sábado, 22 de junio de 2013

Duelo y despedida

"La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte."
Epícteto de Frigia



La muerte es la última despedida, es el límite donde termina el cuerpo físico y el trayecto en este mundo. Algunas personas iniciadas en el conocimiento de la espiritualidad dicen que la misión personal no termina con la muerte, aunque la vida terrena sí. Con la muerte de una persona querida se van muchas vivencias compartidas, experiencias, planes y sueños, y en su lugar se quedan fuertes reacciones emocionales, físicas y espirituales en las personas que se quedan a vivir un tiempo más.

En una visión romántica se dice que muchas veces en un ataúd, aunque se encuentre una sola persona, se entierra más de un corazón. En una visión más práctica, es necesario reconocer que por mucho dolor que haya, nuestro corazón sigue vivo, latiendo y sintiendo. De hecho sentirá con más intensidad emociones como la tristeza o la ira y el cuerpo también sentirá algunas reacciones distintas, como la falta o el aumento de sueño, la ausencia de apetito y tal vez náuseas. A nivel espiritual y de pensamientos, las creencias también reaccionan y se pueden volver más firmes y sólidas, o al contrario, algunas personas pueden comenzar a dudar y hasta decepcionarse de su fe.

La etapa en que se viven todas estas reacciones se llama “duelo”, y la vive de manera distinta cada persona, por eso puede causar confusión ver que los demás no sienten el dolor de la misma manera, algunos parecen muy seguros después de que pasaron los rituales religiosos como las misas del novenario; otros, en cambio, siguen extrañando al ser querido que se fue aunque pasen los meses.


 "La muerte no es más que un cambio de misión."
León Tolstoi

 ¿Cuánto debe durar el duelo? No hay una respuesta exacta para esta pregunta. El duelo no es un ritual social, mucho menos un acuerdo social para “despedir correctamente” al ser querido; más bien es una expresión personal, honesta y profunda del dolor ante la inevitable despedida, pues con el ser querido se va también la vida tal como era percibida hasta ese momento, y no volverá a ser igual. La duración del duelo variará en cada uno de los que lo viven y lo más sano es respetar todas las diferencias que puedan surgir en este proceso.


Las heridas del duelo se irán cerrando gradualmente, así que es aconsejable darle su tiempo a nuestro organismo, todo el que necesite, y entender que cada uno enfrentará esas emociones personales y profundas a su propia manera.

El dolor puede salir de manera “sana”, poco a poco para que sea manejable, en este caso es válido escribir acerca de lo que se siente y de los pensamientos que van surgiendo, ya que escribir ayuda a ordenar las ideas. A veces el dolor se queda guardado, latente, y el día menos pensado surge y se hace presente con todas las reacciones mencionadas arriba, y tal vez otras más. Lo importante es que salga, que no se quede guardado.

Puede ser difícil hablar de estos sentimientos cuando la gente que está cerca (familiares, amigos íntimos) también está afligida y triste por la misma pérdida, aún así, es una opción que se puede contemplar cuando hay la suficiente confianza. El duelo bien vivido fortalece la salud emocional.

Dicen que partir es morir un poco, y es cierto, pues cada vez que parte alguien o algo que amamos se siente que muere una parte nuestra, por eso el duelo también se sufre cuando se pierde una mascota, una relación, un trabajo, una casa (por ejemplo, por cambiar de domicilio) o cualquier otra cosa, persona, animal o lo que sea. El sufrimiento que se siente en estos casos y en muchos otros es real y legítimo, tal como fue todo el afecto y cariño entregado a esa experiencia y hoy, cuando termina, duele de verdad y provoca las mismas reacciones de duelo.

 
"Recordar que uno va a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que hay algo que perder. Ya se está indefenso. No hay razón alguna para no seguir los consejos del corazón."
Steve Jobs

 Me faltan palabras, quisiera decir algo más acerca del duelo, de las despedidas y de la muerte, pero ahorita no encuentro cómo hacerlo, espero tener más claridad en otra ocasión. Por hoy cierro este texto reproduciendo un escrito que hice acerca de este mismo tema hace muchos años, creo que a principios de los 90’s:

volver a formar parte del todo,
crecer fuera del cuerpo
y dejarlo que se seque...

hay quien piensa que morir es el final
y quien dice que es la meta y nada más;
yo sólo sé de la muerte
que es una persona seria,
si le gusta alguien lo escoge,
lo compromete y se lo lleva sin más.

es una persona seria,
seria y muy egoísta
que no quiere tener celos
sino todo el cargamento:
su carga es de todo o nada.

yo solo he visto a la muerte
pasar junto a mí unas veces,
me deja serio y callado.
anuncia que tendré presente
una larga ausencia el resto de mis días
y que otra vez nos hallaremos,
otra vez...

Hasta luego…

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