"La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte."
Epícteto de Frigia
La muerte es la
última despedida, es el límite donde termina el cuerpo físico y el trayecto en
este mundo. Algunas personas iniciadas en el conocimiento de la espiritualidad
dicen que la misión personal no termina con la muerte, aunque la vida terrena
sí. Con la muerte de una persona querida se van muchas vivencias compartidas,
experiencias, planes y sueños, y en su lugar se quedan fuertes reacciones
emocionales, físicas y espirituales en las personas que se quedan a vivir un
tiempo más.
En una visión
romántica se dice que muchas veces en un ataúd, aunque se encuentre una sola
persona, se entierra más de un corazón. En una visión más práctica, es
necesario reconocer que por mucho dolor que haya, nuestro corazón sigue vivo,
latiendo y sintiendo. De hecho sentirá con más intensidad emociones como la
tristeza o la ira y el cuerpo también sentirá algunas reacciones distintas,
como la falta o el aumento de sueño, la ausencia de apetito y tal vez náuseas.
A nivel espiritual y de pensamientos, las creencias también reaccionan y se
pueden volver más firmes y sólidas, o al contrario, algunas personas pueden
comenzar a dudar y hasta decepcionarse de su fe.
La etapa en que se
viven todas estas reacciones se llama “duelo”, y la vive de manera distinta
cada persona, por eso puede causar confusión ver que los demás no sienten el
dolor de la misma manera, algunos parecen muy seguros después de que pasaron
los rituales religiosos como las misas del novenario; otros, en cambio, siguen
extrañando al ser querido que se fue aunque pasen los meses.
"La muerte no es más que un cambio de misión."
León Tolstoi
¿Cuánto debe
durar el duelo? No hay una respuesta exacta para esta pregunta. El duelo no es
un ritual social, mucho menos un acuerdo social para “despedir correctamente”
al ser querido; más bien es una expresión personal, honesta y profunda del
dolor ante la inevitable despedida, pues con el ser querido se va también la
vida tal como era percibida hasta ese momento, y no volverá a ser igual. La
duración del duelo variará en cada uno de los que lo viven y lo más sano es
respetar todas las diferencias que puedan surgir en este proceso.
Las heridas del
duelo se irán cerrando gradualmente, así que es aconsejable darle su tiempo a
nuestro organismo, todo el que necesite, y entender que cada uno enfrentará
esas emociones personales y profundas a su propia manera.
El dolor puede
salir de manera “sana”, poco a poco para que sea manejable, en este caso es
válido escribir acerca de lo que se siente y de los pensamientos que van
surgiendo, ya que escribir ayuda a ordenar las ideas. A veces el dolor se queda
guardado, latente, y el día menos pensado surge y se hace presente con todas
las reacciones mencionadas arriba, y tal vez otras más. Lo importante es que
salga, que no se quede guardado.
Puede ser
difícil hablar de estos sentimientos cuando la gente que está cerca (familiares,
amigos íntimos) también está afligida y triste por la misma pérdida, aún así,
es una opción que se puede contemplar cuando hay la suficiente confianza. El duelo bien vivido fortalece la salud emocional.
Dicen que partir
es morir un poco, y es cierto, pues cada vez que parte alguien o algo que
amamos se siente que muere una parte nuestra, por eso el duelo también se sufre
cuando se pierde una mascota, una relación, un trabajo, una casa (por ejemplo,
por cambiar de domicilio) o cualquier otra cosa, persona, animal o lo que sea.
El sufrimiento que se siente en estos casos y en muchos otros es real y
legítimo, tal como fue todo el afecto y cariño entregado a esa experiencia y
hoy, cuando termina, duele de verdad y provoca las mismas reacciones de duelo.
"Recordar que uno va a morir es la mejor manera que conozco para evitar
la trampa de pensar que hay algo que perder. Ya se está indefenso. No
hay razón alguna para no seguir los consejos del corazón."
Steve Jobs
Me faltan
palabras, quisiera decir algo más acerca del duelo, de las despedidas y de la
muerte, pero ahorita no encuentro cómo hacerlo, espero tener más claridad en
otra ocasión. Por hoy cierro este texto reproduciendo un escrito que hice
acerca de este mismo tema hace muchos años, creo que a principios de los 90’s:
volver a formar parte
del todo,
crecer fuera del
cuerpo
y dejarlo que se
seque...
hay quien piensa que
morir es el final
y quien dice que es la
meta y nada más;
yo sólo sé de la
muerte
que es una persona
seria,
si le gusta alguien lo
escoge,
lo compromete y se lo
lleva sin más.
es una persona seria,
seria y muy egoísta
que no quiere tener
celos
sino todo el
cargamento:
su carga es de todo o
nada.
yo solo he visto a la
muerte
pasar junto a mí unas
veces,
me deja serio y
callado.
anuncia que tendré
presente
una larga ausencia el
resto de mis días
y que otra vez nos
hallaremos,
otra vez...
Hasta luego…
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