"El niño desea cosas simples.
Quiere ser escuchado. Quiere ser amado... tal vez no conozca las palabras, pero
quiere que sus derechos sean
protegidos y su autorrespeto no violado.
Necesita que usted esté allí."
Ron Kurtz
Este sábado será el taller "Sanando a tu niño interior", y obviamente estoy bastante metido en este tema, como podrán ver en el extracto que reproduzco hoy en este espacio.
Si usted quiere apoyar a su niño interior y apoyarse en él, debe aprender a hacer caso de las señales que le envía, y una vez que sepa identificarlas, también conviene acostumbrarse a practicar con frecuencia la comunicación con su yo niño. John Bradshaw explica las maneras en que él puede darse cuenta cuando su niño interior reclama atención, en el siguiente texto que extraje de su libro "El niño interior":
"...los niños saben intuitivamente que uno dedica tiempo a lo que ama. Es
importante saber cuándo su niño interior necesita su atención. Yo aún sigo
trabajando en esto, por ello le puedo decir qué es lo que he aprendido hasta el
momento. Generalmente mi niño interior necesita mi atención cuando:
Estoy aburrido. A veces mi niño se fastidia
cuando doy conferencias, dirijo talleres de trabajo. Se aburre cuando participo
en largas conversaciones intelectuales. Empieza a agitarse y retorcerse. Me
pide que le avise una y otra vez cuánto tiempo más tiene que resistir.
Estoy asustado. Mi niño interior fue
sistemáticamente aterrorizado cuando era pequeño. Su miedo surge cuando se
presenta la más leve amenaza.
Presencio una escena de amor y ternura entre padre e hijo. Nunca falla. Pat Cash corrió a las gradas a
abrazar a su padre cuando ganó el campeonato de Wimbledon y mi niño interior
empezó a llorar. Volvió a suceder cuando Dustin Hoffman ganó el premio de la
Academia. Se comunicó con su padre, que lo observaba desde un hospital, y el
niño en mi interior estalló en llanto. Mi niño interior está muy lastimado
porque mi padre lo abandonó. Aunque he trabajado mucho en este asunto, todavía
me duele mucho haberlo perdido
desde pequeño.
Estoy cansado. Me irrito cuando estoy cansado.
Tengo que ser cuidadoso para atender a mi niño, o él se desquitará con la
persona que esté más a mano.
Participo en un juego competitivo. El
niño en mi interior no sabe perder. Lo oculta muy bien, pero realmente odia
perder. Soy extremadamente emocional en los juegos. He monitoreado mi comportamiento
y me asombran los niveles que alcanzan mis regresiones.
Reacciono en exceso. Esta reacción exagerada es una
regresión de edad espontánea. Sé que mi niño interior está presente cuando
aumento el volumen de mi voz y su tono se toma cada vez más defensivo.
Me siento al margen o rechazado. Mi
niño percibe las más mínimas señales de rechazo o desinterés. Tengo que ser muy
cuidadoso, porque en alguna ocasión él puede percibir algo que en realidad no
existe.
Quedo expuesto inesperadamente. Esto no sucede con frecuencia, porque como soy
una persona con actitudes basadas en la vergüenza, he aprendido a ser muy
cuidadoso. Pero cualquier súbito cambio dentro de lo que he planeado hará que
el niño que vive en mi interior sienta vergüenza.
Tengo hambre. Mi niño se vuelve muy irritable
cuando tengo hambre.
Estoy con mis mejores amigos. Ésos son momentos de alegría para mi niño interior. Le gusta mucho estar
con mis mejores amigos. Se siente seguro y alegre. Le encanta hacer bromas,
reír y divertirse.
Me siento solitario. Durante mucho tiempo no reconocí
la sensación de estar solo. Ahora sé que me siento solitario cuando estoy
entumido y deseo comer dulces. También sé que me siento solitario cuando quiero
hacer muchas llamadas telefónicas.
Y siguiendo con la lectura de este interesante libro, se descubren varias técnicas para ponernos en contacto con esa parte infantil que vive en nuestro interior, y para ayudarle a sanar cuando tiene heridas de mucho tiempo atrás.
Si hay oportunidad, estaré comentando aquí algunas de esas técnicas, pero también les sugiero buscar el libro y tenerlo al alcance, es una lectura muy útil, amena e interesante.
Hasta luego.
Felicidades doctor, el taller me encanto.
ResponderEliminarMil gracias, me da mucho gusto tu comentario y que el trabajo que hicimos este sábado te haya sido útil. Espero que sigas en contacto con tu niño (o niña) interior y que tengas la confianza de acercarte a retroalimentar siempre que quieras (aunque debo aclarar que no soy doctor, ¿eh?). Un abrazo.
ResponderEliminarGracias! Por los post sobre este tema y por señalar el libro para leer. Su blog llegó en un momento muy especial en mi vida y creo que la cambiará definitivamente! Dios lo bendiga y le de sabiduría para seguir ayudando a las personas. Un abrazo
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