viernes, 14 de noviembre de 2014

Amor, valor y cobardía

"La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan ahí. 
Ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar."
(Silvio Rodríguez)



Para amar se necesita valor. Los amores cobardes no pueden durar. Si tú eres de las personas que piensan que amar es nada más sentirse bien, entonces lo que buscas no es amor, sería suficiente tener un amante para sentir pura pasión; o una persona tan cuidadosa como una madre para que te proteja y te haga sentir siempre seguro y bien cuidado; también pudiera ser una compañía para las fiestas y eventos y así pasársela bien. Si se enoja te puedes pelear e irte. Si no te hace caso puedes desquitarte ignorando a esa persona. Si te aburres puedes echarle la culpa y empezar a salir con alguien más.


Pero si lo que quieres es comprometerte con el amor, entonces hay que estar listo para sentirse bien y además para resolver algunos conflictos, porque las relaciones sanas están vivas y van cambiando conforme van creciendo los que están en ella. Enojos, reclamos, malentendidos, suposiciones, deseos, enfermedades, cambios de trabajo y tantas otras cosas que ocurren durante la vida de una pareja, le dan sabor e interés a permanecer en ese proyecto de vida.

Los amores valientes se unen para enfrentar esas dificultades que van apareciendo en toda la extensión de la palabra amor, y van construyendo su felicidad de esa manera, porque cada reto superado les permite saber que son capaces de hacer y lograr más de lo que creían.


Los amores cobardes no enfrentan, se paralizan y se quedan pensando. Simplemente se van distanciando hasta disolver la relación como si no pasara nada, o por el contrario, explotan con los problemas más pequeños e insignificantes y eso les da pretexto para acabar rápido con la relación.

Si estás convencido de que el amor es solamente pasárselo bien, lo más probable es que salgas huyendo cada vez que se presenta un problema con tu pareja y que te acostumbres a relaciones fugaces para no comprometerte mucho, porque si no sufrirías mucho. Por el contrario, si está convencido de que el amor son puros problemas y nada de paz, tú serás quien explota, se enoja e inicia los pleitos para justificar que no te animas a mantener una relación, porque se sufre.

Entre las peores consecuencias de un amor cobarde está la sensación de haber fracasado y cargar con muchos "hubieras", porque muchos de los miedos que hay en la vida de pareja son puras suposiciones: que si te va a engañar, que si piensa más en otra persona, que si se va a morir y me voy a quedar solo, que si le hace más caso a su mamá, que si me vio feo, que si me critica demasiado. Es algo muy parecido a tenerle miedo a los fantasmas, un amor cobarde se detiene cuando se imagina tantas cosas en lugar de confirmar si son reales o no...

El amor no es suficiente para mantener una relación y hacerla crecer, hace falta el valor para tomarse en serio uno mismo y animarse a ir por la vida acompañado como dicen: "en las buenas y en las malas", entonces no se sufre sino que se aprende de las dificultades al irlas venciendo en compañía de la persona que quieres y te quiere.

Hasta luego.

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