"Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio".
(Sigmund Freud)
Hace pocos meses en el colegio donde estudian mis hijos impartieron una plática sobre programación neurolingüística y asertividad a su personal, y como parte de las tareas realizadas le entregaron a cada asistente una hoja titulada "Metas existenciales". Después, las maestras del colegio socializaron esa información y yo conocí esa hoja a través de mi hija. A ella le gustaron mucho las frases, las repite todos los días junto con sus compañeros en el aula y ya se las aprendió de memoria. Claro, también nos pide en casa que las digamos porque le gustan, le parece que son algo positivo y además le permiten saber que está aportando algo bueno a su hogar.
Así funcionan estas frases, su nombre en psicoterapia es "afirmaciones positivas" y una vez que encuentras tu afirmación positiva, la que va con tu persona o con tu situación actual, la puedes repetir todas las veces que quieras, pues se trata de que además de memorizarla te la creas: Con frecuencia nos ocurre que cuando se trata de algo tan positivo, tan favorable, no lo podemos creer.
Hacer una afirmación positiva es fácil:
Primero pensamos en lo que nos hace falta, lo que no tenemos o en algo que deseamos mejorar. Después pensamos en cómo queremos que sea eso que elegimos. Enseguida se arma la frase considerando estos puntos:
1. Escribirla exclusivamente en positivo. Hablar de lo que queremos en lugar de lo que no queremos. Si nos descubrimos hablando, pensando o escribiendo en negativo habrá que volver a empezar (decir frases en negativo es hablar de lo que no quiero en vez de lo que sí quiero, es utilizar la palabra "no").
2. Escribirla en tiempo presente. Vsualizar lo que dice nuestra frase como algo que ya está ocurriendo, si usamos palabras como "Tengo que...", "Debo de...", "Voy a..." u otras por el estilo, no va a funcionar, porque siempre que digamos esa frase parecerá que nuestro objetivo está en el futuro, y eso sabe cuándo llegará.
3. Escribirla en primera persona. Una frase que hable de mi, de lo que yo quiero, de lo que me interesa, de lo que necesito. Si escribo la frase pensando en que sea otra persona la que cambie o en darle gusto a alguien más, tampoco va a funcionar.
Como es bien sabido, nuestro subconsciente ignora la palabra "NO", así que cuando decimos frases del tipo "No pienses en una hamburguesa" o "No te la imagines con doble carne, unas papas fritas a un lado y una coca cola bien fría", nuestro cerebro hace a un lado la palabra "no" y se dedica a hacer eso que le habían prohibido... eso explica también por qué hay tantos adultos malcriados,
probablemente cuando eran chicos sus mamás les decían cosas como "no seas
grosero", “no seas peleonero”, “no seas flojo” o "no digas malas
palabras" y ellos aprendieron exactamente eso, pero sin el "NO".
"El ideal está en ti. El obstáculo para su cumplimiento, también".
(Thomas Carlyle)
Puede ser que cueste un poco acostumbrarse a hablar en positivo, pero si puedes creer en las frases pensadas y dichas así, podrás realizar cambios en tu persona (te sugiero escribir, escribir y escribir las frases hasta que queden como te gusta y en positivo, obviamente). Para ofrecer algunas opciones en cuanto a estas frases, reproduzco enseguida una versión de las afirmaciones positivas que mi niña trae bien puestas en su cabeza. Es válido aclarar que estas frases no son exactamente las mismas que ella utiliza, pero sí están basadas en su hoja de "metas existenciales":
1.- Soy
una persona decidida.
Practico mucho para ser mejor. Tomo decisiones bien razonadas y con rapidez. Entro a todos
los concursos. Me gusta que me conozcan. Me gustan los retos.
2.- Soy
fuerte.
Las caídas me ayudan a aprender. Prefiero hacer mis cosas sin mucha ayuda. Cuando necesito ayuda la pido directamente. Me gusta
hacer mis propias cosas.
3.- Soy
ordenado y ahorrativo.
Pongo los objetos en su lugar. Cuido mis
pertenencias y las de otros. Planeo mis gastos.
4.- Soy
reflexivo.
Analizo todo. Investigo mucho. Me gusta aprender.
Sueño grandes cosas y me imagino cómo realizarlas.
5.- Soy
sociable.
Me gusta ayudar a la gente, comprenderla y
tratarla con paciencia. Mi misión es servir y dar amor. Me encanta recibir amor.
6.- Soy
digno.
Me quiero tal como soy. Acepto a mi persona y
a mi pasado. Vivo con la cara en alto. Rechazo e ignoro las burlas y bajezas. Acepto
mi vida entera.
7.- Soy
sano.
Amo el deporte. Detesto el alcohol, el tabaco
y cualquier sustancia nociva. Vivo con entrega y respeto mi sexualidad y mi
amor.
8.- Soy
asertivo.
Tengo derecho a cambiar de opinión y a decir
lo que siento. No permito que me manipulen ni me hagan sentir culpa, vergüenza
o miedo.
9.- Soy
leal, honrado y ético.
Realizo mis actos basado en la bondad y la
rectitud. Promuevo deshacernos de las mentiras y las trampas.
10.-
Soy de corazón humilde.
Amo a Dios. Aprendo todos los días algo
nuevo.
"No puedes confiar en tus ojos cuando tienes la imaginación desenfocada."
(Mark Twain)
Construir afirmaciones como estas, convencerse de lo que dicen y repetirlas hasta que formen un mantra personal no es garantía de que tu vida va a cambiar mágicamente, pero sí garantizan que te vas a enfocar en lo que quieres, vas a orientar tus pensamientos, tus acciones y tus decisiones hacia ese objetivo sin distraerte con otras tentaciones, y así será más fácil alcanzarlo.
Conozco gente muy capaz que no alcanzó el éxito en sus objetivos simplemente porque se le olvidó su prioridad y perdió el rumbo, cuando esa gente recordó lo que quería ya se había encaminado a otra meta y ahora le implicaba más trabajo retomar y cumplir su objetivo original... y aún así, es posible lograrlo.
Ante una situación de crisis emocional, laboral, una pérdida o cualquier otra experiencia dolorosa, las afirmaciones positivas también se convierten en un excelente apoyo para encontrar y utilizar lo mejor de uno mismo para afrontar la situación por difícil que parezca, en lugar de ceder a las ideas y conductas autodestructivas o negligentes que suelen aparecer cuando las cosas no resultan como uno quiere.
De ahí la importancia de estas afirmaciones, de creer en ti de una manera realista y funcional.
Ante una situación de crisis emocional, laboral, una pérdida o cualquier otra experiencia dolorosa, las afirmaciones positivas también se convierten en un excelente apoyo para encontrar y utilizar lo mejor de uno mismo para afrontar la situación por difícil que parezca, en lugar de ceder a las ideas y conductas autodestructivas o negligentes que suelen aparecer cuando las cosas no resultan como uno quiere.
De ahí la importancia de estas afirmaciones, de creer en ti de una manera realista y funcional.
Hasta luego.
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