viernes, 22 de agosto de 2014

Para reconciliarte contigo

"Es fácil hablar claro cuando no va a decirse toda la verdad".
Rabindranath Tagore


La meta de todas las psicoterapias es que la persona que acude a buscar ayuda termine tratándose a sí misma como si fuera su mejor amigo. Esta meta puede cumplirse si desarrollamos un genuino interés hacia nuestra persona, y hago hincapié al decir "interés", para que no vaya a confundirse con el egoísmo: si te preocupas únicamente por ti ignorando a los demás, todavía no te has dado el tiempo necesario para conocerte y estás viviendo una adicción narcisista.

El genuino interés hacia uno mismo significa que debemos invertir en nuestra persona, de manera que esa inversión termine por convertirnos en un mejor ser humano, ¿qué debemos invertir? Todo aquello que nos ayude a crecer cada uno a nuestra manera, sin peros ni justificaciones: Tiempo. Honestidad. Autocrítica y autovaloración. Confianza. Humildad. Respeto. Aceptación... 

La mayoría de nosotros hemos cometido errores y también hemos sido lastimados en nuestras relaciones. Muchos hemos decidido, inconscientemente, "castigarnos" por no saber llevar adecuadamente nuestras relaciones con los demás, y esta decisión llega a provocar heridas tan profundas que cuando decidimos recuperar nuestra capacidad de confiar en los demás nos damos cuenta que ya se atrofió y debemos rehabilitarla. Tardamos un poco más en darnos cuenta que nuestra capacidad de llevarnos bien con nosotros mismos también está dañada, y debe sanarse primero para que puedan funcionar nuestras relaciones con los demás.

Para llevarnos bien con nuestra propia persona necesitamos reconciliarnos con nosotros mismos. Volver a encontrarnos con quien realmente somos. Aceptarnos sabiendo que tenemos defectos y virtudes. Volvernos amigos de nuestro propio YO. 


Hay muchos caminos que llevan a la reconciliación, en esta ocasión comento uno que se basa en la comunicación con uno mismo, y no cualquier comunicación, sino la comunicación asertiva: Hablarnos claro y sin rodeos acerca de lo que en verdad nos interesa.  

He aquí algunos beneficios de hablarnos claro:

1.   Podemos mejorar nuestra relación con los demás si primero nos hablamos con honestidad a  nosotros mismos.

2.   Nos ayuda a ordenar nuestras ideas y emociones antes de afrontar una persona o situación difícil: Lo que queramos expresar, hay que decirlo primero a nosotros mismos. El hecho de tratar de expresarlo nos obliga a seleccionar las palabras más adecuadas y a desechar aquellas palabras o frases que no resultan útiles para nuestros fines.

3.   Nos permite tomarnos en serio y darnos tiempo de calidad. No el tiempo monótono y aburrido en que debemos estar solos porque no hay nada más qué hacer, sino el tiempo de revisar qué hacemos, hacia dónde vamos y quién nos acompaña por la vida.

4.   Nos permite conocernos más y saber más de nosotros mismos: Revisemos lo que más nos gusta y lo que menos nos gusta, en general. Cuando podemos incluir 

5.   Hablarnos claro nos libera. Perdonar y soltar el rencor que tenemos hacia alguien es otro de los beneficios, cuando decidimos hacernos cargo de nuestra vida terminamos por abandonar lo que es responsabilidad de otros.

6.   También es un camino para reconciliarnos con nosotros mismos. Esto significa dejar de culparte, de regañarte, de insultarte o quitarte valor, y empezar a valorarte y a decirte palabras de reconocimiento realista. Tratarte como si fueras tu mejor amigo, hablarte como si fueras la persona que más quieres.

7.   Desarrolla la autoconfianza necesaria para asumir los retos de nuestras relaciones diarias.

"La tortuga puede hablar más del camino que la liebre"
Jalil Gibrán

Después de hablar claro con uno mismo, es importante dejar salir las ideas y emociones para que no se queden días enteros dando vueltas dentro de nuestra cabeza: Expresemos nuestras ideas y sentimientos de la manera que más nos guste; para algunos será hablando, a otros les servirá escribir, habrá quien prefiera dibujar o hacer alguna señal en un papel, y habrá quien combine varios métodos. 


Trátate bien, mírate con buenos ojos. Habla claro contigo y con los demás. 


Hasta luego.

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