lunes, 28 de mayo de 2012

Un poco de tiempo

El tiempo es uno de los engaños más fabulosos que hemos inventado como humanidad, normalmente creemos que cada uno de nosotros llega a este mundo sin nada más que un costal lleno de tiempo, repleto y listo para que empecemos a usarlo, gastarlo, despilfarrarlo o invertirlo... éso ya dependen de las decisiones de cada quién...

También creemos -o sabemos, más bien- que ese costal de tiempo es único, irremediablemente pasajero e imposible de volverse a llenar: Cada pequeño momento, cada instante que sale de él, se va y nunca lo volvemos a ver; aunque sé de varias personas que han dedicado muchos años de su vida a encontrar la forma de detener el tiempo, de cerrar ese costal lleno de momentos para ver si dura una eternidad, invariablemente han descubierto una sola cosa cierta y segura: Su tiempo se les fue, lo invirtieron en investigar y cuando se dieron cuenta ya lo habían gastado.

Y ocuparse en tratar de descubrir algo útil para la humanidad es una bonita forma de invertir el tiempo... También conozco gente que gasta su reserva de tiempo haciendo planes, soñando despierto, ganando mucho dinero (algunos a costa de lo que sea), convenciendo a los demás de ser la mejor persona, acompañando a la gente que ama, viendo la tele y el Internet, estudiando... Hay tantas formas de invertir o desperdiciar el tiempo, como formas de ser en el mundo. Igual seguimos sabiendo que el tiempo de nuestro costal particular no tiene "V" de vuelta.

En el breve lapso que dura el contenido de nuestro costal nos damos cuenta de otra gran verdad, dura y cruel para algunos, motivante para otros, pero nuevamente es una certeza definitiva: Nadie conoce el tamaño de su costal; es decir, nadie sabe exactamente de cuánto tiempo dispone, cuánto puede invertir, gastar o tirar, y esto le agrega más sabor y emoción a nuestro paso por la vida.

He descubierto algunas estrategias para gastar el tiempo sin que sea una inversión redituable, simplemente gastarlo y verlo pasar, situación que a la larga se vuelve muy complicada, porque llegará un momento en que tengamos una reserva muy reducida de momentos (nos demos cuenta o no) y entonces vamos a desear con toda el alma volver a tener ese montón de ratos, instantes, momentos y demás, y como dicen por ahí: "Lo caido, caido"... Lo gastado, gastado está.

¿Ejemplos de buenas formas de dejar ir el tiempo sin invertirlo? Se me ocurren estos:

Vivir con culpa.
Amarrarse al pasado.
Vivir envidiando otras vidas (cualquier otra vida ya tiene su dueño).
Vivir sin valorarse a sí mismo.
Vivir para darle gusto a los demás, o a una sola persona.
Vivir esperando estar listos para hacer lo que se quiere (¡nunca vamos a estar listos, se aprende a vivir viviendo!).
Vivir posponiendo lo que en realidad queremos (también se le dice miedo al éxito).
Vivir ignorando a la gente que amamos.
Vivir en competencia constante (¡lo único que vale la pena es ser el mejor!)

Y en general, retomando la expresión de una amiguita que quiero mucho: Sufrir la vida en lugar de disfrutarla.

Y así como hay formas excelentes de perder el tiempo (incluso algunas son socialmente aceptadas, recomendadas y promovidas), también las hay para invertirlo y sentir que ganamos algo al gastarlo (claro que esto solamente lo notamos al usar el tiempo, nunca antes, pero tal vez sí después).

Antes de entrar a esta parte me hace falta cerrar la idea con la que inicié este rollo: Normalmente creemos que cada uno llega a este mundo con un costal de tiempo nuevecito y sin usar, listo para que lo estrenemos... Pero no es así. El tiempo ya estaba aquí antes de que naciéramos y seguirá aquí después de que nos despidamos de este mundo, no somos sus dueños y por ende, tampoco somos dueños de este mundo (aunque hay algunas gentes que sí se sienten amos y señores de este planeta y sus alrededores). En mi modesta opinión, venimos a este universo para sumergirnos en su corriente eterna de tiempo, para sentir nuestro paso por los instantes que fluyen constantemente y para ver qué podemos hacer con los momentos que alcanzamos a atrapar mientras estamos aquí.

Desde este ángulo, la mejor estrategia que se me ocurre para invertir el tiempo que tenemos a la mano es:

Vivir el presente.
Soltar el pasado, quedándonos con lo que hemos aprendido de él.
Soltar el futuro, actuando hoy para tratar de encaminarnos hacia él
Soltar los juicios de otra gente, y reducir mis juicios hacia la vida de los demás, yo tengo la mía.
Y en general, vivir la vida en lugar de pensarla.

Básicamente es esto, cuando llegue el momento en que debamos salir de la corriente solamente podremos revisarnos y evaluar si quedamos desgastados por el uso y la actividad o, por el contrario, si quedamos oxidados por no actuar como queríamos.

En todo caso, la decisión es muy personal y se puede cambiar a lo largo de la vida, por corta o larga que ésta sea, solamente hay una regla básica, que dijo Confucio cuando le tocó nadar en esta corriente de tiempo:

"No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti,
y tampoco dejes que te hagan lo que tú no les harías".

Hasta luego.

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