«Me considero un observador de todo lo que pasa a mi alrededor»
(Pawel Kuczynski)
Cada ilustración contiene una historia completa que uno como testigo puede desarrollar a su antojo. Y son historias crudas, irónicas, realistas y satíricas. La visión crítica de Kuczynski (ya casi puedo escribirlo sin revisar la ortografía) convierte sus ilustraciones en ventanas que describen la vida desnuda y eso es lo que se le agradece. Cada historia reflexiva describe una parte de nuestra sociedad, y como nosotros somos parte de ese gran ente social, también podemos encontrar algo de nuestra personalidad si hurgamos con atención en estos espejos, o más bien fotografías de la naturaleza humana. Veamos con ganas de descubrir todo lo que podemos mejorar en nosotros mismos.
Abajo de cada ilustración viene una frase que no sé quien escribió, yo recibí tanto las ilustraciones como los textos por correo electrónico y me gustaron, así que atrapé todo el paquete y ahora lo exhibo en este aparador con la esperanza de poder despertar esos sentimientos mezcla de admiración, placer y reflexión que motivan a seguir viendo el mundo con ojos críticos y, sobre todo, a revisar nuestra forma de actuar.
También coloqué algunas frases del ilustrador a modo de citas, como no entiendo ni jota de polaco y tampoco sé de buena fuente quien hizo las traducciones, debo confiar en que sí estamos leyendo frases salidas del mismísimo Kuczynski. Y como la verdad el señor dice más con sus dibujos que con palabras, ya es hora de ver esta breve selección de su obra:
Buscadores de carne para cubrir la próxima noticia.
Hay quien
se pregunta el por qué existe mucha gente que continúa siendo pobre a pesar de
las ayudas que reciben. Una respuesta es que sus pocos recursos les obligan a
subsistir, sin poder invertirlos para mejorar.
Desde que empezó a haber líderes, tiranos, mesías y dictadores, cae uno y aparece otro, y así sucesivamente…
Jóvenes
cada vez más enganchados a la tecnología, irrespetuosos, sin colaborar en casa
mientras que sus madres están atadas a ellos como sirvientas.
Les
enseñamos a hacer cosas distintas a su propia naturaleza por no alterar la
nuestra.
Cuando
dos países en conflicto hacen una tregua la paz no existe, solo la expectación
por llevarse el trofeo por el que luchan.
Queremos
que los animales coman de nuestra mano, vayan a donde nosotros vamos, y que solo sean otras especies bajo nuestro mando.
Usamos
las redes sociales para decir en voz alta nuestros problemas y nuestros
errores, buscamos el reconocimiento y el apoyo de los demás. Así nos confesamos
en los albores del siglo XXI
.
Leer es
tedioso, ver la televisión es más fácil. La cultura de muchas personas.
¿Y tú, por quién vas a votar?
«Creo que los artistas pueden cambiarlo todo»
(Pawel Kuczynski)
Otra cara de las redes sociales, sin importar cuál sea su nombre: Internet
nos ha brindado nuestra mejor arma para luchar contra las injusticias: que
nuestras palabras no puedan ser tapadas por nadie.
Así se sienten estrellas,
políticos y otras celebridades en su visita a la prole.
La basura
a la basura
Norteamérica y los países del Prime Mundo dedican una gran parte de su presupuesto para hacer la guerra y mantener “la
paz” en el mundo. Tomando el control de los países que "liberan" también obtienen sus recursos.
El motivo
de todas las guerras, el poder carroñear los recursos de tu oponente.
Cuando
hayamos secado nuestro planeta y talado todos los árboles ¿qué oxígeno vamos a
respirar? ¿qué agua vamos a beber?
Hablar a
nuestros hijos de paz sin hacerles entender qué es lo que realmente significa.
Su forma
de hablar es un discurso sin contenido que siempre suena igual. No con sus palabras, sino con sus actos, nos han demostrado que no podemos creer en ellos.
La
desigualdad social se hace especialmente crítica y desalentadora cuando la
vemos entre niños. Millones de pequeños en el mundo realizan trabajos que
muchos adultos no harían de ninguna manera.
Compañías
de gas y petróleo están absorbiendo la vida de nuestro planeta. Un buen plan de
marketing y de responsabilidad social corporativa bien maquillado es el telón
de humo tras el que pueden continuar haciendo su lucrativa labor depredadora.
«Yo trato de convertir en dibujos mis observaciones sobre la condición humana»
(Pawel Kuczynski)
Somos
esclavos de aparentar, de mostrar algo que no somos, de transformar nuestra
vida en un escaparate incierto por el qué dirán.
Y así es
como las consecuencias de nuestros actos van acabando con la vida de los que no
tienen culpa, los animales.
Admiramos
a las personas que luchan en los conflictos defendiéndonos y olvidamos
de que detrás de su valor está el sufrimiento de sus familias, y de otras
muchas familias desconocidas que resultan lastimadas por sus actos.
Nos vemos
como gigantes, como dioses. Nosotros decidimos qué animal merece vivir y cuál
merece morir. Adoptamos un rol que no nos pertenece.
Por mucho
que avance la tecnología el tiempo siempre estará avanzando, minuto a
minuto, segundo a segundo.
Para que
haya un rico tiene que haber 1000 pobres. Excesos versus subsistencia. En el
hemisferio norte hay comida de sobra para alimentar 3 veces al hemisferio sur.
Invertimos
cantidades de dinero, muchas veces por encima de nuestras posibilidades, para
comprar cosas que realmente no necesitamos. Cosas que con su valor económico
alimentarían a familias que no serían capaces de comprender lo que hacemos.
Una boda,
un acontecimiento de derroches, comidas, trajes, invitados y lujo. En esta
metáfora se une por el arroz la celebración de unos frente la esclavitud
obligada ante el trabajo de otros para subsistir.
Las
personas son los peones de las guerras. Unidades para poner en práctica las
decisiones y los intereses de los que están arriba. Sin más.
Detrás de
las mayorías de las decisiones políticas de la historia siempre ha habido
intereses personales. Como nos lo han querido contar es otra cosa muy
diferente.
Obligados
a absorber información para soltarla de golpe y no volvernos a acordar de ella
nunca más.
Lo que es
un juego para unos es la manera de ganarse la vida para otros.
¿Qué es
el lujo? Según los recursos de las personas de las que hablemos, lo que es el
lujo para unos es muy distinto de lo que es para otros. Familias viven
obligadas a repartir lo poco que tienen a lo largo de sus días.
«El arte moderno no interesa a la gente normal»
(Pawel Kuczynski)
Kuczynski tiene su página en facebook, quien quiera seguirlo y conocer más de sus ilustraciones, píquele aquí.
Hasta luego.
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