"La realidad es para aquellos que no pueden soportar la fantasía"
(Tomado de un meme de las redes sociales)
¿Y si esa amenaza que te hace vivir con ansiedad todos tus días no fuera real? ¿Y si solo te la estás imaginando?
Pues resulta que el efecto es el mismo que si la amenaza fuera de verdad: te tendrá con el estrés al tope y con esa terrible sensación de que en cualquier momento va a ocurrir algo terrible aunque no tengas palabras para describir lo que va a pasar.
Es muy importante hablar y escuchar a la gente de tu confianza.
Cierto que a veces minimizan lo que te ocurre y parece que no te entienden, pero en otras veces -que también pueden ser muchas-, tal vez seas tú quien se esfuerce en cargar con una amenaza imaginaria sin darte cuenta que tú eres el autor de ese enemigo que enfrentas a diario.
En todo caso, abrirte al diálogo con otra persona generalmente trae más consecuencias favorables que perjudiciales, y hasta puede alejar al enemigo imaginario que boicotea tus iniciativas.
"Ni tu peor enemigo te puede hacer tanto daño como tus propios pensamientos"
(Frase atribuida a Buda)
El miedo a no poder, la vergüenza de mostrarte ante los demás, el temor al ridículo, la creencia de que no vas a poder, la sensación de que te rechaza esa persona que tanto te gusta, el compararte con otros en condiciones desfavorables, ... Todas estas y otras más son las caras del enemigo imaginario que a veces dejamos andar junto a nosotros, acompañándonos por la vida.
Hasta luego.
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