"...una emoción que adoptamos desde nuestra infancia actualmente nos impide llevar nuestra vida como de verdad la deseamos..."
Seguimos con las pláticas semanales PARA SENTIRTE MEJOR.
En una ocasión uno de los asistentes comentó que sí le interesa sentirse mejor y no solo mientras está en el grupo sino en todos los momentos de su vida, así que empezamos a enumerar distintas cosas que hacemos con este propósito y descubrimos (sin mucha sorpresa, la verdad) que lo que necesitamos hacer para sentirnos mejor son cosas sencillas y casi siempre fáciles de realizar:
hacer ejercicio
comer variado y con moderación
dormir suficiente
sentir el viento en tu rostro
tener un hobby o entretenimiento
amar lo que haces
disfrutar el trato diario con tu gente
gastar solo lo que puedes gastar
quererte mucho
tratarte bien
mirar el cielo estrellado con compañía agradable
respetarte
hablar claro contigo y con los demás
hacer caso de lo que sientes y piensas
jugar
hacer cosas en compañía
sentir el sol en tu piel
escuchar música
caminar
vivir sin deudas
hacer ejercicio
tener amistades
vivir en gratitud con la vida
estar en paz contigo
olvidar los rencores
aceptarte sin comparaciones
ser responsable de tu propia vida
hablar acerca de lo que no te gusta
Si logras que estas sencillas actividades se vuelvan un hábito, es decir que se vuelvan parte de tus pensamientos y de tu vida de una manera natural, será más fácil sentirte bien.
¿Y entonces por qué quieres todavía sentirte "más mejor"?
Parece que en muchos de nosotros vive una especie de programa que se encarga de complicar lo sencillo, ese programa está basado en una emoción que adoptamos desde nuestra infancia y actualmente nos impide llevar nuestra vida como de verdad la deseamos:
El miedo paraliza y te impide soltar lo que llamamos "confort". La vergüenza te hace reprimir tus mejores virtudes y cualidades. La tristeza te hace perder oportunidades por quedarte pensando y no reaccionar a tiempo. El enojo te hace perder la paciencia, te impide concentrarte y muchas veces destruye lo que ya habías logrado. La alegría desbordada te hace lucir agradable ante los demás, pero también puede ser un pretexto para volcarte hacia afuera y no hacerte caso.
Si quieres detener esa debilidad que te impide avanzar en el camino a ser una mejor persona y, obviamente, a sentirte bien, pon mucha atención a las conductas repetitivas y exageradas que tienes regularmente (cada quien tendrá una muy personal) para descubrir cuál es la emoción que la motiva. Les podemos llamar adicciones, vicios, defectos, debilidades o como gustes, lo importante es detectar cuál es la que te afecta, puede ser tu conducta hacia la comida, el cigarro, el alcohol, la pereza, las fiestas, la adrenalina, el sexo, la necesidad de ser admirado o reconocido, la socialización, la sumisión... ¡en fin!
Identifica tu conducta exagerada, es un primer paso para saber en qué área de tu vida requieres hacer cambios para ser un mejor tú, y si estás de acuerdo, podemos trabajar ese cambio juntos.
Si revisas la lista de actividades que aparece más arriba, tal vez quieras compartir una respuesta: ¿qué más haces para sentirte mejor?
Hasta luego.