"Cada vez que respiras hay más claridad en tu interior"
(hemebe)
...y cada vez que respiras puedes darte cuenta que tu interior se llena de vida, de oxígeno, del mundo, el mundo se vuelve parte de ti, que eres parte de él. Cada vez que jalas aire tu interior se ilumina con colores claros y brillantes, y tu interior es tan amplio como nunca te habías imaginado, cuando te llenas de oxígeno se encienden dentro de ti colores cálidos como el amarillo, el naranja, el rojo o el blanco, y cuando exhalas, esos colores se vuelven marrón, beige, café o sepia, el brillo baja su intensidad pero nunca llega a haber oscuridad. Después vuelves a respirar profundo y de nuevo hay luz dentro de ti. Cada vez que respiras hay más claridad en tu interior, y te gusta encontrarla.
Es importante que todo el aire que quemas para encender tu claridad salga de ti cuando ya fue utilizado, si se queda se va a echar a perder en tu interior, así que asegúrate de sacarlo completamente cada vez que exhales: dentro de ti solo debe estar lo que te da vida, el aire que ya usaste te la va a quitar si se queda por ahí arrumbado. Inhalas profundamente para encender tu luz y exhalas despacio hasta sacar todo el aire que ya utilizaste.
Si salieras de tu propio cuerpo por un momento y te pudieras observar mientras respiras profundamente, podrías darte cuenta que tu cuerpo tiene un brillo especial. Si te acercas suficiente a tu piel, como si tuvieras una mirada microscópica, te darías cuenta que por cada uno de tus poros sale un hilito de luz muy delgado y muy brillante: tu luz, tu claridad interior alcanza a asomar fuera de ti y hace que tu cuerpo se vea iluminado, a veces con mucha intensidad y a veces con una luz tenue que puedes hacer más brillante al respirar. Cuando respiras hay más claridad dentro de ti, y puede iluminarte totalmente. Mucha gente le llama a esto el aura, en realidad es tu propia luz creciendo desde tu ser.
Tienes miles de rayitos de luz saliendo por los poros a través de tu piel... escoge uno de ellos, el que sea, y dedícaselo a una persona importante en tu vida. Puede ser cualquier persona que ha influido en tu vida, no importa si no está ahorita cerca de ti e incluso no importa si esa persona ya no está en este mundo, si le dedicas uno de tus rayitos de luz, ese rayo se alargará tanto que llegará hasta esa persona en la que estás pensando hasta conectarte con ella o con él. No importa la distancia ni el tiempo, una persona que ha dejado su huella en tu vida siempre estará conectada a tu historia. Enseguida busca otra persona valiosa para ti y dedícale otro de tus hilitos de luz. Simplemente deja que tu rayo de luz alcance a la persona que has pensado, confía en que sabrá llegar sin importar dónde esté.
Sigues respirando para encender tu luz, tu claridad, y le vas compartiendo un hilito de tu luz a toda la gente que desees. Tienes muchísimos rayitos, así que los puedes compartir con toda la gente que has querido y que se ha ganado un lugar en tu vida, aunque fuera por poco tiempo, aunque después se hayan disgustado o terminara la relación entre ustedes, aunque esa persona te haya abandonado o haya fallecido, dejó su influencia en tu vida y tus rayos de luz lo pueden percibir. Comparte tus rayos. Después de un tiempo parecerás el núcleo de una estrella que ilumina con sus rayos todo lo que está a su alrededor, con tantos hilitos de luz que estás compartiendo. Por eso es que nunca vas a estar solo o sola: siempre estará viva esa conexión con las personas importantes para ti. Siéntela. Date la oportunidad de sentir cómo esa claridad que nace dentro de ti, te conecta con la gente que quieres, que valoras y que ha dejado huella en tu camino.
Y encontrarás que tu luz te conecta con gente de todas tus edades: infancia, adolescencia, juventud, vida adulta... y también de todos tus lugares, como tu casa, las escuelas, los trabajos, los grupos de amigos, la familia... Si pones atención podrás ver cada hilo de luz que sale de ti para conectarte con toda esa gente que está conectada contigo, y si observas con más cuidado podrás apreciar que muchos de esos rayos delgadísimos de luz son dobles: hay un rayo que sale de ti y otro que viene hacia ti, muy cercano al tuyo y los dos son tan delgados que a simple vista parecen uno solo. Así como dedicas tu luz a quien tú quieres, también hay gente que te considera importante en su vida, en alguna parte de su historia se conecta contigo y por eso también recibes su luz. Unos cuantos rayos llegan a ti solitarios, sin que sepas quién te los comparte, esto se debe a que has llegado a influir en más de una persona sin darte cuenta que estabas dejando una huella en su vida.
"Sé luz consciente.
Yo he visto a los seres de sombras y son como los de luz,
pero aún no han descubierto la claridad en su interior"
Y cada vez que respiras tu luz se hace más intensa y sientes con más certeza tu conexión con tu historia personal y con toda esa gente que forma parte de ella. Disfruta esa sensación, mantén vivos los hilos de luz que te unen a tus influencias, a tus raíces y a la gente que forma parte de ti. Respira. Al final, todos somos uno.
Hasta luego.