domingo, 29 de junio de 2014

Héroes, villanos y bullying

"La violencia es el miedo a los ideales de los demás."
Mahatma Gandhi


Hace algún tiempo, años ya, escribí en este espacio mis impresiones acerca de la serie "Candy Candy", insistiendo en que todas las cualidades que tiene ese personaje (que son muchas, por cierto) se borran ante el terrible defecto de preferir sacrificarse para que otros sean felices, de pensar que la felicidad de otros vale más que la suya, y condenarse a vivir en relaciones codependientes con una baja autoestima... Caray, ahora que lo escribo así de resumido se escucha muy cruel, pero así es la historia de esa pequeña, y puede ser la historia de quienes quieran seguir su ejemplo... El estereotipo de mujer contradictoria, independiente pero necesitada de un príncipe azul o de cualquier color que la valore.

Bueno, eso ya quedó escrito, en esta ocasión retomo la parte final de aquellos comentarios para hablar acerca de los modelos que siguen los niños. La imagen de héroe o modelo a seguir para las nuevas generaciones ha cambiado a lo largo de las décadas, y es muy notoria la transformación de los valores aceptados en los últimos años, sobre todo en nuestro México lindo y querido. 


Van aquí 5 reflexiones sobre este tema:


"La violencia no es fuerza sino debilidad, nunca podrá crear cosa alguna, solamente la destruirá."
Benedetto Croce
1 - Súper poderosos.


Hace no mucho tiempo, los personajes que se ofrecían al público infantil eran de una sencillez envidiable, las historias eran prácticamente de "blanco o negro" y se podía identificar con claridad a los buenos y a los malos sin complicarse mucho: era muy fácil saber que todos estos tipos son buenas personas: Superman, Batman, He-Man, Hulk, los 4 Fantásticos, Capitán América, Linterna Verde, Aquaman, el Hombre Araña, y también las tipas buenas como la Mujer Maravilla, Batichica, Superchica, She-Ra y debe haber otras más que ahora no recuerdo (han de disculpar que aparezcan todos revuelto y sin respetar la casa de origen, llámese Marvel, DC Comics u otra). 

Todos ellos tienen algunas características en común, pues tienen superpoderes, luchan contra los villanos que amenazan con destruir el mundo y cuentan con permiso para hacer lo que sea con tal de derrotar a los malos. En sus aventuras es frecuente que causen igual cantidad de destrozos -o hasta más- que sus enemigos. El mensaje de fondo, que puede quedar muy bien grabado en las mentes esponjosas y absorbentes del público infantil, es parecido a éste:

"Si alguien tiene una buena intención, puede hacer lo que quiera", o a éste:

"Yo quiero ser bueno para poder hacer daño y destruir a los malos que también hacen daño pero merecen castigo... ¡Yo quiero ser así de bueno!"

En esta categoría entran también personajes como las Chicas Súperpoderosas, Ben10, Max Steel y cualquier otro capaz de destruir todo con tal de derrotar al malo de su programa.

Es más fácil y divertido destruir que construir, aún cuando esto último es lo que nos sirve y nos ayuda a todos, pero el estilo de justicia que se muestra en estas series no es constructivo ni preventivo, simplemente se trata de castigar al que hizo algo mal.

2 - Simpáticos, tímidos y suertudos.


Hay otra especie de "héroes" que también actúan en contra de los malos pero con algunas diferencias. ¿Se acuerdan de Scooby-Doo, Gasparín, Winnie Pooh, Mandibulín, el Capitán Cavernícola, Guilligan, los Picapiedra, los Súper sónicos, Dexter el del laboratorio, Pinky y Cerebro, Timmy Turner (aunque este niño tiene súper poderes prestados de sus padrinos mágicos)..? Todos ellos son tipos simpáticos y bonachones, aunque no son muy valientes siempre resuelven los problemas porque tienen suerte, están en el lugar correcto y en el momento correcto y casi por casualidad se les aparece la solución. 

Pero además comparten otra cualidad: A casi todos ellos les roban el mérito de sus éxitos y victorias, y aún así siguen siendo amigos de esas personas que disfrutan la fama y los premios por cosas que no hicieron. Estos "tipos buenos" en realidad se pasan de buenos y llegan a la frontera con el conformismo en el afán de complacer a los demás. Se parecen un poco a Candy y las princesas, pues son capaces de renunciar a lo que quieren con tal de no causar problemas a los demás, y generalmente son fáciles de manipular, pues sienten muco remordimiento cuando dejan de hacer lo que les piden sus seres "queridos". En realidad no creen ser tan buenos, así que normalmente terminan pensando que "ya casi", "por poquito", "no logré lo que quería, pero me fue bien al final". ¿Suena familiar? Si es así, seguramente éste es tu estilo de caricaturas favoritas, o lo fue anteriormente.

El mensaje de estos personajes es más sutil que en los primeros héroes que comenté, es algo más o menos así:

"Yo debo aguantar todo porque soy bueno, está bien que otros reciban el premio, porque son mis amigos". 

O también puede ser así: "Todo saldrá bien al final, y está bien que yo no me quede con todo el mérito, porque somos un equipo".

Para los héroes superpoderosos está permitido destruir con tal de vencer al villano. Para los héroes modestos, tímidos, "suertudos" y medio bobos está bien creer que todo pasó gracias a la suerte, así no se sienten comprometidos a hacerse responsables de sus actos, sean éxitos o fracasos. Tampoco van a buscar conflictos con sus amigos que abusan y se aprovechan de ellos, pues son felices simplemente haciendo como que son buenos. Es muy peligroso vivir siempre jugando a ser bueno, pero eso será tema de otro escrito.

3 - Cínicos, divertidos y flexibles.


Existe otra categoría de personajes no etiquetados como buenos o como malos, fueron creados nada más para divertir y se desenvuelven de acuerdo a la historia que se esté desarrollando, a veces malos, a veces buenos, a veces ingenuos e inocentes, a veces maliciosos y picarescos... En esta categoría caen Bugs Bunny, Porky, Piolín, la Pantera Rosa, el pato Donald, Mickey Mouse y hasta Bart Simpson, aún cuando es considerado como un "niño malo" por casi todos en su mundo de caricatura, casi siempre es capaz de actuar conforme a principios morales o valores universales.

De todos estos, el personaje que más me sorprende es Bugs Bunny, ¿habrá alguien capaz de chantajearlo, de manipularlo? Lo más admirable de estos personajes es su capacidad de adaptabilidad y el desapego de etiquetas, en algunas situaciones pasan por "buenos", en otras parecieran "malos" y la mayoría de las veces simplemente son, divertidos o entretenidos. El mensaje de estos monitos es un poco distinto, están inmersos en situaciones más cotidianas y en varias ocasiones deben reflexionar sobre lo que está ocurriendo para encontrar una solución, que puede ser desde tácticas de manipulación hasta comunicación asertiva con los demás, pasando por los consabidos golpes y sorpresas que divierten porque generalmente se salen con la suya o, en caso contrario, toman la decisión "correcta".

El mensaje de fondo pudiera querer decir algo como "La inteligencia puede más que la fuerza bruta", o "si pienso con calma en lo que está ocurriendo, tal vez encuentre una mejor salida al problema que enfrento". 

Y en el extremo de la desfachatez: "Con astucia puedo usar tácticas de manipulación y de chantaje para salir bien librado de una situación amenazante".

4 - Juzgadores y criticones


Desde hace unas pocas décadas se pusieron de moda otros héroes y heroínas en la televisión, que disfrazados de gente respetable y justiciera se metieron no solamente en la conciencia de los niños, sino también a la de muchos adultos. ¿Cómo lo hicieron? En principio, hablan con demasiada autoridad: pueden decir mil idioteces una tras otra y sin parar, pero lo hacen sin dudar y eso deja una impresión de seguridad que convence a muchas personas. En segundo lugar, ellos mismos se conceden la autoridad moral para exhibir públicamente a otras personas y decirles en qué están mal y por qué. Y después, también se sienten con la capacidad moral y ética de decidir qué castigo darle a los que "se portan mal", o sea que son una especie de súper héroes que aparentan ser razonables y querer arreglar las cosas, pero son capaces de destrozar a cualquier otra persona si simplemente deciden que es "mala".


Programas como el de la "señorita Laura", "Cristina", "Cosa juzgada" y otros por el estilo, de los cuales afortunadamente no conozco ni el nombre, han dedicado muchísimos esfuerzos para que su público deje de preocuparse por cosas relevantes y ocupe su tiempo en vigilar a sus semejantes, juzgándolos y criticándolos. También entran en esta categoría los "reality shows", los programas de comentarios y los noticieros tendenciosos. Las "soluciones" que ofrecen este tipo de personajes son por demás simplistas y no les interesa llegar al fondo de la cuestión ni al origen real de los problemas que hay en las relaciones de la gente que forma parte de estos shows, de manera voluntaria e involuntaria (hay mucha gente que estaría feliz de que una de estas "autoridades" mediáticas le resolviera la vida). 

Generalmente las soluciones consisten en castigar al que trató mal a alguien que lo quiere, puede ser el marido, el amante, el mal padre, el mal hijo, o cualquier otro cliché que de antemano es mal visto por el público. Después de que pasó el desgraciado y se le exhibió como un animal insensible, toda la gente tiene derecho a despreciarlo, humillarlo y ofenderlo, porque es lo que se espera de estas personas. Al mismo tiempo, se refuerza la percepción de que la otra parte, la persona que tuvo que aguantar a ese salvaje insensible, no tiene ninguna responsabilidad y es totalmente inocente, una pobre víctima. 

Estas mismas actitudes elevadas a nivel macro, hacen que una figura pública tenga la autoridad de decirnos quién es un peligro para México y quién es su salvación, es decir, nos regresan a los tiempos no tan viejos en que todo era blanco o negro, ¡como si fuera tan sencillo!

¿Bullying socialmente aceptado? ¡Pues sí! Y en este país con carencia de líderes morales, hay una parte importante de la población que toma sin reservas esta especie de lección que no es moraleja sino todo lo contrario: "Juzga a los demás, critícalos, si hacen algo "malo" exhíbelos y humíllalos, así tú serás mejor que ellos". 

¿Y cómo saber cuándo alguien hace algo malo? Según estos programas es muy fácil: Quien haga algo distinto a lo que hacen las mayorías, quien opine diferente o a quien le guste algo distinto, está mal. Dice un refrán popular "divide y vencerás", estos programas lo logran, y desafortunadamente son una influencia fuerte.


No hay un mensaje de fondo en estos programas, sino muchos, muchísimos y han dañado ya la deteriorada conciencia social de nuestra gente. En este ambiente de distorsión de valores, tanto los niños como los adultos recibimos señales contradictorias que dificultan la aplicación de un criterio sano, pareciera que es suficiente con que una persona nos caiga bien para creer que merece todo lo bueno, y por el contrario, si nos convencen de que una persona debe caernos mal, esa pobre gente merece los peores males, a veces simplemente por ser distinta a la mayoría o a la persona que lidera los juicios de los demás. Pero la justicia no debe medirse por simpatías o relaciones, sino por hechos reales. y por la aplicación de las leyes que ya existen y que no debemos pasar por alto (ni dejar que otros se las pasen).

"No necesito pensar ni analizar, hay programas con expertos que me dicen lo que me conviene y lo que me perjudica".

"Es más fácil juzgar los defectos de los otros, que reconocer y atender los propios". 

"Es mejor ver cómo viven los demás que atender mi propia vida".

En realidad no es así, por suerte cada persona tiene su propia vida y es la única que puede atender, esa es una actitud responsable y constructiva. La propuesta de estos programas es todo lo contrario.

5 - Cínicos, crueles y corruptos.


Afuera de la televisión y las historietas se ha desarrollado un modelo a seguir basado en la idea de que siempre debemos estar bien y nunca debemos sentir tristeza o dolor. Como esta idea resulta imposible, quien escoge este modelo puede frustrarse muy rápido, y ahí empieza la contradicción y los problemas, sobre todo para los demás. La filosofía que está atrás de estos personajes es simple: Debo tener éxito sin importar lo que cueste, aunque para tener éxito deba pasar por encima de los demás.

Los narcos, el crimen organizado en sus distintas presentaciones, los políticos y empresarios corruptos, las autoridades que dan impunidad a quienes han alcanzado su éxito personal a base de crímenes, robos, despojos, asesinatos, drogas y demás, son los personajes de esta serie de la vida real. Los valores se han alterado y hoy en día no es tan fácil saber quién es bueno y quién es malo, quién es "el héroe de la película" y quién o quiénes los villanos. El primer sitio entre los valores alterados lo tiene el dinero: Quien tenga más, será visto como el más "bueno" y los demás tratarán de quedar bien con él, sin importar cómo lo consiguió.


Así que con el dinero vienen las relaciones con gente importante, las influencias y el poder. No los súper poderes de los primeros héroes mencionados aquí, pero sí el poder de la impunidad y la corrupción, dos formas de dominar a todo el que se ponga enfrente. ¿Quiénes son los buenos? Todos los criminales organizados juran que son malos porque se están haciendo justicia por su propia mano y están enseñando a los demás "a respetar". Los políticos dicen que son buenos porque representan al pueblo, a nosotros supuestamente y, tal como hacían los héroes súper poderosos, pueden hacer todos los destrozos y barbaridades que hacen los "malos", pero sin recibir castigo ¡pues sí, por eso son "los buenos"!

¿Y el mensaje de fondo en este caso? Es igual de cínico que estos personajes: 

"No me importan los demás, no me importa la gente, solamente me importa triunfar y tener éxito yo". 

"La gente que es pobre, lo es por floja y por falta de iniciativa: si yo puedo tener éxito voy a tomar todo lo que pueda". 

"No le ayudes a los demás porque los estás perjudicando, mejor deja que cada quién aprenda a valerse por sí mismo en la vida".

Y sí, también es una forma de bullying, de violenta agresión a todo aquel que se deje, porque en eso se basa la corrupción y la impunidad.

"Imagina que no hay posesiones, 

Me pregunto si puedes, 
Ninguna necesidad de codicia o hambre, 
Una hermandad del hombre, 
Imagina a toda la gente 

Compartiendo todo el mundo... "
John Lennon
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Estas son 5 reflexiones acerca de las influencias sociales que están flotando en el ambiente, y que van desde las aparentemente inocentes caricaturas hasta las vergonzosas corruptelas de políticos, empresarios, delincuentes y figuras públicas (algunos les dicen "artistas"). Debe haber, y de hecho hay muchas más influencias y algunas de ellas tienen propuestas muy constructivas, orientadas a crear y a amar en lugar de a destruir y odia... confío en que tarde o temprano tendrá más difusión esa parte humanista que, por lo pronto, está oculta desde los niveles más altos de nuestras autoridades.


¿Por qué habrá tanta violencia en nuestros niños y jóvenes? ¿Qué los lleva a agredirse de maneras tan salvajes? ¿Qué tendencia autodestructiva se ha insertado en nuestra sociedad? Espero que encontremos a tiempo las respuestas a estas interrogantes para hacerle caso a la principal de todas: ¿Cómo detener esta ola de violencia y agresividad? 



Hay algunas respuestas obvias pero no sé qué tan difícil será llevarlas a cabo, ya que implican por un lado que los personajes de la reflexión 5 deciden dejar de buscar su éxito personal: Si las personas tienen un trabajo bien pagado se reduce muchísimo la angustia de conseguir más dinero porque simplemente no alcanza. Si las familias tienen ingresos dignos, los hijos pueden estudiar sin temor. Por otro lado, también implican que todas las personas decidiéramos seguir la influencia constructiva y enfocarnos a ser más constructivos. Sí, podría funcionar y dar un mejor resultado a la sociedad...



"La violencia, sea cual sea la forma en que se manifieste, es un fracaso."
Jean Paul Sartre

Por lo pronto, sugiero que estemos más conscientes de nuestras propias influencias y también más cerca de nuestros hijos o de los niños que tienen contacto con nosotros, para identificar cuáles son los personajes que más influencia tienen sobre ellos y ayudarles a ampliar sus opciones (de una manera respetuosa y no impositiva, claro está).



Hasta luego.

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