"¿Quieres hacer realidad tus sueños?
¡Despierta!"
Paulo Cohelo
Los sueños, sean lo que sean, dejan dentro de nuestra memoria una serie de imágenes o escenas susceptibles de ser recordadas, estudiadas y, en cierta medida, interpretadas o comprendidas. Y podemos aplicar estos conocimientos en beneficio de nuestra evolución personal y social.
En condiciones ordinarias sólo tenemos acceso a los procesos conscientes de nuestra mente, sin embargo, durante los sueños y otros estados modificados de conciencia, podemos tener acceso a lo que se encuentra en nuestro subconsciente y en nuestro supraconsciente.
En los sueños podemos participar o ser observadores, podemos tener un cuerpo físico distinto, podemos tener el cuerpo de otra persona, de un animal o no tener cuerpo alguno, por eso utilizamos la figura de "el ego del sueño" para referirnos al enfoque de nuestra conciencia durante el estado onírico.
Las imágenes que aparecen en nuestro sueños, ya sean simbólicas o literales, sustituyen o expresan las emociones o ideas que asociamos a cada imagen. Existe una especie de almacén de las experiencias colectivas (el inconsciente colectivo, la estructura genética, los registros akáshicos, etc.) que nos permite recurrir a imágenes o escenas que denominamos simbólicas o arquetípicas, susceptibles de ser interpretadas y utilizadas dentro de la interpretación onírica.
Todo ser humano, ya sea hombre o mujer, tiene un aspecto femenino y otro masculino (ánima y ánimus) que ha de llegar a conciliar dentro de sí en el transcurso de su proceso evolutivo; y las actuaciones de los personajes masculinos y femeninos que aparecen dentro de nuestros sueños, reflejan el estado de armonía o desarmonía entre ambas partes de nuestra psique.
Por regla general, los personajes que aparecen dentro de nuestros sueños representan tendencias existentes dentro de nuestra propia psique. Entre más familiares nos resulten, significa que dichas tendencias están más cercanas a nuestra conciencia y entre más desconocidas nos parezcan, esto indica que se encuentran más soterradas dentro de nuestro subconsciente.
En ocasiones, un sueño en especial es difícil de interpretar, o incluso de recordar aunque sepamos que es muy significativo para nuestra vida; esto se debe a que en nuestra psiqué existe un mecanismo de defensa que nos impide entrar o profundizar en las experiencias que más nos duelen. En psicología recibe el nombre de resistencia. Nuestra resistencia puede manifestarse como una distracción, un cansancio súbito, deseos de dormir, dolor de cabeza o cualquier otro síntoma físico. Lo que tienen en común estas manifestaciones es el propósito de escapar por cualquier medio de lo que estemos haciendo.
En el trabajo con sueños, igual que en todo trabajo psicológico, es importante estar alerta, percatarnos del momento justo en que aparece algún tipo de resistencia y encontrar la manera de vencerla poniendo en práctica nuestra paciencia y perseverancia.
Material necesario para trabajar con tus sueños:
Un diario de sueños
Elige un cuaderno o libro en blanco bastante grueso y decora las cubiertas de la manera que más te complazca a fin de personalizarlo. También es aconsejable numerar sus páginas.
Un diccionario de símbolos
Se trata de escoger alguno de los múltiples diccionarios de símbolos, libros de sueños o interpretaciones oníricas que hay en el mercado.
Técnicas para la interpretación y el trabajo con sueños:
Se trata de trasladar la estructura propia de una obra literaria a la estructura de un sueño.
Este ejercicio consiste en dialogar con un personaje del sueño utilizando la escritura automática con el propósito de continuar o terminar conversaciones interrumpidas o apenas insinuadas durante las escenas oníricas.
La inmersión en el símbolo consiste en entrar en un estado meditativo y explorar, mediante la técnica de visualización, el mensaje y los posibles significados que un símbolo nos pueda transmitir.
Esta técnica consiste en elegir y contestar tres o cuatro preguntas importantes acerca del sueño y ver lo que las respuestas tienen en común.
Con esta técnica podemos identificar las creencias y actitudes que dirigen, inconscientemente, la conducta y las reacciones del ego del sueño, mismas que rigen también nuestra conducta y nuestras reacciones cuando estamos despiertos.
Se trata de escribir nuevamente el sueño pero no como fue, sino como nos gustaría que hubiese sido, con el ego del sueño reaccionando de manera distinta y dando respuestas diferentes ante el conflicto y las diversas situaciones que nos planteó el sueño original.
El objetivo es detectar cuáles son nuestras actitudes de respuesta en la vida diurna ya que normalmente son las mismas.
Se trata de invocar, convocar o solicitar a la fuente de nuestros sueños un sueño cuyo contenido particular nos ayude a contestar una pregunta específica, o nos dé orientaciones generales para enfocar o enfrentar una cuestión determinada.
Se trata de emplear cualquier técnica artística para representar el mensaje de un sueño a fin de grabarlo en el inconsciente y mantenerlo presente en la conciencia.
Esta técnica consiste en entrar en un estado meditativo y revivir la experiencia onírica original hasta el punto en el que el soñador decida transformar lo que aconteció después o continuar el sueño.
Se trata de reentrar al sueño en un estado meditativo pero con el apoyo de una persona preparada que sirva como guía de la experiencia.
La tarea principal consiste en identificar y transformar las situaciones interiores y exteriores que producen ansiedad.
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