"Si tu signo es jugar, juégalo todo:
tu camisa, tu patio, tu salud.
Si tu debes jugar de cualquier modo
juega bien, con virtud,
pero ay amor, ay amor,
no te juegues el corazón..."
(Silvio Rodríguez)
Es muy importante saber lo que necesitas en tu vida y hacerle caso a esa necesidad. Es el mejor camino para estar en contacto contigo y para tomar decisiones asertivas que atiendan a lo que necesitas y no a lo que deseas, que generalmente es algo distinto.
Si tienes hambre, come.
Si tienes sueño, duerme.
Si tienes tarea, hazla.
Si estás cansado, descansa.
Si vives con rencor, perdona.
Si extrañas tu pasado, aprende de él.
Si esperas mucho del futuro, comienza a construirlo.
Si tienes deudas, paga.
Si alguien te daña, aléjate.
Si tienes amigos, búscalos y déjate encontrar.
Si alguien te gusta, haz que lo sepa.
Si no te gusta tu vida, cámbiala.
No es excusa vivir aguantando tu vida y a las gentes que habitan en ella, en vez de tomar la decisión de aceptar o de cambiar lo que hay.
Tampoco es excusa rechazar a la gente por sus actos, en lugar de asumir la responsabilidad de lo que uno mismo hace o no hace.
Y tampoco es una solución culpar a otra persona para no asumir el camino, a veces muy difícil, de reconstruir tu propia vida y cubrir tus necesidades.
"Si tu signo es arder, arde con todo:
tu camisa, tu patio, tu salud.
Si tu debes arder de cualquier modo
arde bien, con virtud,
pero ay amor, ay amor,
no te quemes el corazón..."
(Silvio Rodríguez)
Si te aman, ama.
Si te desprecian, ve a donde te valoren.
Si estás confundido, decide.
La decisión que tomes enfocará tu vida hacia el camino que tú deseas: a tu integración o tu desintegración.
Y si la decisión que tomaste no resulta como esperabas, entonces será el momento de tomar otra decisión sin castigarte ni tener que resignarte a vivir aguantando... A veces se gana, a veces se pierde, una decisión puede llenar tu vida de luz u oscurecerla, y siempre será posible decidir de nuevo para mantener la llama encendida o para alejar la sombra cuando esta comienza a empañar la visión de tu propia vida.
Aquí he hablado de decisiones personales, tal vez también de pareja o familiares y aún en estos niveles llega a parecer difícil cambiar una decisión cuando la tomamos alejada de la realidad. Pero cuando una sociedad entera toma decisiones ajenas a sus necesidades, las consecuencias también requerirán del interés y la participación de mucha gente para volver a tomar una decisión que vaya de cuerdo con lo que sus vidas requieren. En distinta escala, estoy hablando de lo mismo, tal vez convenga ser más coherentes al actuar para no terminar cumpliendo caprichos momentáneos que después generarán mayores necesidades:
Hasta luego.
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