sábado, 27 de abril de 2013

Soñar, desear y vivir



“El infierno está lleno de buenos deseos, y el cielo de buenas obras”
Refrán popular.

Esta vez comparto un extracto del libro de Osho “Mi camino. El camino de la nube blanca”. Debo aclarar que no conozco mucho de Osho, me parece que es un gurú que ha ganado muchos adeptos a su filosofía de vida y es comparable, a mi modo de ver, con Krishnamurti, pues ambos son dueños de la sencillez y profundidad que da la sabiduría oriental. Sus mensajes son poéticos y certeros, me gustan porque aún cuando no los entiendo del todo (cada vez que leo a estas gentes descubro algo nuevo en la misma lectura) disfruto mucho con las imágenes que van creando y con la lógica descriptiva que manejan en su lenguaje, su semántica, a veces surrealista, a veces onírica, a veces como la voz de un anciano paciente que regala la experiencia vivida.

En la parte que reproduzco enseguida, le preguntaron a Osho “¿es verdad que, para abrirse paso verdaderamente, para estar totalmente presente, para volverse una nube blanca, debemos sobrevivir a todos nuestros sueños, a todas nuestras fantasías?” Osho responde de manera directa y clara:

“La cuestión no es si uno ha sobrevivido a todos sus sueños y a sus fantasías, o no. Estás viviendo en ellos. Ya estás en ellos. No es una cuestión de alternativas. No puedes elegir. ¿Puedes elegir? ¿Puedes abandonar tus sueños? ¿Puedes abandonar tus fantasías? Si tratas de dejar tus sueños, tendrás que sustituirlos por otros sueños. Si intentas cambiar tus fantasías, se transformarán en otra clase de fantasías. Pero seguirán siendo sueños y fantasías.

Entonces, ¿qué hacer? Aceptarlos. ¿Por qué ponerse en contra de ellos? Este árbol tiene flores rojas, aquel árbol tiene flores amarillas. Entonces, está bien. Tienes ciertos sueños: sueños amarillos.

Otra persona tiene otros sueños: sueños azules, sueños rojos. Así que está bien. ¿Por qué luchar contra los sueños? ¿Por qué intentar modificarlos? Cuando tratas de cambiarlos, crees demasiado en ellos. No piensas que son sueños, sino que los consideras reales y crees que modificarlos sería importante. Si los sueños, sueños son, ¿por qué no aceptarlos?

En el momento en que los aceptas, desaparecen: éste es el secreto. Cuando los aceptas, desaparecen.

Porque la mente onírica cobra existencia a través de la represión. El fenómeno mismo de la mente onírica implica represión.

Has reprimido muchas cosas; por eso, inesperadamente, aparecen en tus sueños. Estás caminando por la calle; miras a un hombre o a una mujer hermosa. Surge el deseo. De repente, lo dejas de lado. ¡Esto está mal!

La tradición, la cultura, la sociedad, la moralidad dicen: ¡Esto no está bien!
Puedes mirar una flor hermosa, no hay nada malo en ello. Pero, cuando miras un rostro hermoso, algo inmediatamente está mal: lo reprimes. Ahora, este rostro se transformará en un sueño. Lo reprimido se convierte en sueños. Ahora, este rostro te perseguirá. Ahora, de noche, este rostro dará vueltas a tu alrededor.

Ahora, este cuerpo te estará revoloteando. Los deseos que has reprimido se transformarán en sueños. Los deseos que has reprimido se convertirán en sueños y fantasías.

Entonces, ¿cómo crear un sueño? El secreto es reprimir. Cuanto más reprimas, más sueños habrá. Quienes se van a la montaña, quienes rechazan la vida, están repletos de demasiados sueños. Sus sueños se tornan tan reales, al modo de las alucinaciones, que no pueden discriminar si se trata de un sueño o de la realidad.

No reprimas; si lo haces, crearás más sueños. Acepta. Sea lo que sea lo que te sucede, acéptalo como parte de tu ser. No lo condenes. Cuando te vuelves más tolerante, los sueños se disuelven. Una persona que acepta completamente la vida deja de soñar, porque se ha cortado la raíz de los sueños. Ésa es una cuestión.”

Como dije al principio, soy de cabeza dura y me cuesta trabajo entender estos textos. Por eso, para tratar de entender mejor la visión del maestro Osho desde mi perspectiva de que los sueños siempre tienen un mensaje valioso para nuestra existencia, decidí cambiar en toda su respuesta la palabra “sueños” y “soñar” por “deseo” y “desear”. Si no reprimo mis deseos, acepto abiertamente lo que quiero y me puedo plantear en términos realistas a cuáles de esos deseos voy a encaminar mis esfuerzos. Eso es, según mi interpretación, vivir los sueños.

La ensoñación que tenemos mientras estamos dormidos, que proviene de nuestra más honesta vida interior, aparece para darnos un mensaje relacionado con nuestro YO y con lo que queremos en nuestra vida, también nos indican con frecuencia esas partes de nosotros que estamos reprimiendo y nos limitan la existencia. En los términos que maneja Osho, el sueño está más bien dirigido a los deseos y la ambición de poseer algo o alguien, o de querer llegar a ser “más” que nuestros semejantes.

Sea como sea, los sueños nos dicen algo y si aceptamos su mensaje podemos actuar en consecuencia, no para superarlos sino para vivirlos, asimilarlos como parte de nuestro propio ser.

Hasta luego.

viernes, 26 de abril de 2013

La responsabilidad y el dolor en la espalda

"Un héroe es alguien que entiende la responsabilidad que acompaña a su libertad"
Bob Dylan

En julio del 2012 comentaba acerca de las equivalencias físico-emocionales, o sea de lo que representan los síntomas y enfermedades de nuestro cuerpo a nivel emocional y de nuestras actitudes. Y no solamente eso, también decía que en la mayoría de las ocasiones, el origen de nuestros males corporales está precisamente en nuestro mundo emocional, en nuestra forma de ver la vida, en nuestra manera de actuar y relacionarnos.

Aquella vez reproduje un cuadro que presenta Louise L. Hay en su libro "Tú puedes sanar tu vida". Para seguir sobre esa linea de una manera más accesible, reproduzco ahora un cuadro que le robé a mi amigo Enrique de su página del facebook (¡bendita tecnología!), en el cual muestra cuáles síntomas nos pueden afectar si mantenemos estas actitudes ante la vida:


Si se fijan, el solo hecho de ser reconocidos como responsables no ocasiona un dolor de espalda, sin embargo, cuando el origen de esa responsabilidad no es la simple conciencia de cumplir nuestra misión en esta vida (o sea, hacer lo que me toca hacer y ya), la responsabilidad se va convirtiendo en una carga pesada, ¿y dónde se resiente la carga? Así es: En la espalda. Si padeces de dolor en la espalda, conviene revisar tu actitud ante la vida y, si fuera el caso, buscar estrategias o mecanismos para dejar de cargar con los demás y hacerte cargo de ti mismo, sin llegar al extremo opuesto, egoísta, de dejar de apoyar a los demás cuando ellos requieran tu ayuda.

¿Sientes que cargas con más responsabilidades de las que deberías? ¿Te sientes culpable si no haces algunas cosas, aunque en realidad crees que tú no eres el indicado para hacerlas? ¿Te regañas, terminas enojado y repartiendo mentadas a otros o a ti mismo después de cumplir tus responsabilidades? ¿Te da miedo lo que pueda pasar si tú dejas de hacer todo lo que haces?

No siempre estarás actuando en contra de tu salud. Vale la pena revisar tu vida y cambiar el enfoque desde el que estás viendo tus relaciones y tu manera de sobrevivir en este mundo.

Y en la parte media, la cintura, la parte más estrecha de nuestra espalda (sin contar las llantas o longitas, que son pura cubierta de grasa), es el punto medio de nuestro cuerpo, el paso obligado de la sangre y los alimentos entre la mitad superior y la inferior, es nuestro centro. No es casualidad que ahí duela cuando el miedo o la inseguridad dominan nuestros pensamientos y emociones. Y tampoco es casualidad que en esas condiciones no nos atrevamos a tomar decisiones.

Y más abajo, en ese punto donde la espalda comienza a perder su elegante nombre, se asientan los juegos de supervivencia y la sensación de no tener satisfechas las necesidades básicas. En la geografía de nuestro cuerpo, las caderas representan la pasión, el instinto y nuestros impulsos más naturales. Ahí está también nuestro sexo, fuente de nuevas vidas y del placer. Pensando en casos extremos, tanto nuestra supervivencia como nuestra sexualidad (impulsos básicos) pueden ser vistos como algo ajeno y amenazante o como algo divertido, como un juego.

"Si podemos formularnos la pregunta: ¿soy o no soy responsable de mis actos?, significa que sí lo somos"
Fodor Dostoievsky

Vuelvo a decir que cualquier postura ante la vida es válida, por eso hay tal variedad de formas-de-ser-en-el-mundo. La señal que nos alerta sobre una actitud rígida ante la responsabilidad (y por lo tanto enfermiza) es, en primer lugar, la existencia de dolor en una parte del cuerpo y, en segundo lugar, la dificultad para aceptar puntos de vista ajenos al propio. Nada es bueno en exceso, dicen, y dicen bien.

Nuevamente, como en otros casos, conviene revisar la historia personal para descubrir cómo aprendimos a reaccionar así ante la vida. Si es necesario, hay que volver a educar a nuestro niño interior en esa parte de la responsabilidad para que deje de sentirse culpable, enojado, asustado o exagerado ante sus obligaciones... y ante sus derechos.

Hasta luego.

martes, 23 de abril de 2013

Libros voladores

"Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro"
Carlos Ruiz Zafón


Hace poco, una amiga en el INEGI me regaló un video (¡gracias Ivette!) que dura poco más de 6 minutos y contiene la historia de Los fabulosos libros voladores del Sr. Morris Lessmore. El video es hermoso, surrealista y envuelve como en un sueño a quien lo está observando. Dependiendo del enfoque que se le quiera dar, uno puede encontrar una historia de dedicación, de rescate, de servicio, de amor, de misterio, de motivación o de cualquier otra cosa. Por eso vale la pena verlo más de una vez, para encontrarle diferente gusto. 

Ahorita me da un sabor como al de encontrarle sentido a la existencia haciendo algo que te gusta, y que te gusta tanto que no te pesa hacerlo durante mucho, mucho tiempo, aún cuando antes eso que haces ahora no parecía importante. Estar activo, ser productivo, le permite al protagonista  (Sr. Morris) aceptarse y ser.

Aquí está el video, a ver qué sabor te deja a ti después de verlo. Ojalá te deje con ganas de volverlo a mirar:


Después, esculcando en la red me di cuenta que esta historia empezó como libro (volador, me imagino), con ilustraciones tan padres como en el video, pero con descripciones escritas que hacen diferente la experiencia de segur la historia. También valdría la pena conseguirlo:


Hasta luego.

lunes, 22 de abril de 2013

Una relación saludable

"En una relación saludable ambos miembros tienen los mismos derechos y ambos se sienten a gusto."
Yeni Sobeida


No importa que se trate de una relación de pareja, de amigos, de parientes o de compañeros, en cualquier caso necesitamos crear las condiciones propicias para que la relación germine, crezca y florezca. Estas condiciones deben crearse entre las personas que participan de la relación, y cuando esto sucede, tenemos la primera señal de que estamos viviendo una relación saludable.


Es cierto que no existen las relaciones perfectas. Como he comentado en otros escritos de este blog, esa aventura de juntar dos historias de vida para hacer una nueva lleva muchos riesgos, el principal de ellos es el de estar dispuestos a cambiar, a ser flexibles para aprovechar toda la experiencia sin que ésta se vuelva una barrera entre la otra persona y yo, y sin que deje de ser yo mismo en ese proceso de compartir mi vida con otra persona. Estar dispuesto a cambiar no implica tener que renunciar a ser quien soy. Como no hay relaciones perfectas, siempre existe la posibilidad de mejorar.

Ya sé que he abordado en bastantes ocasiones el tema de las relaciones en este blog, pero yo sigo creyendo que la principal fuente de alimento (nutritivo y chatarra, eso depende de cómo vive cada quien su relación) para nuestra autoestima y nuestro desarrollo personal está en el contacto con los demás y en la manera como asimilamos ese contacto, por eso quise reproducir aquí (aunque no de manera idéntica) un listado con las características de una relación saludable que vi en el blog "equilibrioyelección.wordpress.com", de Yeni Sobeida, una chica venezolana bastante movidita y con muchos escritos interesantes que vale la pena revisar, aquí dejo la ruta para los que quieran leerla.

Y aquí está la lista, seamos honestos al repasarla y ojalá encontremos en nuestra relación todos los aspectos que se describen aquí, como parte de una relación saludable. Hay que recordar que estas características aplican a cualquier relación y no solamente a la de pareja:



Una relación es saludable cuando:

1.   Ambos pueden opinar sin ningún temor. Los dos respetan sus ideas y opiniones aunque no estén de acuerdo.

2.   Ninguno vive con miedo de ser lastimado física o emocionalmente. No hay amenazas o acusaciones.

3.   Ambos pueden tener amistades fuera de la relación.

4.   Pueden dejar atrás los errores del pasado y del presente, en la relación pueden aprender de sus errores y seguir adelante. Digamos que en estas relaciones equivocarse no es pecado, así que no amerita ser culpados ni castigados.

5.   Ambos sienten que su relación les levanta la autoestima.

6.   Tienen el derecho de expresar sus sentimientos negativos y positivos (enojo, dolor y desilusiones) de una manera clara y no violenta.

7.   El espacio individual de ambos es importante, se respetan los espacios privados de cada uno.


8.   La integridad psicológica de ambos es tan vital como su integridad física.

9.  Las relaciones íntimas son amorosas y confortantes para ambos. Los dos están de acuerdo dónde, cuándo y cómo. Los dos hablan de cómo protegerse de HIV o de un embarazó no deseado.  Las discusiones son justas y la comunicación es importante.




El punto 9 aplica exclusivamente para la relación de pareja, aún cuando el contacto físico es importante en las relaciones de amistad, familiares o de otro tipo (el lenguaje corporal siempre aporta algo a favor o en contra de la relación), pero con la pareja el contacto físico implica el intercambio sexual explícito y por eso se maneja en otro nivel.

¿Qué tal? Así son las relaciones saludables, ¡y sí existen! Si estás viviendo una de ellas déjame felicitarte y desearte que sigan avanzando por ese camino que lleva al crecimiento de quienes participan en la relación. Si por el contrario descubres que falta uno o dos puntos de los que se describen en esta lista, es el momento de empezar a valorar más tu relación y buscar, junto con la gente que quieres, la manera de crear las condiciones propicias para que esas vivencias juntos sean gratificantes y se disfruten en vez de tener que soportarse mutuamente. Esta es una tarea que deben realizar ambos miembros de la relación y no dejársela a una sola parte.

Si en más de 2 puntos de esta lista pensaste “Eso NO pasa en mi relación y no veo manera de que llegue a ocurrir", sería bueno aceptar que te has involucrado en una mala relación y en ese caso tienes el derecho de hablar claramente acerca de lo que ambos han hecho mal para tratar de corregirlo también entre ambos. Si esto no es posible, recuerda que sí hay relaciones tóxicas, dañinas y perjudiciales. Puedes terminar con una relación dañina aunque esto parezca doloroso al principio, pues solo así podrás darte la oportunidad de reencontrarte con tu auténtico YO y empezar a relacionarte de una manera vital y equilibrada, que favorezca tu salud emocional, física y espiritual.


Hablar de una relación saludable es hablar de manejar bien tus afectos, de abir tus sentimientos sin miedo, de llevarte bien contigo antes de esperar que otra persona te valore o te dé un lugar especial.

Hasta luego.

jueves, 18 de abril de 2013

El niño interior y el perdón

"Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo."
Norman Mailer



En los trabajos de crecimiento personal hay muchas similitudes, todas las técnicas y estrategias que utilizamos se cruzan, se combinan o se pueden complementar. Es el caso de dos trabajos terapéuticos: para sanar a nuestro niño interior y para llegar al perdón, en ambos procesos yo destaco estos 4 puntos en común o complementarios: Los secretos, la vergüenza, el miedo y la reconciliación.
(Imagen tomada de la página "es.paperblog.com")

Los secretos: Se refieren a las situaciones que se viven al interior de la familia y se guardan como tesoros que nadie más debe conocer. Aquellas cosas que hacía la tía Petrita, o las manías del abuelo Chuy, o esas "cosas malas" que hizo el primo Celedonio hace muchos años. Ejemplos sobran, y crecemos guardando secretos que aún después de muchos años se siguen hablando nada más en voz baja y cuando no hay nadie ajeno a la familia. A veces son secretos terribles y se vuelven una carga pesada, con un sentimiento de complicidad; también pueden ser secretos agradables, de auténtica complicidad entre padres e hijos, o entre hermanos. De cualquier manera, siempre es bueno sacarlos a la luz, cuidando de hacerlo en el contexto adecuado.

La vergüenza: Muy relacionada con los secretos, aunque aquellos pueden tratarse de otras personas y afectarnos de manera indirecta. La vergüenza es más personal, se refiere a cómo viví yo las cosas mientras iba creciendo, a cómo me trataban o cómo trataban a los hermanos, padres u otros seres queridos. Cuando hubo sentimientos de abandono, humillación, sometimiento, o dolor físico, o manipulación de cualquier tipo, la confusión entre sentirse culpable y abusado termina formando un bloqueo emocional y una imagen muy devaluada del YO. Hablar de esas vergüenzas, reconstruirlas y darles un nuevo sentido es un paso doloroso, pero eficaz cuando se hace contando con un apoyo externo sensible y sincero, es muy difícil superar la vergüenza a solas.

El miedo: Nos daremos cuenta si estamos atorados en alguna etapa de nuestro desarrollo entre los 0 y los 20 años, porque en situaciones sentimos un miedo que nos paraliza. No un miedo previsor, normal, que nos avisa cuando corremos algún riesgo y nos previene de no actuar sin precaución; sino un miedo irracional e ilógico, ante situaciones que no representan peligro alguno. Con frecuencia se manifiesta un miedo a ser exhibido ante los demás y por eso no bailamos, cantamos o hablamos en público; también puede tratarse del miedo a ser rechazados, porque en alguna ocasión supimos lo que es sentirse abandonados. Otra forma en que se presenta el miedo es con la adicción a sustancias, a actitudes o a realizar rituales sociales "aceptables". En todos los casos el miedo es una barrera que nos impide crecer, es el límite a nuestro desarrollo. Aceptando nuestra historia personal, podemos vencer el miedo y llevarnos mejor con nosotros mismos.

La reconciliación:  Es la parte que más interesa al perdón: soltar el pasado, dejar de cargar el rencor, terminar de una vez por todas de actuar en respuesta a lo que hizo otra persona. Reconciliarse implica cambiar nuestro estilo de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos, es vivir en el presente y dejar ir lo que ya ocurrió, aceptar a la gente como es, aunque no sea como queremos que sea, y es la aceptación de que cualquier daño que nos hayan hecho, por fuerte que haya sido, ya pasó y nos permitió aprender algo. Reconciliarse no es volverme amigo de quienes nos dañan, simplemente es dejar de cargar con esas personas para hacernos responsables de nuestra propia vida. Es una meta que requiere disciplina y constancia, y es una meta realizable.


"Porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes."
Jorge Bucay
Hasta luego, gracias por leer.

martes, 16 de abril de 2013

El origen de la violencia en la pareja

"La violencia es un animal incontrolable, que suele terminar atacando a su propio amo."
Renny Yagosesky


Leí un artículo sobre el origen de la violencia en la pareja y hubo un parte que me convenció y además se puede extender a muchos otros tipos de violencia: Nace como un juego.

En la adolescencia es cuando normalmente empezamos a pensar con toda seriedad en relacionarnos con otra persona para formar una pareja sentimental, y es en esa etapa también cuando estamos despidiendo a nuestra infancia y buscamos un modelo para definir cómo queremos ser de grandes. Para bien o para mal, esos modelos ya no son los papás, abuelos, tíos o amigos de la familia (al menos no de manera consciente), sino los ídolos que exhaltan los medios de comunicación, así que en vez de modelos a seguir, tenemos estereotipos sociales. Por eso, es muy común ver que los jóvenes enamorados, con frecuencia en la secundaria o la prepa, se sienten orgullosos de su pareja y hasta la presumen: Presumen su amor. Pero si él o ella aceptan la mirada o la sonrisa coqueta de otra persona, entonces la cosa cambia y se enojan, se insultan y hasta pueden llegar a cachetearse. Así durarán un rato hasta que llegue la reconciliación, que es la mejor parte.

Y así va creciendo la relación: Las nalgaditas, pellizquitos, empujones y caras de enfado se vuelven parte "normal" de la vida en pareja y se resuelven con un simple "No pasa nada, si es a ti a quien quiero". 

Estas conductas son violentas. Sustituyen al diálogo y al ser adoptadas por la pareja, se convierten en una forma de comunicación que esconde las preguntas y las conversaciones sobre lo que está ocurriendo entre los dos. Con el tiempo, las nalgaditas, pellizquitos y demás van dejando de ser cariñosos para volverse actos más agresivos, y si la pareja duró lo suficiente con esos hábitos de intercambio, también habrán aprendido a no hablar de lo que realmente sienten, porque a fuerza de aceptar la constante vigilancia y castigo de su pareja, los sentimientos se convierten en algo vergonzoso y da miedo hablar de ellos.
"La violencia no es el remedio, tenemos que hacer frente al odio con el amor."
Martin Luther King

Es tan frecuente la escena de celos - reclamo - empujones que ambos se acostumbran. Pero la cosa no para ahí, porque después ya no es suficiente ese ciclo. Del reclamo se pasará al insulto, del insulto a los golpes, de los golpes al sometimiento y de ahí a la violencia sexual. ¿Qué une a la pareja? Tal vez el tener los mismos estereotipos sociales, la creencia de que el hombre debe dominar aunque racionalmente no queramos aceptarlo. Tal vez la decepción de que esta relación tan bonita y juguetona ya no funciona como al principio, y no funcionará, porque se permitió que la violencia, aún a nivel de juego, entrara en la relación tomando el lugar del diálogo.

Estas reacciones típicas en la adolescencia pueden ser el origen de las futuras parejas maltratadas y maltratadoras. El origen, porque si bien la violencia es más visible en un noviazgo adolescente (en el juego se valen los golpes), también es cierto que en el matrimonio es más dañina y agresiva, pues los roles de dominio y sumisión asumidos anteriormente se vuelven cotidianos y dejan de ser un juego.

La pareja tiene hijos y estos se acostumbran a que en casa hay gritos, empujones y pequeños golpecitos, las frases del tipo "Si te pego es porque te quiero", o "Si no te regaño es que no te quiero" se vuelven parte de la cultura de los hijos (para los papás es normal este tipo de justificaciones) y entonces tenemos lista la siguiente generación de parejas violentas. Pero hay otras formas de demostrar interés por los hijos además de regañarlos y pegarles: Podemos ser firmes y amorosos, sin necesidad de someter al otro para que nos crea que somos "mejores".

En el noviazgo los golpecitos son parte del juego, en la casa los regaños y castigos son porque nos quieren. Cuando estas expresiones violentas son aceptadas, la violencia se vuelve normal, ya no es algo grave y quienes la viven no se dan cuenta de ella. ¿Es normal vivir aguantando a tu pareja en lugar de disfrutarla? ¿No será que una parte nuestra, allá muy en el fondo de nuestra mente, sigue creyendo eso de que "si no me pega es que no me quiere? 

Si no puedes expresar lo que sientes y lo que deseas, revisa los niveles de "violencia juguetona" que hay en tu relación, el primer paso para evolucionar es darse cuenta de que hay algo que necesitamos cambiar. La violencia no es normal.


"El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición normal de la existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro."
Martin Luther King
 
Ya para cerrar, reproduzco un dibujo usado como parte de una campaña orientada a mejorar la relación de pareja en Venezuela; mi único comentario es que esta idea aplica tanto para los hombres como para las mujeres:


Hasta luego.

jueves, 4 de abril de 2013

Recomendación: Música para ensoñar

"Ab yul ann i dyad awt
en yab na log a toc na awd
taw may on omma dawn egg kyowl
omma dawn egg kyowl"
Mike Oldfield
(Letra de la canción "Ommadawn")


"Ommadawn" es una canción mágica, capaz de hipnotizar y envolver a quien la escucha con atención. Además, es una canción que yo escuchaba en mi infancia sin saber nada acerca de ella, así que también fue mágico el hecho de que la "descubriera" este 12 de marzo, curioseando por la Internet justo cuando estaba más interesado en mi niño interior. Así me di cuenta que el autor es un músico inglés llamado Mike Oldfield, casi un niño genio que abandonó la escuela a los 13 años para dedicarse a la música, que estuvo en un grupo de rock hasta los 18 años y que a los 19 se las ingenió para grabar su primer álbum solista llamado "Tubular bells", álbum que también es su obra más famosa, aunque a mí me sigue gustando más su tercer disco, que es precisamente "Ommadawn" y resulta imprescindible para los amantes de la música.
Enseguida pongo la liga a dos conciertos en los que se interpreta la primera parte de la canción, y aunque en ambos se captura la esencia del sonido Oldfield, la verdadera magia se disfruta al escuchar la grabación original.

En esta versión, tomada de una presentación en Knebworth, se aprecia la fuerza instrumental de esta pieza:



Y en esta otra, con menos músicos, se aprecia más la composición y la voz, aunque se extrañan las percusiones de la parte final:


Y en esta última liga se aprecia la versión original, donde la belleza y profundidad de esta pieza se deja ver sin ninguna inhibición:

https://www.youtube.com/watch?v=cpToJDpxQa0

Hermosura, emotividad, paz e intensidad. Espero les guste y les inspire para dejar que la imaginación salga a viajar por un rato.

Mike Oldfield ha grabado decenas de discos, pero yo me quedo con sus obras de los años 70's.

Hasta luego.