lunes, 14 de diciembre de 2015

Para actuar

"Si tu signo es jugar, juégalo todo:
tu camisa, tu patio, tu salud.
Si tu debes jugar de cualquier modo
juega bien, con virtud,
pero ay amor, ay amor,
no te juegues el corazón..."
(Silvio Rodríguez)

Es muy importante saber lo que necesitas en tu vida y hacerle caso a esa necesidad. Es el mejor camino para estar en contacto contigo y para tomar decisiones asertivas que atiendan a lo que necesitas y no a lo que deseas, que generalmente es algo distinto.


Si tienes hambre, come.

Si tienes sueño, duerme.

Si tienes tarea, hazla.

Si estás cansado, descansa.

Si vives con rencor, perdona.

Si extrañas tu pasado, aprende de él.

Si esperas mucho del futuro, comienza a construirlo.

Si tienes deudas, paga.

Si alguien te daña, aléjate.

Si tienes amigos, búscalos y déjate encontrar.

Si alguien te gusta, haz que lo sepa.

Si no te gusta tu vida, cámbiala.

No es excusa vivir aguantando tu vida y a las gentes que habitan en ella, en vez de tomar la decisión de aceptar o de cambiar lo que hay.

Tampoco es excusa rechazar a la gente por sus actos, en lugar de asumir la responsabilidad de lo que uno mismo hace o no hace.

Y tampoco es una solución culpar a otra persona para no asumir el camino, a veces muy difícil, de reconstruir tu propia vida y cubrir tus necesidades.



"Si tu signo es arder, arde con todo:
tu camisa, tu patio, tu salud.
Si tu debes arder de cualquier modo
arde bien, con virtud,
pero ay amor, ay amor,
no te quemes el corazón..."
(Silvio Rodríguez)

Si te aman, ama.

Si te desprecian, ve a donde te valoren.

Si estás confundido, decide.

La decisión que tomes enfocará tu vida hacia el camino que tú deseas: a tu integración o tu desintegración.

Y si la decisión que tomaste no resulta como esperabas, entonces será el momento de tomar otra decisión sin castigarte ni tener que resignarte a vivir aguantando... A veces se gana, a veces se pierde, una decisión puede llenar tu vida de luz u oscurecerla, y siempre será posible decidir de nuevo para mantener la llama encendida o para alejar la sombra cuando esta comienza a empañar la visión de tu propia vida.

Aquí he hablado de decisiones personales, tal vez también de pareja o familiares y aún en estos niveles llega a parecer difícil cambiar una decisión cuando la tomamos alejada de la realidad. Pero cuando una sociedad entera toma decisiones ajenas a sus necesidades, las consecuencias también requerirán del interés y la participación de mucha gente para volver a tomar una decisión que vaya de cuerdo con lo que sus vidas requieren. En distinta escala, estoy hablando de lo mismo, tal vez convenga ser más coherentes al actuar para no terminar cumpliendo caprichos momentáneos que después generarán mayores necesidades:


Hasta luego.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Aceptar la realidad con humildad

"Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable."
(Eduardo Galeano)


Aceptar la realidad es básico para poder modificarla o simplemente para moverse en ella, pero en ocasiones preferimos escaparnos a un mundo ideal y hacer como si ese fuera el real: Una pareja ideal, una familia ideal, un trabajo ideal, una situación económica ideal, un auto ideal, una casa ideal, una relación ideal… Pero si todo es ideal significa que solo está en el mundo de las ideas y que nadie más puede verlo, únicamente quien se lo imagina.

Si quitamos el mundo ideal y nos quedamos solamente con el real es probable que nos haga falta creatividad e imaginación para poder transformarlo, y si no podemos transformar nuestra realidad, terminaremos frustrados y le transmitiremos ese sentimiento a nuestros seres cercanos.

Así que necesitamos tener los pies bien puestos sobre la tierra y al mismo tiempo tener muy claro cuál es el ideal que perseguimos para enfocar hacia allá todas nuestras acciones y decisiones. Esto es muy distinto a escaparse a uno de estos mundos. Si la realidad que debes aceptar es que tu relación de pareja se está hundiendo y únicamente eres capaz de ver esto (lo que no quieres), entonces será muy útil visualizar cómo es tu relación ideal (lo que sí quieres) para encaminar tus palabras, tus actos y tus decisiones hacia esa meta.



Con mucha frecuencia ocurre, siguiendo el ejemplo anterior, que realmente la relación está muy dañada, a tu pareja le molesta cualquier cosa que tú propongas y no le interesa ni tantito saber cuál es tu ideal en cuanto a su relación. Lógico: Si la relación está dañada ambos están lastimados (eso es parte de la realidad que hay que aceptar) y antes que escuchar al otro, a ambos les importa más ser escuchados: Las dos partes de esta relación tienen su propio ideal de “lo que debería ser” y es importante que ambos sean escuchados con atención.

La humildad es el factor básico para que la relación vuelva a funcionar, para conocer el ideal y las metas de esa otra persona importante en tu vida. Si has llegado a esta etapa es muy importante que evites descalificar y acusar utilizando frases como “estás mal”, “es que tú no entiendes”, “a ti no te importa”, “grábate bien esto…”, "¿por qué siempre haces tal o cuál cosa?"... La humildad implica tener presente que estoy aceptando lo que hay en la relación, así que serán más útiles las frases incluyentes como “te escucho”, “no lo había visto así”, “déjame asimilar lo que dices", "esto no lo había pensado”.

Una relación dañada, o cualquier otro mundo real que estemos afrontando, tomará algo de tiempo para irse alineando con el mundo ideal que tienes visualizado. Y necesitas ser constante en la retroalimentación con tu pareja o con la persona con la que tengas un conflicto.


Cada relación dañada tiene su propia historia donde tal vez hubo groserías, insultos, malos entendidos, maltratos, enojos y tristezas. Mucho ojo: Al estar hablando puedes despertar en tu memoria alguno de esos momentos y si eso ocurre, tu cuerpo vuelve a tener exactamente la misma sensación que tenía cuando enfrentó un conflicto (miedo, enojo, tristeza, ganas de golpear o gritar…). 

Uno de los mayores retos al aplicar la aceptación, la humildad y la constancia, es el de responder a lo que está sucediendo aquí y ahora, y no a emociones y sensaciones del pasado que están guardadas en tu memoria personal. Este reto únicamente se puede vencer desde tu interior, recordando que estás aceptando tu realidad y lo que hay en tu vida porque es una decisión tuya, porque quieres y no porque “tienes que”.


"Todos los edificios, todos esos carros, una vez fueron solo un sueño en la cabeza de alguien"
(Peter Gabriel)

Hasta luego. 

jueves, 10 de diciembre de 2015

Mateo despierta empatía

"Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque poca de ellas lo recuerdan"
(Antoine de Saint-Exupery)


Mateo es un niño de 2 años de edad, vive en Aguascalientes y convive prácticamente todo el tiempo con adultos que lo aman y lo valoran. Él ha pasado su corta vida rodeado de amor y de apoyo y en los últimos días ha comenzado a hablar. Habla poco, aunque todos saben que sí entiende mucho de lo que escucha y lo que espera su familia es que ahora que dice sus primeras frases se podrán comunicar más fácilmente.

Pero Mateo comienza a adoptar nuevas conductas: De repente y sin causa aparente comienza a golpear a las personas que le están hablando sin importar quiénes sean, y así dura un rato dando golpes hasta que se calma de nuevo.


Preocupados ante este cambio, y sobre todo decididos a no declarar a su hijo como un problema solamente por esos golpes ocasionales, sus papás deciden indagar un poco más y con un poco de ayuda notan que el pequeño solamente muestra esa conducta agresiva cuando está con adultos, pues al interactuar con otros niños no hay ningún problema.

Reconstruyendo los hechos, los papás de Mateo descubren que Mateo quiere hablar como adulto pero su lenguaje y su vocabulario aún están muy limitados y no puede expresar todo lo que quisiera. Una vez entendido esto, deciden hacer algunos cambios en su relación con Mateo, empezando por hablarle más despacio y también por darse el tiempo de escucharlo y atenderlo en las ocasiones que el niño quiere "platicar", así tanto ellos como él sabrán que los niños y los adultos pueden llegar a hablar igual si se apoyan mutuamente, ¡pero un bebé de 2 años no puede pensar como adulto! También están recibiendo apoyo para apoyar a su hijo en el desarrollo del lenguaje con ejercicios apropiados a su edad.

El otro cambio importante es que ahora Mateo asiste a una guardería a convivir con otros niños como él, y de esa manera deja de percibirse a sí mismo como una especie de "adulto chiquito" para sentirse tal como es: un niño.

"La única patria que tiene el hombre es su infancia"
(Rainer María Rilke)

Sus papás y otros adultos que quieren a Mateo decidieron ponerse en sus zapatitos y desde ahí se dieron cuenta de cómo ve el mundo. Esto es empatía, y gracias a eso se salvó de vivir con la etiqueta de ser grosero, peleonero, macriado y tantas otras que se le pueden colgar a un niño inquieto cuando no alcanzamos a conocer la razón de su inquietud. 

Los niños que viven con esas etiquetas y otras peores crecen convencidos de que son todo eso que les dicen, todo menos un niño.

Hasta luego.

martes, 8 de diciembre de 2015

Indispensable

"Con un poco de amor, trabajando por un poco más..."
(Silvio Rodríguez)


El amor por sí solo nunca es suficiente para mantener viva una relación... Pero sí es indispensable. 

Si tienes pareja y además te amas sinceramente, dale de tu amor, todo el que puedas. Esa es la semilla donde pueden crecer los demás ingredientes que necesita la relación.

Si te perdonas y te justificas demasiado rápido cada vez que lastimas a tu pareja... Hace falta amor.

Si pones más atención en lo que no te gusta que en lo que te agrada de tu pareja... Hace falta amor.

Si exhibes los secretos de tu pareja en las pláticas con otras personas "de toda tu confianza"... Hace falta amor.

Si pides que te quiera pero tú ignoras a tu pareja... Hace falta amor.




Si tienes amor compártelo porque así es como funciona, si no lo compartes lo vas a desperdiciar y hasta puedes llegar a creer que no lo tienes.

Hasta luego.