Chicle viscoso pegado a las
paredes
interiores del cuerpo, su
residencia
más famosa es la nariz,
a veces se asoma desde ahí
al exterior y cuelga con
gracia
sobre la boca de su dueño.
Los mocos atrapan las
impurezas
que el aire, el agua o
cualquier otro
contacto hacen entrar al
cuerpo,
para evitar que nazca una
enfermedad
grave en tu interior.
A toda hora, ahorita mismo
hay mocos suavizando la
textura
de algún canal o túnel
corporal,
vigilando que no pasen
bacterias
y otros cuerpos ajenos, y
avisando
a su dueño cuando hay un
problema
que se debe atender.
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