"ignoraba
que el adolescente que vivía bajo su techo estaba profundamente deprimido,
había comprado ilegalmente un arma y la había escondido en casa para preparar
junto a su amigo Eric una masacre"
(Diario The Guardian, acerca de los padres del asesino de Columbine)
Ya había hablado en este espacio acerca de que el amor no es suficiente, también dije que aunque no es suficiente sí es indispensable en cualquier relación, y tratando de profundizar un poco más en el tema he sugerido 5 ingredientes que debe haber en toda relación para poder decir que efectivamente hay amor. Hoy sigo creyendo que esos 5 ingredientes son capaces de hacer que las relaciones duren, crezcan y ayuden a que los miembros de esa interacción se vuelvan mejores cada vez. Además estoy convencido de que cuando dejamos a esos ingredientes entrar y actuar libremente dentro de nuestra relación, con toda seguridad comenzarán a brotar otros ingredientes igual de nutritivos para la relación, y si a estos nuevos elementos les seguimos permitiendo manifestarse libremente, la relación seguirá avanzando hacia situaciones cada vez mejores.
Claro que estos elementos no se pueden dar en cualquier relación, se necesitan condiciones adecuadas y esas condiciones deben crearse entre todos los miembros de la relación. Un error que cometemos con frecuencia es aportar los 5 elementos creyendo que con eso aseguraremos el correcto funcionamiento de la relación, con un sencillo razonamiento: Si pongo todos los elementos, el resultado será más rápido. Pero NO funciona así, básicamente por dos razones:
1. Para que los 5 elementos de una relación sana funcionen, deben estar presentes en TODOS los que participan de esa relación.
2. La única manera de que todos los participantes de la relación aporten estos 5 elementos es COMPARTIRLOS en lugar de darlos.
Dar y recibir. Entregarse a los demás y también recibir a los demás. Si tu forma de "amar" es solamente dar o nada más recibir, lamento decir que lo que estás haciendo se parece más a "controlar" que a "amar". Y controlar no siempre es algo que queremos hacer conscientemente.
¿Qué pasa cuando no incluimos los 5 ingredientes o elementos en una relación? Desafortunadamente, con uno solo de estos elementos que falte comenzarán los conflictos de difícil solución, esos que nos dejan la sensación de estar dando vueltas en círculos en lugar de avanzar. Así ocurre cuando no hay comunicación, o confianza, o respeto, o contacto o peor aún, compromiso. Cuando falta uno o más de estos ingredientes, comenzarán a aparecer algunas cualidades muy negativas para las relaciones humanas: malos entendidos o chismes, desconfianza, falta de respeto que puede llegar a agresiones verbales o físicas, poco contacto físico y el que llegue a haber también cargado de reproches y rencores, y un compromiso casi nulo.
Si te refugias en la idea de que "yo estoy aportando mis 5 elementos, así que yo estoy bien y que cambien los demás", ¡mala señal!, porque estás cerrando la puerta al intercambio de ideas, sentimientos y pensamientos, a COMPARTIR lo que ocurre contigo y con cada miembro de la relación. Pero eso sí: podrás creer que todo está bien aunque no te des cuenta de lo que pasa con los demás (bien dicen que no hay peor ciego que el que no quiere oir).
En las relaciones donde no se aportan y comparten estos ingredientes, pero creemos que todo está bien porque "hay amor", aparecen patrones de conducta autodestructivos: secretos, mentiras, chismes, complicidades, alianzas y discriminaciones... Entre otras muchas cosas.
Enseguida reproduzco el triste testimonio de una madre que, en una situación extrema, vivió la expresión total de estas conductas destructivas y autodestructivas en el seno de su propia familia. La nota es bastante amplia, y si gustan pueden leerla en su entorno original que es el periódico "El Diario" de España, que a su vez tradujo la noticia de "The Guardian". Para leer, dar clic sobre el título:
El hijo de Sue
Klebold y un amigo mataron a 13 personas en la escuela de secundaria de
Columbine. Han pasado dos décadas desde la masacre pero le sigue atormentando
una pregunta: ¿Qué podría haber hecho para evitarlo?
The Guardian - Emma Brockes
Hasta luego.
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