martes, 22 de noviembre de 2016

7 pecados, 7 virtudes

"Vanidad: Definitivamente mi pecado favorito"
(El diablo, en la película "El abogado del Diablo")


Hace muchos siglos, al interior de la Iglesia Cristiana se identificaron algunos patrones de conducta que reúnen las principales tentaciones que los hombres y las mujeres podemos tener. Actualmente se conocen como los 7 pecados capitales (aunque al principio eran 8, pues también se contaba como pecado capital a la tristeza), y quien quiera que haya sido el responsable de designar estos 7 pecados capitales, también hizo al mismo tiempo un diagnóstico certero de igual número de tipos de personalidad, vistas desde su ángulo más desintegrado.


¿Por qué se llaman "capitales"? No es precisamente que sean los peores pecados, por ejemplo en los 10 mandamientos que Moisés recibió en el Antiguo Testamento se mencionan pecados que pueden ser considerados más graves. Pero estos se llaman "capitales" porque cada uno de ellos puede ser el origen de otros más, ya sea al realizarlos o para poder conseguirlos. Cada uno de estos pecados capitales representa un gran vicio o adicción, ¿qué es capaz de hacer un adicto para satisfacer su necesidad?


Todos los tipos de personalidad tienen un camino hacia su propia desintegración, este camino pasa forzosamente por la ruta de alguno de los pecados capitales, pero es justo mencionar que también hay un camino de integración: una ruta para volvernos mejores personas. Para entender y recorrer este camino es conveniente saber que también existen las 7 virtudes capitales:


¿Cuál es tu pecado favorito? La tarea es asumirlo y entender que si continúas cediendo a esa tentación, también estarás dirigiendo tu propio ser hacia su destrucción, muchas veces arrastrando a la gente que quieres y te quiere. Si quieres retomar el camino hacia tu crecimiento y tu desarrollo personal, mira hacia el extremo opuesto del pecado capital o vicio que te ha atrapado, y dirígete hacia la virtud. 


A la psicología le toca muchas veces hacerla de réferi o árbitro entre el "diablito" y el "angelito" que están en una eterna pelea por dominar las decisiones de cada persona. 

El eneagrama es una excelente herramienta para hacer esto, se trata de una disciplina que aborda la dualidad y permite a cada quien descubrir, primero su tipo de personalidad, después su camino de desintegración y obviamente, también su camino hacia la integración. No está tan alejada de lo que plantean los 7 pecados capitales y las 7 virtudes, ¿verdad? Solo que el eneagrama maneja 9 tipos de personalidad.




Tu "pecado" te seguirá boicoteando, ése es tu enemigo a vencer y no otra u otras personas.

Hasta luego.

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