martes, 22 de enero de 2013

Mitos sobre la locura

"Y al final de nuestra búsqueda
Llegaremos donde empezamos
Y por primera vez conoceremos el lugar
A través del portal, ignorado, recordado."

T. S. Elliot ("Little Gidding")



Sigo con el libro de Wilson Van Dusen, "La profundidad natural en el hombre", y en esta ocasión reproduzco aquí sus reflexiones de estos 5 mitos acerca de la locura:


"Las personas de repente se vuelven completamente locas".No. Esto ocurre rara vez y únicamente bajo el efecto de alguna intoxicación aguda o algún cambio cerebral. La gente se vuelve loca lentamente, muy lentamente. Se demoran toda una vida en ello. La locura emite toda clase de pequeñas señales percibibles por todos aquellos con alguna capacidad para observar a los demás. La triste verdad es que la gente loca por lo general ha tenido una vida entera de limitaciones, fracasos y poco contacto.

"La locura lleva a una violencia peligrosa". Esto también es raro. En veinte años de estar en compañía de gente enferma mental, algunos de los cuales habían cometido asesinatos, solamente dos mujeres me pusieron nervioso, mientras me reprimendaban y también un hombre joven que me amenazaba con su lapicera. La gente loca hace cosas necias y extrañas. Por lo general son reprimidas y menos violentas que la gente normal. 

"Demasiada introspección conduce a la locura". Esta idea es sostenida por las personas extrovertidas que encuentran poco uso o poco sentido a los procesos internos. La locura puede darle experiencias internas e introspecciones a una persona porque ésta ha fracasado incluso en la introspección más limitada. La verdadera introspección o auto-reflexión, sirve más para prevenir la locura que para curarla.

"Los excesos de religión (sexo, o cualquier otra cosa) conducen a la locura". Es verídico que algunas personas muestran en la locura una notable preocupación por la religión. Muy a menudo resulta que entraron tarde y desesperadamente en la religión, como el último punto de donde aferrarse antes de caer en la locura. Es más un síntoma que una causa. Contrastando con esto, hay millones de personas con una vida entera de vivencias religiosas normales que no se vuelven locas. Por lo general son los irreligiosos los que sostienen la idea de que la religión provoca la locura. En el mejor de los casos la religión puede prevenir y hasta sirve de tratamiento de la locura. Una situación similar se aplica a la frustración o los excesos sexuales. La vida sexual es una imagen de la vida social del individuo. A medida que se empeoran sus relaciones con los demás, así también lo hace su vida sexual. La gente verdaderamente enferma es por lo general menos sexual que la gente normal.

"Demasiado insight puede producir locura". La implicación de este mito, es que posiblemente, de llegar a ver ciertas cosas dentro de nosotros, podrían derrumbarse los cimientos mismos de nuestra mente. ¡Esta idea es lo suficientemente interesante como para darle ganas a uno de iniciar una búsqueda de tales visiones! La introvisión mística tiende a eliminar la conciencia del ego, pero esto sencillamente consigue que la persona sea eminentemente más sana.


Si ustedes recuerdan algún otro mito sobre la locura, ojalá se animen a compartirlo. Por lo pronto dejo aquí el testimonio y la reflexión de Van Dusen.

Hasta luego.

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