"Lo único que hay que hacer con un buen consejo es pasarlo: nunca le sirve a uno mismo".
(Oscar Wilde)
El terapeuta no da consejos, su trabajo es acompañarte cuando avanzas por esas partes difíciles en el camino de la vida y ayudarte a descubrir cuál es la mejor solución entre tus opciones posibles. Tú decides porque se trata de tu vida, de tu cuerpo, de tus emociones, de tus pertenencias, de tu experiencia y de lo que pasa contigo.
Es muy fácil dar un consejo sobre un problema ajeno: no importa si resulta bien o mal, el que tiene el problema asumirá las consecuencias y el que dio el consejo no corre ningún riesgo, ¡hasta se le agradece por ser tan "bien intencionado!". Y encima, el que tiene el problema seguirá creyendo que no puede resolver sus cosas a menos que le den un buen consejo.
Por eso cierro este texto con un "anticonsejo": No aceptes con fe ciega los consejos constructivos, y mucho menos de alguien que no ha construido. En estos casos es mejor probar, experimentar y descubrir tu propia forma de hacer, y claro: siempre es válido hablar, platicar con personas de confianza para ordenar tus ideas, no para que te digan qué hacer.
Hasta luego.
Es muy fácil dar un consejo sobre un problema ajeno: no importa si resulta bien o mal, el que tiene el problema asumirá las consecuencias y el que dio el consejo no corre ningún riesgo, ¡hasta se le agradece por ser tan "bien intencionado!". Y encima, el que tiene el problema seguirá creyendo que no puede resolver sus cosas a menos que le den un buen consejo.
Por eso cierro este texto con un "anticonsejo": No aceptes con fe ciega los consejos constructivos, y mucho menos de alguien que no ha construido. En estos casos es mejor probar, experimentar y descubrir tu propia forma de hacer, y claro: siempre es válido hablar, platicar con personas de confianza para ordenar tus ideas, no para que te digan qué hacer.
"Toma consejo en el vino, decide después con agua".
(Benjamín Franklin)
Hasta luego.
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