sábado, 27 de abril de 2013

Soñar, desear y vivir



“El infierno está lleno de buenos deseos, y el cielo de buenas obras”
Refrán popular.

Esta vez comparto un extracto del libro de Osho “Mi camino. El camino de la nube blanca”. Debo aclarar que no conozco mucho de Osho, me parece que es un gurú que ha ganado muchos adeptos a su filosofía de vida y es comparable, a mi modo de ver, con Krishnamurti, pues ambos son dueños de la sencillez y profundidad que da la sabiduría oriental. Sus mensajes son poéticos y certeros, me gustan porque aún cuando no los entiendo del todo (cada vez que leo a estas gentes descubro algo nuevo en la misma lectura) disfruto mucho con las imágenes que van creando y con la lógica descriptiva que manejan en su lenguaje, su semántica, a veces surrealista, a veces onírica, a veces como la voz de un anciano paciente que regala la experiencia vivida.

En la parte que reproduzco enseguida, le preguntaron a Osho “¿es verdad que, para abrirse paso verdaderamente, para estar totalmente presente, para volverse una nube blanca, debemos sobrevivir a todos nuestros sueños, a todas nuestras fantasías?” Osho responde de manera directa y clara:

“La cuestión no es si uno ha sobrevivido a todos sus sueños y a sus fantasías, o no. Estás viviendo en ellos. Ya estás en ellos. No es una cuestión de alternativas. No puedes elegir. ¿Puedes elegir? ¿Puedes abandonar tus sueños? ¿Puedes abandonar tus fantasías? Si tratas de dejar tus sueños, tendrás que sustituirlos por otros sueños. Si intentas cambiar tus fantasías, se transformarán en otra clase de fantasías. Pero seguirán siendo sueños y fantasías.

Entonces, ¿qué hacer? Aceptarlos. ¿Por qué ponerse en contra de ellos? Este árbol tiene flores rojas, aquel árbol tiene flores amarillas. Entonces, está bien. Tienes ciertos sueños: sueños amarillos.

Otra persona tiene otros sueños: sueños azules, sueños rojos. Así que está bien. ¿Por qué luchar contra los sueños? ¿Por qué intentar modificarlos? Cuando tratas de cambiarlos, crees demasiado en ellos. No piensas que son sueños, sino que los consideras reales y crees que modificarlos sería importante. Si los sueños, sueños son, ¿por qué no aceptarlos?

En el momento en que los aceptas, desaparecen: éste es el secreto. Cuando los aceptas, desaparecen.

Porque la mente onírica cobra existencia a través de la represión. El fenómeno mismo de la mente onírica implica represión.

Has reprimido muchas cosas; por eso, inesperadamente, aparecen en tus sueños. Estás caminando por la calle; miras a un hombre o a una mujer hermosa. Surge el deseo. De repente, lo dejas de lado. ¡Esto está mal!

La tradición, la cultura, la sociedad, la moralidad dicen: ¡Esto no está bien!
Puedes mirar una flor hermosa, no hay nada malo en ello. Pero, cuando miras un rostro hermoso, algo inmediatamente está mal: lo reprimes. Ahora, este rostro se transformará en un sueño. Lo reprimido se convierte en sueños. Ahora, este rostro te perseguirá. Ahora, de noche, este rostro dará vueltas a tu alrededor.

Ahora, este cuerpo te estará revoloteando. Los deseos que has reprimido se transformarán en sueños. Los deseos que has reprimido se convertirán en sueños y fantasías.

Entonces, ¿cómo crear un sueño? El secreto es reprimir. Cuanto más reprimas, más sueños habrá. Quienes se van a la montaña, quienes rechazan la vida, están repletos de demasiados sueños. Sus sueños se tornan tan reales, al modo de las alucinaciones, que no pueden discriminar si se trata de un sueño o de la realidad.

No reprimas; si lo haces, crearás más sueños. Acepta. Sea lo que sea lo que te sucede, acéptalo como parte de tu ser. No lo condenes. Cuando te vuelves más tolerante, los sueños se disuelven. Una persona que acepta completamente la vida deja de soñar, porque se ha cortado la raíz de los sueños. Ésa es una cuestión.”

Como dije al principio, soy de cabeza dura y me cuesta trabajo entender estos textos. Por eso, para tratar de entender mejor la visión del maestro Osho desde mi perspectiva de que los sueños siempre tienen un mensaje valioso para nuestra existencia, decidí cambiar en toda su respuesta la palabra “sueños” y “soñar” por “deseo” y “desear”. Si no reprimo mis deseos, acepto abiertamente lo que quiero y me puedo plantear en términos realistas a cuáles de esos deseos voy a encaminar mis esfuerzos. Eso es, según mi interpretación, vivir los sueños.

La ensoñación que tenemos mientras estamos dormidos, que proviene de nuestra más honesta vida interior, aparece para darnos un mensaje relacionado con nuestro YO y con lo que queremos en nuestra vida, también nos indican con frecuencia esas partes de nosotros que estamos reprimiendo y nos limitan la existencia. En los términos que maneja Osho, el sueño está más bien dirigido a los deseos y la ambición de poseer algo o alguien, o de querer llegar a ser “más” que nuestros semejantes.

Sea como sea, los sueños nos dicen algo y si aceptamos su mensaje podemos actuar en consecuencia, no para superarlos sino para vivirlos, asimilarlos como parte de nuestro propio ser.

Hasta luego.

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