"Sea como sea lo que piensas, creo que es mejor decirlo con buenas palabras"
William Shakespeare
Todos tenemos derecho a decir "no" cuando queramos decirlo, podemos ser niños, niñas, adultos, jóvenes, adolescentes, ancianos, empleados, estudiantes, mamás, papás, hijos, sobrinos, amantes, novios, amigos, esposos o cualquier otra cosa, pero si algo que me piden no es de mi agrado ni está dentro de mis posibilidades, lo más sano es decir "no".
¿En qué casos decir "no"? Siempre que estés en desacuerdo con lo que te proponen, que te sientas mal haciendo lo que te dicen, o que definitivamente no puedas hacerlo.
Por ejemplo, te pueden pedir opinión sobre un tema que no conoces o que no dominas, así que es totalmente válido decir "no". Si insisten, tal vez sea útil una pequeña explicación: "No, yo no conozco bien ese tema". También te pueden pedir que critiques a alguien, a una persona que otro u otros están criticando para hacerla sentir mal o simplemente para exhibirla ante los demás, y si tú no quieres hacerlo es válido decir "no". Si insisten, nuevamente puedes dar una breve, muy breve explicación: "no quiero criticar ni opinar". Estas explicaciones deben ser breves y concisas, entre más hablemos para explicar, más fácil será enredarnos en nuestros argumentos y hasta podríamos contradecirnos. En este segundo ejemplo, si la insistencia es mucha, podemos marcar una posición personal. "No quiero criticar, yo no tengo nada contra X, si ustedes tienen algún problema no cuenten conmigo".
El "no" también responde a cuestiones más simples y cotidianas: Porque los hijos piden permiso para salir tarde; porque te preguntan si quieres una comida que no te gusta, porque te piden ponerte la ropa que nunca ha sido de tu agrado, porque te vienen a pedir prestado y desconfías de que te vayan a pagar... hasta puede ser porque te habla un desconocido por teléfono y te empieza a pedir tus datos pero no te atreves a decirle "no".
Aquí comparto algunas sugerencias para decir "no" sin sentirse culpables ni ser agresivos, y la mayoría de las veces funcionan:
Hay una forma efectiva de decir "no", y es esta: "NO"
1. Escucha atentamente la petición que te hacen. No interrumpas y asegúrate de entender bien lo que te están proponiendo. Muchas veces, sobre todo con la gente que tratamos más a menudo, reaccionamos antes de que terminen de hablar porque "ya sabemos" lo que nos va a pedir". Tratemos de no jugar a las adivinanzas en nuestra comunicación. (Ojo: Esta sugerencia no aplica para el ejemplo de la llamada telefónica de un desconocido, pudiera tratarse de una amenaza o un chantaje. En este caso lo mejor es colgar de inmediato.).
2. Pregúntate si tienes deseos o posibilidad de hacer lo que te piden. Después de escuchar revisa si en verdad te quieres negar y si es así, contesta con tono firme pero sin ser cortante ni agresivo. Si es posible, antes de decir "no" menciona el nombre de tu interlocutor.
3. Ante la insistencia, ofrece una pequeña explicación. Es muy probable que te insistan, si ya escuchaste bien lo que te piden y tu respuesta es "no", mantente firme aunque parezcas disco rayado. Después de un momento razonable, se vale dar una pequeña explicación, siempre dentro de la lógica y sin dar más detalles acerca de tu vida. Normalmente es suficiente decir que tienes otros pendientes o que por el momento no es posible.
4. Proponer alternativas. Puede ser que tú si quieras acceder a lo que te piden pero realmente no es posible, así que es válido buscar alternativas hasta encontrar un término medio; por ejemplo: "Hoy no puedo acompañarte porque ya tengo un compromiso, pero me gustaría mucho ir contigo mañana".
5. Revisa tus posibilidades reales. En el afán de no caerle mal a la gente, ni hacer que se sienta mal otra persona, somos capaces de aceptar más compromisos de los que podemos cumplir. Decir "sí" implica comprometer tu tiempo, tus recursos y tu voluntad estando de acuerdo en lo que te pidió otra persona. Si regularmente estás desplazando tus planes y necesidades para satisfacer las de otra gente, tal vez tengas demasiado miedo a ser rechazado o rechazada y estás tomando decisiones equivocadas para que crean que eres "muy buena persona", en lugar de decirle "sí" a lo que realmente necesitas para tí.
6. Toma tu tiempo, no respondas apresuradamente. Si escuchaste atentamente a tu interlocutor, también vale la pena que escuches tus propios razonamientos para no responder por mera reacción, ni ir a decir un "no" o un "sí" "sin pensarlo".
7. Sé amable. Con frecuencia hacemos cara de estar muy apenados o avergonzados cuando "tenemos que decir que no", como si de verdad fuera muy penoso reconocer que tenemos otros compromisos y actividades. Si dices "no" sin exagerar la actitud de pena o vergüenza, tu interlocutor mantendrá la misma confianza que tenía en ti antes de hacerte esa pregunta, pero ahora ya sabe que en ese terreno específico no cuenta contigo, al menos en este momento.
Lo que has de decir, antes de decirlo a otro, dítelo a ti mismo.
Séneca.
Decir "no" es tan difícil porque atrás de esa palabra está un miedo enorme a ser rechazados. Aunque casi siempre decimos que nos preocupa hacer sentir mal a la persona que nos pregunta, en realidad lo que nos preocupa es que esa persona se vaya a llevar una mala impresión y nos deje de hablar, de buscar, o de querer. Es más probable que la relación se dañe cuando decimos que "sí" a todo lo que nos piden, sin pensar en las consecuencias que tendremos que asumir.
Pregúntate a ti mismo, trátate como tratarías a tu mejor amigo o amiga, y verás que es más fácil decirte un "sí" o un "no" honesto, ya sea para atender tus necesidades o para dedicarle tiempo y recursos a ayudar a otra persona. También descubrirás que puedes aprender más cosas de ti al hacerte caso.
Hasta luego.
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