lunes, 17 de octubre de 2011

Niños heridos, niños rescatados

¿Alguna vez te has sorprendido soñando con ser alguien más grande? Tal vez te ha ocurrido esto o alguna otra cosa parecida, de esas cosas simples que se disfrutan bastante por el solo hecho de vivirlas.

Si te ha ocurrido, y al darte cuenta sientes que eso te motiva para seguir creciendo y no es un pretexto para regañarte y hacerte sentir mal, eres de las afortunadas personas que saben convivir con su niño interior y lo dejan expresarse, porque el punto de todo esto es que, por más años que cumplamos, los adultos y los niños tendremos siempre necesidades muy parecidas que satisfacer:

·       Recibir y dar amor.
·       Comprensión.
·       Aceptación.
·       Reconocimiento.
·       Apoyo.
·       Libertad.
·       Independencia.
·       Confianza.
·       Consejos.
·       Control.
·       Ser escuchados.
·       Apoyo para descubrir el mundo.
·       Ser investigadores (curiosos).
·       Tener seguridad.
·       Crecer.
·       Jugar incansablemente.
·       Soñar a ser grandes.
El adulto amigo de su parte infantil busca cómo satisfacer estas necesidades, el que no disfruta esa amistad, se boicotea para no alcanzar la satisfacción de una o varias de ellas. La tarea de rescatar al niño interior cuando está herido es de vital importancia para que nuestra verdad más profunda se atreva a expresarse, primero ante nosotros mismos y después ante quien sea: Solamente se puede lograr creyendo en uno mismo y aceptándose tal cual, si mi niño interior no cree en él y se avergüenza de ser quien es, estará a la sombra de un adulto que no vive para su presente, sino para atender ese pasado que le duele.

Rescatar al niño herido es darle al adulto actual la oportunidad de revalorar su propia historia para hacerse dueño de sus acontecimientos y vivir el aquí y ahora acompañado de su yo-niño en su versión más sana, la que quiere aprender, experimentar y conocer más el mundo, la que se da cuenta que por más tiempo que pase no alcanzarán a vivir todo en el corto lapso de una vida, pero encuentra en eso un reto y una motivación, en lugar de un pretexto para no hacer.

Es posible vivir descubriendo el mundo cada día sin fingir saberlo todo. Es posible cambiar la posición del Rey Mierdas por una postura de sencillez y agradecimiento por estar aquí, el tiempo que podamos. Es posible vivir sin miedo ni resentimiento con la vida.

Hay varios talleres dedicados al rescate del niño herido, y como ocurre con todas estas cosas, hay muchas formas de enfocar ese taller, si te interesa rescatar a tu niño herido, ya sea en sesiones de terapia o asistiendo a algún curso o taller, ten siempre en cuenta que se trata de rescatarte a ti mismo en otra época, cuando contabas con menos recursos de los que tienes ahora.

También hay varios libros interesantes sobre este tema, aquí comparto uno que estoy leyendo, lo escribió un ingeniero de Tabasco llamado Ernesto Rodríguez Moguel y él mismo lo subió a un sitio web llamado "Gestiópolis.com", de donde yo lo bajé, pueden buscarlo en esa página o descargarlo de acá:

http://www.4shared.com/document/zVBRifGf/Rescata_a_tu_nio_herido.html

Gracias por leer, hasta luego.

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