"La emoción es la personalidad secreta del sentimiento"
(hemebe)
Las emociones son un misterio cotidiano... Son reacciones biológicas, involuntarias e inconscientes y por lo mismo escapan al control de nuestros pensamientos.
Cuando las hacemos conscientes, nuestras emociones se convierten en sentimientos y a estos les podemos poner un nombre y hasta podemos decidir qué hacer con ellos.
Nombrar, aceptar y decidir si reprimimos o dejamos fluir los sentimientos que hay dentro de uno mismo, es lo más parecido a actuar sobre nuestras emociones.
El sentimiento es la etiqueta o la cara pública que forma parte de nuestras actitudes diarias, es la mascota domesticada. Por su parte, la emoción es el animal salvaje, la personalidad secreta del sentimiento, y aparece siempre que es necesario para la persona.
Tus emociones viajan contigo de la casa al trabajo, de ahí a la escuela, a las reuniones de amigos, al taller o a cualquier lugar que vayas. Cada emoción expresa una necesidad diferente, así que debes tener cuidado para que cada una salga en el lugar y con la persona indicada. Para eso es que viajan contigo y si las reprimes en el momento adecuado, se te escaparán en el más inoportuno. Tus emociones viajan siempre contigo, ten presente eso y dales su lugar.
Las emociones reprimidas y que solo pueden expresarse explotando violentamente, crean estados de ánimo restrictivos, es decir que te limitan en tu capacidad de reaccionar a la realidad (resentimiento, indignación, vergüenza, culpa). Las emociones que fluyen y se expresan en el momento y con la gente adecuada te conducen hacia estados de ánimo expansivos, es decir que amplían tu capacidad de hacer contacto con el presente y por ende, de desenvolverte adecuadamente aquí y ahora (paz, estabilidad, serenidad, orgullo, entusiasmo).
Son tuyas. Todas las emociones que viajan contigo son las mismas siempre. Lo que cambia es la manera en que permites que se expresen.
Hasta luego.
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