Cuello
Paso
obligado en el largo camino
desde
el sentimiento hacia la razón
y también de regreso
o desde la boca hacia tu centro.
Guardián
atareado de un túnel vital
que nunca descansa
y no sé cómo hace para hacer tanto:
Sostiene
tu cabeza que a veces pesa
porque sin parar piensa y piensa
cuando se llena de historias densas.
Deja
entrar la vida cada vez que comes o respiras
Deja salir tu voz para que hables, cantes
grites, llores y le pongas palabras a lo que piensas,
a lo que no piensas y a lo que sientes.
Gracias
al cuello gira la alta torre
donde
moran tus accesorios que perciben
las
imágenes, los sonidos y los olores del mundo
y
también por él suben todas
las
emociones que tu mente consume
para crear tus sueños e ilusiones
o
tus pesadillas y decepciones.
Eso
tú lo decides.
Por tu cuello transita igual el oxígeno
limpio
que inhalas, el quemado que exhalas
y
la sangre que alimenta a tu cerebro,
los
impulsos sensoriales también viajan por aquí
igual que las instrucciones
de cómo mover o qué hacer con el cuerpo.
Este
canal infatigable es demasiado frágil
para su gran responsabilidad,
el mínimo daño y hasta un simple resfriado
afectan el tráfico normal de tu sangre,
nervios,
oxígeno, nutrientes, impulsos…
¡qué gran caos para tus habilidades,
tus capacidades y tus creencias!
Hasta luego.
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