximadamente, escribí un texto muy académico acerca de la depresión tratando de describir sus síntomas y los alcances de esta enfermedad, que es capaz de reducir al mínimo la actividad y la vida de quienes la padecen. En aquella ocasión tomé datos de algunas páginas para documentar el tema, y todo lo que dejé escrito acerca de la depresión sigue siendo cierto, sin embargo hace poco mi amiga Mayra me pasó la liga a un corto animado que resume en una breve historia todo lo que representa la depresión de una manera muy gráfica y entendible:



La depresión es un perro negro que cualquier día decide escoger a una persona y adoptarla. Así nada más. Se queda a vivir y ya. Quienes conocemos al perro negro sabemos lo difícil que puede ser llegar a moverlo, no digamos a entrenarlo: Esa parece una tarea imposible, sobre todo porque cuando el perro negro va creciendo, va consumiendo nuestra energía como si se alimentara de ella. El perro negro de la depresión es capaz de matar las ganas de todo. Cualquier cosa, incluso la que más te motivaba, pierde todo su interés.


El perro negro escoge a su dueño, es decir que le  pertenece a esa persona que escogió. Cuando la persona se da cuenta de esto puede llevar una mejor relación con su perro, una más productiva, aunque es justo decir que para lograr esto se requiere pedir ayuda, y entre más rápido, será mucho mejor. Observa el video, si encuentras que te habla de cosas familiares quiere decir que es un buen momento para buscar ayuda profesional. Si al verlo te refleja lo que le ocurre a alguien que conoces, también es buena idea animar a ese alguien a buscar ayuda. 

Si tú no vives con un perro negro, puedes convertirte en la gente adecuada para alguien más. A todas las personas que viven con su perro negro les sirve muchísimo un empujón amistoso que les anime a buscar la ayuda necesaria para estar bien. 


Hasta luego.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Administración emocional

"Las tentaciones, a diferencia de las oportunidades, siempre se nos presentan muchas veces."
(Norman Mailer)


Equilibrar nuestros recursos es resultado de una buena administración. Aprovechar y hacer crecer nuestros recursos es el siguiente paso, si la administración sigue funcionando bien. Pero si abusamos de nuestros recursos, los resultados serán desastrosos. Por eso la palabra clave es "Equilibrio":

Reprimir tus emociones es igual que tener una deuda y dejar de hacer tus pagos: Se van a disparar los intereses hasta rebasar el monto que debías originalmente. En tus relaciones, las emociones contenidas crecerán tanto que saldrán de maneras inimaginables en los momentos más inoportunos.

De igual manera, dejar salir tus emociones impulsivamente y sin control equivale, en términos monetarios, a hacer gastos impulsivos. A comprar cosas que te gustan y que después te das cuenta que no las necesitas porque te gustaron en el momento y enseguida, cuando ya las compraste, recuerdas que ese dinero lo tenías destinado para otras cosas más urgentes. Y así pasa: Una explosión emocional, ya sea con gritos, llanto, golpes, amenazas, reclamos o lo que sea, es un despilfarro emocional. Despilfarro que después habremos de recuperar, porque cada vez que dejas salir tus emociones de golpe, sin control y de manera exagerada, se daña la persona con la que estás y te dañas tu también.


El ideal es, entonces, administrar de la manera más equitativa posible tus emociones. Expresar lo que sientes en el momento adecuado y con la persona adecuada. Escuchar a esa persona que confía en ti y abre su arcón de sentimientos y emociones para compartirlos únicamente contigo.Compartir. En tu momento de dar, hacerlo sin dejar a la otra persona adivinando lo que está pasando contigo. En tu momento de recibir, abrir tu percepción a lo que ofrezca en ese momento ese ser que también necesita manejar adecuadamente lo que siente y para ello, se apoya en ti.

La vida es un espejo con eco: Haz caras feas y así las verás allá afuera, grita y te levantarán la voz, sonríe y te devolverán un gesto agradable. Saber cómo utilizar este espejo para que tus relaciones funcionen mejor, se llama negociar.

Y no te preocupes si no resulta al primer intento: Así como vamos aprendiendo en la práctica a usar nuestros recursos económicos sin endeudarnos o debiendo lo menos posible, y reduciendo los gastos superficiales, también en la vida emocional es la práctica la que nos va enseñando cuándo y dónde son los mejores momentos para compartirnos. 


"El hombre sabio entiende la equidad; el hombre pequeño sólo entiende la ganancia" 

-Confucio- 


Tus sentimientos son tuyos, son tus recursos. Úsalos para ti y confía en que cada persona sabrá utilizar los suyos. Si haces buenos negocios emocionales podrás vivir sin la vergüenza de creer que alguien abusó de tu confianza o de tu amor, y también podrás vivir sin la culpa de haber abusado y desgastado rápidamente los sentimientos de otra persona. ¿Quieres una pista?: Antes de negociar con otra persona, primero habla contigo. Y si crees que necesitas ayuda u orientación para hacerlo, no hay nada de malo en pedirla.

Hasta luego.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Pares y dispares


El amor y el sexo
son pareja unas veces 
en paz y otras en guerra
se confrontan  
más no se oponen 
el opuesto del amor es el rencor 
el amor solo da lo bueno 
el rencor quiere que pase lo peor 
y ambos resaltan 
la importancia y el valor 
que otro ser puede tener. 

El contrario del sexo 
no es la castidad
ni es la abstinencia 
sino la represión 
porque la expresión 
de la sexualidad viva 
es una voz que se esfuerza 
por ser oída 
por salir de su rincón 
por llegar a los demás
y la represión es una fuerza
inflexible que lucha
para que el ser no sea.


La otra cara de la verdad
no es la mentira
sino la hipocresía.

Hasta luego.

martes, 2 de septiembre de 2014

Amor y sexo

"Nunca el amante busca sin ser buscado por su amada.
Si la luz del amor ha penetrado en este corazón,
sabe que también hay amor en aquel corazón.
Cuando el amor a Dios agita tu corazón, también Dios tiene amor para ti.
Sin la otra mano, ningún ruido de palmoteo sale de una mano.
La sabiduría Divina es destino y su decreto nos hace amarnos el uno al otro.
Por eso está ordenado que cada parte del mundo se una con su consorte.
El sabio dice: Cielo es hombre, y Tierra, mujer.
Cuando la Tierra no tiene calor, el Cielo se lo manda; 
cuando pierde su frescor y su rocío, el Cielo se lo devuelve.
El Cielo hace su ronda, como un marido que trabaja por su mujer.
Y la Tierra se ocupa del gobierno de su casa: 
cuida de los nacimientos y amamanta lo que pare.
Mira a la Tierra y al Cielo, tienen inteligencia,
pues hacen el trabajo de seres inteligentes.
Si esos dos no gustaran placer el uno del otro, 
¿por qué habrían de andar juntos como novios?
Sin la Tierra, ¿despuntarían las flores, echarían flores los árboles?
¿Qué, entonces, producirían el calor y el agua del Cielo?
Así como Dios puso el deseo en el hombre y en la mujer
para que el mundo fuera preservado por su unión,
Así en cada parte de la existencia planteó el deseo de la otra parte.
Día y noche son enemigos afuera; pero sirven ambos a un único fin.
Cada uno ama al otro en aras de la perfección de su mutuo trabajo.
Sin la noche, la naturaleza del hombre no recibiría ganancia alguna,
y nada tendría entonces el día para gastar."

(Rumi)


El texto del poeta Rumi que reproduzco aquí arriba aparece en el libro "El arte de amar", de Erich Fromm, y me recuerda que esto de hablar acerca del sexo y el amor es una tarea muy entretenida y complicada. Se han escrito muchísimos libros abordando el tema desde los más distintos enfoques y aún así sigue siendo un asunto complejo, creo que el amor y nuestra particular visión de la sexualidad son los rasgos que más nos distinguen de las demás especies que habitan en este planeta.

Han de disculpar que me aventure así por un tema tan delicado, pero me voy a permitir plasmar aquí algunas reflexiones... bueno, más bien algunas conclusiones que he encontrado hasta esta fecha a partir de lo que he vivido, leído y encontrado en la gente que confía en mi y me comparte honestamente algunos pedacitos de su vida. Les dejo pues estas letras sin más aspiraciones que expresar mi opinión sobre este asunto:

El amor es difícil de definir, yo creo en él pero no sé exactamente qué es, lo que tengo claro es que solamente se da cuando estamos en contacto con los demás y con nosotros mismos. El amor no florece aislado, más que una actitud personal, es un fenómeno social.

El amor es una energía que busca la afinidad entre los seres. Cuando se le permite ser, los acerca y despierta lazos de unión de distintas índoles. El amor une para crear algo nuevo, aunque los seres que lo viven no se den cuenta.

El amor genera unión con uno mismo, cuando se ama realmente. Y también genera y refuerza la unidad entre parejas y grupos de cualquier tipo.

El amor genera placer. Por eso se buscan los que se aman, ya que el placer que se genera trasciende más allá de sus propios seres. Y este placer también se hace presente en el amor propio, también llamado autoestima, porque es dichoso quien se ama y se valora en sus relaciones con los demás.



El amor es una actividad. Cuando el amor es pasivo se desvanece y muchas veces quienes lo vivieron se aferran a su recuerdo, pero éste no produce placer sino el agridulce sabor de la nostalgia. Es necesario actuar, salir del pasmo inactivo para que el amor crezca, de lo contrario se empezarán a generar los sentimiento opuestos a él: rencor y resentimiento, en casos extremos tal vez hasta odio.

El amor es activo porque para vivirlo es más importante dar que recibir. Cuando damos sin preocuparnos por lo que recibiremos a cambio, el amor crece. Si la otra parte también está viviendo el amor igual, el amor crecerá más. El amor más sólido es una actividad compartida.

El amor es una decisión, cada quien es libre de dirigir su amor hacia el ser o los seres que elija, de la manera que quiera y en el momento que quiera hacerlo. También es una decisión personal recibir o no recibir la actitud amorosa de otro ser.

Cada quien da lo que tiene cuando ama. No se puede dar otra cosa, ni de otra manera, que como es cada quien. Cuando el amor se va desvaneciendo es común reclamar a la otra parte que lo que da no es suficiente, pero este reclamo aplica más para quien lo dice que para la parte acusada, porque quien reclama se está volviendo pasivo y solamente quiere recibir.

Nadie puede decir si el amor que da otra persona es mucho o poco, esto únicamente lo sabe la persona que está dando amor. Igualmente, cada uno sabe cuánto amor necesita recibir. Para que otra persona sepa cuánto amor se quiere dar o recibir, es necesario hablarlo.

El amor tiene muchas caras, se da entre la pareja, entre padres e hijo, entre amigos, aún entre conocidos que tienen poco trato se da el amor, esto hace posible que surjan nuevas relaciones, que se desarrollen nuevas amistades y que dediquemos algunos elementos del amor a nuestras relaciones cotidianas con otros seres, no necesariamente humanos, porque podemos vivir el amor con mascotas y hasta podemos amar nuestro terruño, o determinada planta, o a algún otro ser.

El amor también produce actividad espiritual, por eso nos permite vivir la unidad con un ser en particular y también con el todo, del que formamos parte.

El amor es una puerta al conocimiento. Dicen por ahí que "nadie ama lo que no conoce", y en efecto, amar a alguien despierta ese interés genuino por llegar a conocer profundamente a la persona. Al amar se exagera la diferencia entre un ser y todos los demás, por eso es importante ir descubriendo los misterios que encierra el ser amado. Es en este sentido que el amor se vuelve la mayor motivación. ¿Y el amor al conocimiento? ¿Al arte? ¿Al ejercicio? ¿A los ídolos del momento?

Por su naturaleza activa y creativa, el amor se confunde frecuentemente con el sexo, pero no necesariamente tienen que ir unidos. La actividad sexual puede implicar amor, pero esto no es indispensable. El amor implica contacto sexual en tanto que disfrutamos el contacto con otro ser, sin que tenga que haber caricias eróticas, penetración u orgasmo obligatoriamente. El contacto placentero con otro ser es una relación sexual.



La actividad sexual también propicia la unión entre los seres, y el placer que se alcanza es más intenso que en las uniones de amor; sin embargo, su duración es más corta cuando no existen los elementos del amor entre los participantes de la unión sexual.


"El sexo es el consuelo para los que ya no tienen amor".
(Gabriel García Márquez)

Para muchas personas, la actividad sexual es el sustituto buscado cuando dejan de actuar para el amor, y esto puede hacerse consciente o inconscientemente.

Para otras muchas personas, la sexualidad es una expresión más del amor y de sí mismos.

Hay quien puede ver el sexo como un reto o una competencia, en ese caso están más prestos a recibir que a dar, y al igual que en el amor, la actividad sexual es más gratificante cuando ambas partes están dispuestas a dar. En este caso, la experiencia se vuelve más enriquecedora cuando ambos se permiten disfrutar su propio tiempo de recibir y de dar. 

En cuestiones de sexo podemos decir cuan satisfechos estamos, pero al igual que en el amor, solamente la persona que está entregando su sexualidad sabe si está dando "mucho" o "poco", nadie más puede juzgar ni medir esa entrega.

La sexualidad es una expresión humana, y como tal, requiere la participación activa de las dos partes como si fuera un diálogo que permite hacer, recibir otra acción a cambio, responder, y así sucesivamente. 

Darse, darnos, entregarse cada uno plenamente lleva a vivir la sexualidad íntegra: Quien solamente quiere dar, se está privando de conocer y aprender más de la persona con quien se relaciona. Quien solamente quiere recibir se encierra en la pasividad para, tal vez, esconderse del compromiso que conllevan las relaciones humanas.

En el sexo, como en todas las actividades que realizamos, se refleja nuestra personalidad básica, en su estado más puro. En el amor es posible llegar al conocimiento de niveles más profundos de nuestra propia personalidad y la del ser amado. En ambos casos, es indispensable actuar con genuino interés.

Se puede ser adicto a la actividad sexual y olvidar los lazos de unión y el conocimiento más profundos para buscar únicamente el placer físico, instantáneo. También se puede ser adicto al amor y dedicarse a recibir halagos y caricias, considerarse "buenos" y hacer como que actuamos para disfrazar la intención real de estar únicamente recibiendo amor.

Las adicciones van de la mano con la falta de autoestima y valoración de uno mismo. 

Definir al sexo tampoco es sencillo, si bien hay una definición relativa al significado biológico, a los rasgos fisiológicos, la función reproductiva y la mezcla de rasgos genéticos que marca la diferencia entre hombres y mujeres, en este caso me referido al sexo como una actividad que no atiende únicamente a distinguir un hombre de una mujer, sino a dejar que se exprese la naturaleza, la preferencia, la manera de relacionarse y entregarse de cada quien.


"El amor es real, real es el amor 
El amor es sentir, sentir amor 
El amor está queriendo ser amado 

El amor es tocar, tocar es amar 
El amor está llegando, el amor alcanza 
El amor está pidiendo ser amado 

El amor eres tú 
Tú y yo 
El amor es saber 
que podemos ser 

El amor es libre, libre es el amor 
El amor es vivir, vivir el amor 
El amor está necesitando ser amado"
(John Lennon)

Ante la sociedad, al menos la occidental, pareciera que el sexo y el amor deben ir por separado. Uno busca en google "sexo" y aparecen página dedicadas a la pornografía, páginas dedicadas a concertar citas, páginas que prometen recetas milagrosas para tener siempre satisfecha a la pareja, páginas que ofrecen placer absoluto, páginas que ofrecen "estudios" de la sexualidad basados en publicidad y mercantilismo, páginas que ofrecen el "superdesarrollo" de los órganos sexuales, páginas dedicadas a rendir culto al placer y la seducción. Todo esto también va incluido en el paquete de recursos eróticos y sexuales con que contamos, y para algunas personas es la expresión plena de su sexualidad. Para otras, esta expresión requiere un contacto más íntimo y un ambiente de confianza.



En nuestra sociedad, el sexo puede ser calificado de "vulgar" o de "snob", dependiendo de quien lo practique. Me parece que quedarse solamente con la parte espectacular y comercial del sexo es limitar la expresión del erotismo y la sensualidad a los patrones sociales, ya sean tabúes o de moda, situación puede provocar la "mecanización" de esta expresión tan natural. Cada persona es única, distinta a las demás aunque coincida en lo básico con todas. 

La esencia de la sexualidad como expresión humana son las diferencias individuales que permiten que cada uno imprima un sello característico en su actuar, aunque parezca que hace "lo mismo" que los demás. Lo que propone la mercadotecnia del erotismo y la sensualidad es lo contrario: Tratar de seducir utilizando los mismos trucos. Tratar de resaltar igual los mismos atributos. Tratar de lucir igual en cuerpo, cara e ideas. Tratar de sostener relaciones de la misma manera, como se ve en las películas. Tratar de convencernos de que todos somos originales siguiendo las mismas recomendaciones.

Somos diferentes. 
Expresemos la diferencia. 
Respetemos la diferencia. 
Disfrutemos la diferencia.
No entiendo esa moda de tratar de ser todos iguales.
Ser igual a otro significa negar una parte de sí mismo.
Si necesito rechazar a mi persona para que me acepten los demás,
entonces los demás no van a recibir gran cosa:
una persona sin amor y sin expresión propia.
Somos diferentes.

Si se buscan más fondo los conceptos de "sexo", "sexualidad", "amor", "actividad sexual" y otros relacionados, se abrirá un panorama más amplio, en el cual el amor y el sexo van de la mano y no tienen que esconderse uno del otro, ni de las demás personas. Es posible vivir la sexualidad y el amor de una manera gratificante y honesta, entendiendo que "enamorarse" no es casarse, sino crear otro tipo de compromiso en el cual no hay miedo de entregarse, de dar y recibir, ni de tener que pasar toda la vida con una persona por la que se siente atracción, más no amor.

El amor y el sexo, el sexo y el amor son dos expresiones muy humanas, capaces de despertar los mejores sentimientos y actitudes, solamente hay que confiar en ellos cuando aparezcan y dejarlos fluir. La sana actividad amorosa y sexual nos permitirá vivir mejor con uno mismo y desarrollar vínculos más sinceros con los demás. Necesitamos, como en otras ocasiones, aceptar y dejar ser parte nuestra tanto al amor como al sexo. Ya los tenemos, cada quien es responsable de limitarlos o de dejarlos actuar.

En fin, ya retomaré este tema para continuar con todo aquello que ahorita se me va por falta de tiempo y por ende, de concentración. Mientras tanto dejo la invitación a que me compartan en los comentarios su impresión acerca del amor y la sexualidad.

Hasta luego.