martes, 15 de mayo de 2012

Individualismo y vacío existencial


Todos estamos expuestos a un bombardeo constante de mensajes que se van volviendo parte de nuestra nube cotidiana de pensamientos, ideas y creencias, chicos y grandes absorbemos como esponjas los anuncios que, como si fueran juglares, exhiben los mercadólogos, publicistas, comentadores, reporteros... hasta los maestros y sacerdotes le dedican un tiempo a su papel de merolicos, apoyando tal o cual producto o persona.

  • Nosotros somos el recipiente del mensaje principal, ése que promete ser el secreto de la felicidad y que invariablemente apunta a algunos conceptos como estos:
  • Individualismo: Sé libre, sé tú mismo.
  • Juventud, ¡ojalá toda mi vida fuera joven!
  • Miedo (y desprecio) por los adultos mayores, y ni pensar en que uno mismo pueda llegar a tener arrugas, canas y otras señales de envejecimiento.
  • Éxito instantáneo... ¿Para qué esforzarse? ¿Qué sentido tiene estudiar muchos años, o durar años en un proyecto o trabajo?
  • Más individualismo: Egoísmo, egocentrismo, todo se enfoca a la autosatisfacción, ¡y que ruede el mundo!
  • Exceso de información, por una variedad también excesiva de medios de comunicación, sin garantizar que toda la que recibimos sea confiable.
  • Necesidad de tener, y si es posible, que sea lo mejor para poder sentir que valgo, aunque sea un poquito.
  • Necesidad de ganar, vivir la vida como si fuera una competencia, sin disfrutar a las personas que están alrededor, sino desconfiando de ellas
  • Discriminar, solamente pueden ser buenos los que son como tú.
  • Ignorancia, se rechazan hábitos como la lectura y la disciplina, pues es más fácil y rápido consultar en Internet que estudiar y razonar.


¿Qué otros mensajes nos llegan? Muchos, la lista completa sería muy, muy larga, y no tengo la intención de hacer un recuento de todas las formas y técnicas de bombardeo ideológico, el punto central es que sí funcionan estas estrategias y sí llegamos a compartir este ideal consumista, por eso nos hemos vuelto parte de la sociedad individualista que busca la satisfacción de uno mismo al precio que sea y desconoce la cultura, la autodependencia y el desarrollo intelectual y espiritual.

Quien se alimenta únicamente con los ingredientes de las campañas publicitarias y las promesas de los políticos, se aleja de los valores universales para hundirse en una aparente autorrealización, que no es más que el sometimiento a los moldes establecidos por las grandes compañías de comunicación y entretenimiento. Finge escaparse de la realidad para creer en la verdad que otros le platican, con esto únicamente se está creando un vacío enorme en su interior.

 El reto a vencer es el individualismo y la autocomplacencia, para sustituirlos por empatía y asertividad, así que requerimos por lo menos 3 cosas para superar el bombardeo que nos quiere instalar en un ideal que no coincide con los valores humanos:

  • Una compañia real, que hable, escuche y se interese en lo que digamos y hagamos (y que espere lo mismo de nosotros, obviamente). La amistad salva vidas.
  • Confianza y autoestima, de manera que uno pueda vivir su vida sin envidiar la de otro (sea real o imaginario).
  • Cultura, esta solamente se logra con educación (escolar y personal), trabajo y respeto por lo que hacen y dicen los demás.
 
Claro que hay otros ingredientes que facilitan la aparición y la permanencia de los que acabo de describir, no hay soluciones simples ni recetas contra el vacío existencial, pero si tenemos esas 3 herramientas con nosotros, podremos contar con apoyo para ir agregando otras más, que nacen de la práctica constante del diálogo, la valoración de uno mismo y los demás, y del disfrute de la cultura.

Espero saber qué les parecen estos comentarios.

Hasta luego.

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